La Chica De Las Sombras.

Capítulo VI

Capítulo VI

La clase de protocolo, gracias a Dios, había finalizado, la hora de la siesta ya había pasado y así finalmente llegando a la tarde.

—¿¡Qué haz hecho que!?— pregunto exasperado Dallas, una vez que le conté toda la escena con la princesa Mickenzie especialmente lo que le conteste al final.

— Y dije aquello y creo que ahora me va a mandar al calabozo. Quizás no reaccionó al momento pero ¿Y si reacciona ahora?— ignore la pregunta de Dallas mientras mordía con nervios mis uñas.

— No lo sé. Quizás le resto importancia.— ahora hablo Kendall en una postura un poco extraña; estaba acostado en el piso con las piernas sobre la cama.

— Lo que sea que pase no vuelvas a hacer aquello nunca más.— Dallas me miro fijamente. Asentí con la cabeza.

El sonido de la trompeta llegó a nuestros oídos, era una señal que teníamos que ir al patio. Supongo, porque de allí venía la melodía de la trompeta.

—Vamos.— todos nos levantamos rápidamente y salimos a paso apresurado de la habitación.

— Que fastidio bajar todas estas escaleras siempre...— se quejó Simone, un chico demasiado alto; quizás tenía 2 metros, un príncipe que venía desde Yugoslavia. Lo había conocido desde los primeros días y era un poco parecido a Teodore por sus actitudes pero no era mala persona.

— Peor es subirlas.— ahora me queje yo.

— Ya cállense y bajen esas escaleras sin hablar.— murmuró el guardia que iba tras nuestro.

— ¿Y los demás?— pregunto Simone ignorando el aviso del guardia. Entiendo su curiosidad, íbamos siete chicos y el guardia bajando las escaleras.

— Ya están abajo.

[...]

Llegamos al patio y ahí estaban los demás chicos ¿Cómo habían llegado?

— Ya que todos estan aquí.— hablo Mason una vez que nos vio llegar.— Hoy van a practicar arco y flecha.— algunos gritaron con júbilo y otros murmuraron.— Y otros tienen las citas con las princesas.

Las citas con las princesas consistía, en que 4, al azar, de nosotros, debían ir hacia el otro lado del patio para encontrarse y tener como "una cita" con alguna de las princesas cada uno.

— Nombrare a los que tienen que ir a las citas...— volvió a hablar Mason. Agarró un papel y comenzó a leerlo. Rogaba a mis interiores que por favor yo no, sinceramente tenía muchas ganas de practicar arco y flecha.— Pablo Jersey, Teodore Ramos, Adam Blake— Ostia de las ostias.— y Dallas...

Después del nombre de Dallas no escuche nada más porque me enterré en mi angustia.

— ¡Genial! ¡Nos ha tocado las citas! ¿Puedes creerlo?— me gritó Dallas, más que emocionado mientras saltaba alado mío. Al parecer era su primera vez.

— Creeme Dallas no es tan divertido como piensas.— exclamé con bronca por mis interiores.

Odiaba con todo mi ser esas citas, era lo más patético. No había cosa más odiaba por mí que aquella idea estúpida. Sí, había tenido solo una cita pero era muy fastidioso.

— Usted si que es amargado.— hizo una mueca mientras íbamos hacia donde iban los otros dos.

— Ya vera usted lo fastidioso que son esas citas.— reí.

— Jersey váyase para el fondo del palacio, Ramos hacia la puerta negra de la segunda planta del palacio.— supongo que ahí estaban las princesas con las que les tocaba.— Usted váyase para el jardín del frente.— le señalo a Dallas.— Y Blake váyase para la puerta blanca en la segunda planta.— Mason me miro fijamente.— ¿¡Que esperan?! Muevanse. Allí están las princesas con las que tienen la cita.— y rápidamente todos nos comenzamos a mover hacia donde nos indico.