Histeria; JohnMark [ Cancelada ]

VIII part.1

Se requiere al menos haber leído Íncubo [ la primer parte de la saga ] para comprender el siguiente capítulo
ahora sí, disfrutad.

Dedicado a :💞Romeritoreading 💞

.

.

.

.

.

9 de Febrero, 2002

-¿Estás seguro, Taeil? - preguntó en voz baja, echando vaho inconscientemente por la temperatura - Es una cría aún, sus padres la echarán de casa si se llegan a enterar.

El castaño le dedicó una mirada llena de reproche. Ambos ángeles iban dirección a la casa de la susodicha.

Después de minutos y minutos caminando en la oscuridad de la noche, llegaron.

Divisaron a unos metros una casa de madera de dos plantas algo antigua. Una chimenea expulsaba humo en su cumbre, dejando un olor humilde y cercano a quién pasara por allí. Era de un ladrillo escarlata y un jardín frondoso.

Se tendría que pasar por una verja de medio metro algo oxidada y con su pintura negra desconchada.

-Taeil, por última vez - suspiró decaído parando de andar - ¿Estás totalmente seguro de dejarle a ella la responsabilidad... de tener a un ser que anteriormente era del inframundo?

El nombrado suspiró.

Johnny Seo iba a de nacer de nuevo, y no como en su anterior vida, ahora iba a ser humano. Tenían en su poder elegir a la madre con la quien pasaría el resto de su vida, pero eso no quitaba el hecho de que aún podría haber un atisbo de maldad en él. Ahora, iban a dejar que una chica, joven y de clase media lo tuviera.

Kang Seulgi era una mujer a punto de cumplir los 19. Vivía con su familia y estudiaba derecho en la universidad más cercana. Tenía una pareja estable con la que llevaba desde los 17, aunque sí no se casaban no iría a vivir con él; y se encontraba embarazada de ocho meses y tres semanas.

Parecía tener menos edad y portaba de una belleza extraordinaria. De ojos oscuros y cabello castaño largo y liso. Era mayormente alegre y risueña, inteligente y creyente.

La habían estado observando durante varias semanas. Era la mundana más pacífica, amable e idónea para tener al bebé. Luego, otra madre lo criaría.

-Estoy seguro, Jungwoo. Ya lo vimos hace días, esa muchacha es ideal para ser su madre, es lo que necesita para no ir por el mal camino - contestó el ángel guardián a su acompañante.

Kim Jungwoo era un ángel guardián en prácticas. De cabello naranja, ojos verdes y tez pálida. Este le tenía miedo a que, de mayor el bebé tomára el rumbo equivocado.

Llegaron a la casa en un pis pas. El olor de hierba húmeda, el sonido del viento y la atmósfera de después una tormenta eran perfectos para un parto.

Si, parto. Nacimiento.

Harían que Kang Seulgi tuviera al niño en la madrugada. Hoy supuestamente sería su parto, y por supuesto, en su casa.

Con un chasquido estuvieron en su habitación, invisibles al ojo humano.

En el centro de la estancia dormía una chica preciosa, casi de cuento. Estaba tapada hasta los hombros y durmiendo boca arriba. Entre la colcha blanca y mullida se distinguía una barriga de embarazada preciosa.