La Chica De Las Sombras.

Capítulo V

Capítulo V.

Giré bruscamente mi cabeza y la golpeé contra la mesita de luz, eso hizo despertarme del profundo sueño en el que me encontraba.
Abrí mis ojos y la suave iluminación del día que se reflejaba por mi ventana captaron mis ojos.

—¡Adam! ¡Despierta!— gritó Kendall detrás de mi puerta. Estaba desesperado ¿Y ahora, que le sucede?

—¿Qué quieres Kendall?— contesté de mala manera mientras me separaba de mi hermosa y cómoda cama. No había podido dormir bien por la enorme curiosidad que tenía en saber quien era aquella chica que había visto en la oscuridad de la cima de la torre.

—¡Apresúrate! Ya nos vamos a desayunar.— dicha aquella frase, agarre la ropa que encontré y me la coloqué, obviamente revise si me quedaría bien.

—¡Ostia! ¿Qué tan tarde me he despertado?— dije una vez que salí de mi habitación y lo encontré a Kendall apoyado en la pared y los demás chicos hablándose entre sí.

—Oye, cuida tu vocabulario.— Michael, un chico mas, me reprendió mientras los demás dejaron de hablar.

—Disculpen las molestias.

— Adam, ¿Acaso no escuchas cuando los guardias tocan nuestras puertas?— Kendall se acercó a mí y me miraba enojado.— Siempre lo mismo contigo hombre.

— He dormido mal y tal vez por eso no he escuchado. Discúlpame.

Posiblemente la curiosidad que tenía por saber quién era la chica que estaba en el ático no me había permitido dormir, aunque por parte me causaba escalofríos.

                               [...]

— Señor Blake.— escuche una grave voz llamarme varias veces, con pesadez abrí mis ojos y me di cuenta que me había dormido en la clase de protocolo. Esto me traería problemas.— ¿Podría dejar de dormir?— el profesor, que había olvidado su nombre, me miraba con rabia pero me hablaba tranquilamente.

—Oh, discúlpeme. He dormido mal por la noche y no me he dado cuenta que el sueño me dominó. Mis disculpas.— rápidamente me senté como se debe y me disculpé con el profesor.

—Señor Blake a nadie le interesa si durmió bien o no por la noche, lo que debe hacer es prestar atención y nada más.— habló Theodore. La rabia me invadió, quería levantarme y romperle ese rostro de muñeca que poseía, me estaba cansando que se meta dónde no le llamen.

— Señor Ramos le agradecería demasiado si no se incluya dónde no le llamen.— le respondí a Theodore. Los chicos soltaron risas burlonas.

—No me faltes el respeto Blake.— Theodore giro a verme, su cara estaba totalmente roja y sus ojos parecían tirar llamas de fuego, realmente está enojado por una estúpida respuesta

—Mis disculpas pero yo no le he faltado el respeto.— añadí a mi defensa.

—Si que lo haz hecho.

—Señor Ramos, el señor Blake no le ha faltado el respeto solamente le ha dicho que no se meta en los asuntos que no le incluyan a usted.— ahora comentó Dallas.

— ¿Qué hablas tú metiche?— Theodore volvió a hablar.

— ¡Ya basta!— grita el profesor realmente enojado.— Primero se duerme en mi clase luego comienza a pelear, no tolerare ese comportamiento señor Blake.— y ahora su mirada la clava en mi. Rogó para mis interiores que no me castigue.

— Discúlpeme profesor por las molestias que le he ocasionado, realmente no era mi intención dormirme ni pelear.— respondí totalmente angustiado, coloque mi mirada en el suelo.