Capítulo 9 - Adam

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To Build a Home – The Cinematic Orchestra


—Quiero hablar contigo — le pedí a mi hermano desde el umbral de su habitación, tan pronto como había vuelto a casa. Por la mañana lo había abandonado y suponía le había dolido mi comentario porque no me llamó por la tarde para que lo esperara, simplemente volvió solo en Uber. Me miró apenas, levantando la cabeza, lo hacía de una manera forzada, no sabía si estaba dolido o molesto y de ser honesta no quería saberlo, quería dejar pasar las cosas hasta que las olvidara, pero no podía evitar mis conflictos con él, mucho menos porque vivíamos bajo el mismo techo—. Siento lo que dije en la mañana—, continué sin darle tiempo a responder — en verdad estaba muy molesta, muy triste, estaba profundamente decepcionada conmigo, principalmente, no sabía cómo afrontar esas mentiras.

—No son mentiras —, me rebatió rápidamente, aún sin mirarme del todo —, pasé un par de noches hablando con él por teléfono traduciendo lo que me pedía y dándole sentido.

Esto último claramente me sorprendió, porque todo el cagadero que había hecho fue en vano.

—Espera, ¿cómo? —, Pablo me miró fijamente por primera vez en todo el rato.

—Me encontró en Instagram y me mandó un mensaje, me envió su número y me pidió que lo llamara. Lo hice. Me explicó la situación, me dijo que quería escribirte, pero muchas traducciones no tenían sentido, hicimos lo mejor que pudimos juntos, y me pidió que ideara algo curioso para agregarlo, porque ama los puzles.

—Por eso el orden de las letras —asintió.

—Traté de explicárselo, pero no entendió bien y sólo confió en mí.

—Lo siento mucho, siento todo lo que dije. Eres mi hermano y te amo y no cambiaría eso por nada del mundo —rápidamente me abalancé sobre él abrazándolo.

—No te preocupes, enana —, aceptó mis disculpas y me abrazó de vuelta.

...

Mis padres habían vuelto de dónde quiera que hubiesen estado y habían organizado una carne asada para el fin de semana próximo a su regreso, así que una vez más estaba obligada a presentarme decentemente para que mis padres fueran felices y no me reprendieran durante las siguientes semanas. Invitaron a conocidos, amigos y socios de la empresa, nosotros éramos libres de invitar a cuanta gente nos viniera en gana, pero únicamente invité a Abby, quien vendría con Erick, ni siquiera quise comentar al respecto frente a Austin, para no verme obligada a invitarlo. No sabía cómo tocar el tema con toda mi vergüenza frente a él pese a las constantes insistencias de Julieta y Abigail, así que solamente pasé la situación de largo y planeaba hacerlo un par de días más, mientras esperaba iluminación para saber que decir.

Pablo invitó a Camila, que al parecer no lo rechazó, y que, aunque no tenían nada formal, presentárnosla era la introducción a ello, mi hermano había decidido estar enamorado; por otra parte, Julieta había invitado a una amiga de su pequeño y nuevo trabajo.

Después de dejar a Miguel, se había quedado a vivir en la casa junto con Damián, y había dejado su anterior trabajo, encontrando uno nuevo un par de semanas después, dónde según ella misma decía, se sentía mucho mejor que en tantos años atrapada en la misma casa, en la misma oficina.

El resto de mis hermanos prefirieron no invitar a nadie, pues casi todos los hijos de las demás familias eran de la edad y el que mis hermanos fueran extrovertidos, les permitía adaptarse a cualquiera, yo que era una apática introvertida, no podía confiar en ello.

—¡Gabriela! — me llamó mi madre desde la planta baja, estaba usando unos sweatpants y una camiseta gigante que en algún momento había pertenecido a alguno de mis hermanos mayores, no pensaba arreglarme hasta más tarde, y estaba tratando de evitar ayudar, por lo que me había quedado encerrada en mi habitación pensando que quizás así mágicamente desaparecería, pero no lo hice —. Tenías que bajar a hacer esto desde las 9, ¿qué chingados estás haciendo?

Punto y Coma  [T E R M I N A D A]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora