La luz de mi vida (Subaru & Tú)

Capítulo 11: El vacío se llena con amor

(Subaru)

Estaba pensando, ayer fue muy divertido pasar un tiempo con ___ en ese bote, creo que fue feliz, pero necesitaba más

- ¿Qué más puedo hacer? no creo que ir todos los días en bote ayude a hacerla feliz - daba vueltas en mi habitación - ¿Qué puedo hacer?

"Lo que a las mujeres les hace muy feliz es el sexo"

Recordé las palabras de Laito y golpeé la pared

- No, eso no - con un leve rubor en las mejillas me senté sobre el sofá de mi habitación - ¿Qué te puede hacer feliz? - me repetía en la mente; de repente tocan mi puerta, fui a abrirla - Reiji - él entró a mi habitaición

- No te interrumpo nada ¿o si? - preguntó

- No no... ¿Deseas algo? - él volteó a verme

- ¿Qué estás haciendo Subaru? - inquirió

- Hacer ¿Hacer qué? - él me miró

- Recuerdas el diagnóstico que te di de ___ ¿verdad? - asentí - Ella es un recipiente, un humano sin alma, pero ¿Cómo es que puede estar viva? - 

- Si tú no sabes menos yo - le dije

- ¿Seguro que no sabes nada? - negué con la cabeza - Me parece muy extraño, seguiré haciendo más pruebas por si acaso - dijo él - Esa chica es extraña, debe haber un motivo por el que ha venido y debemos saberlo antes de que pueda pasar algo - el estado alerte de Reiji era impresionante - Subaru, quiero que la vigiles - 

- Ah... si claro... - él se retiró y yo suspiré - Alguien más que me pide vigilarla, qué irónico - dije; tengo que pensar en algo rápido, quería ver a mi madre por eso haría todo lo posible - No me puedo rendir - susurré y me acerqué a la ventana, vi a ___ en el jardín, estaba viendo las flores - Iré a verla.

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(___)

Las plantas y flores que habían en este jardín eran muy peculiares, algunas exóticas y muy inusuales

- ¿Qué haces? - Subaru se acercó a mí 

- Oh hola, estaba viendo las plantas, son muy bonitas - comentó - ¿Podemos ir a ver las rosas blancas? Ayato me dijo que debía pedir permiso - 

- Si claro - él accedió y fuimos allí - Definitivamente esta es mi parte favorita - las rosas blancas eran hermosas - ¿Cómo decidiste cultivarlas? 

- Por mi madre - dijo - Ella era como una rosa blanca - 

- Oh, de seguro que era muy hermosa - él sonrío 

- Si, lo era - me miró a los ojos, yo desvié la mirada un tanto nerviosa

- Subaru... quería agradecerte otra vez por lo de ayer, lo disfruté muchísimo

- Igual yo, fue divertido - alegó - Y... ¿No quieres dar una vuelta? 

- Si, vamos - accedí, él y yo paseamos por los alrededores del bosque y hablábamos de diversos temas para pasar el tiempo - En la mañana Yui me mostró la biblioteca de la mansión, hay muchos libros - conté

- Si, la gran mayoría son de mi padre y Reiji es el que mas lee - dijo él

- Ya veo... Reiji siempre está en su laboratorio ¿Es un estudiante de medicina o que?

- Llevo cursos en la universidad, luego la dejo porque sentía que no le enseñaban nada y decidió aprender por su cuenta - añadió

- Oh... yo... no recuerdo si iba al Instituto, pero si me hubiera gustado ir - dije; caminamos unos minutos más y llegamos a la ciudad, fuimos a una tienda a comprar un poco de agua. Las calles se veían iluminadas por los faroles y el cielo estrellado era precioso

- Amo esta ciudad - comenté

- ¿En serio?

- Si, es tan tranquila y hermosa... me siento augusta aquí - sonreí

- Me alegro por eso - dijo él

- ¿Desde cuándo vives aquí Subaru? - él se quedó pensativo

- Hace mucho, antes de que fuera una ciudad turística - 

- Ah cierto... tú eres un vampiro - dije - ¿A los vampiros no les gustaba la sangre? - él asintió

- Si, es nuestra fuente de vida - alegó

- Tú... ¿no te sientes raro al tenerme cerca? lo digo por la sangre... - él río

- Tonta, he aprendido a controlarme, además salgo a veces de día a cazar al bosque con los demás, cuando no hay mucha luz del sol claro - me contó

- Ya veo, ser vampiro eh... debe ser genial - decía 

- No tengo quejas - reí e íbamos a cruzar la pista para ya volver a casa y en eso Subaru me jala del braza cayendo sobre su pecho - ¿Qué pasó? - de repente un estruendo sonido se produjo, di la vuelta y miré a un auto estrellarse con un poste de luz

- ¡Oh Dios! ¡¿Están bien?! - Subaru me levantó

- Tenemos que irnos - vi a la mujer en el volante con sangre cayendo de su cabeza - ¡___! - él me hizo reaccionar y me llevó hacia el bosque - Por poco - dijo, yo estaba hiperventilando - ¿Estás bien?

- Esa chica... - escenas de un accidente similar vinieron a mi mente, escuchaba la sirena de la ambulancia y un dolor increíble en mi cuerpo me atacó; en eso, vi a una mujer con el cabello largo y un vestido a lo lejos, sus ojos verdes me miraban fijamente y me dolió el pecho 

- ¡___! - cerré los ojos y ya no sentí nada.

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Me desperté sobre una cama, Subaru estaba a mi lado 

- ___ - me senté sobre esta

- Auch... - mi cabeza me dolía - ¿Qué pasó?

- Te desmayaste - recordé cuando me lo dijo - ¿Estás bien?

- Yo... - comencé a temblar, al parpadear pude ver a dos mujeres ahora, tenían el cabello largo una ojos verdes y la otra con ojos rojos - No... - miré a Subaru 

- ¿Qué sucede? - lo abracé de imprevisto

- Tengo miedo... - mis manos temblaban - Tengo miedo - susurraba, no sabía porqué, pero me sentía insegura

- Tranquila, estoy aquí - él me abrazó - Cálmate - sus palabras me tranquilizaban - Deberías dormir un poco - recomendó

- ¿Te quedarás? - él asintió 

- Estaré a tu lado - me ruboricé un poco y cerré mis ojos, dormir me ayudaría a relajarme aunque sea unos minutos.

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(Subaru)

No sabía lo que le había pasado, estaba preocupado por ella de alguna manera; ya que dentro de ella se encontraba mi madre.

- Tendré que... - de repente, siento como me toma de la mano - Ser más cuidadoso... - completé mi frase y la acaricié del cabello - Tranquila, no me iré a ningún lado - sentía pena por ella y me odiaba a mi mismo por tenerla que hacer pasar por esto - En verdad lo siento - susurré y ella sonrío al sentir mis caricias, yo también sonreí como estúpido. ¿Qué me pasaba?