Parte 8: Nuevas Amistades.
Samantha y Duddle llegaron al gran castillo. Las grandes ventanas dejaban ver la luz del interior. Samantha entró por las grandes puertas principales de madera, en el interior había un hol que daba paso a un gran comedor dónde estaban reunidos el resto de personas ya que era la hora de la cena.
Duddle le comunicó a Samantha que se reuniría luego con ella. Samantha fue hasta el comedor que se encontraba frente a ella.
Allí la acogió un profesor bajito con puntiagudas orejas. Samantha sentía muchísima vergüenza porque todo el mundo la miraba a ella.
Samantha se sentó en el banco que le indicó el pequeño profesor.
-Hola, me llamo Anya Dins- le dijo una chica que estaba sentada a su lado. Era de su misma altura, rubia, con unos claros ojos azules, iba vestida con una camisa blanca sobre la que llevaba un jersey de color rojo oscuro y una falda gris la cual debajo tenia unas medias grises, sus zapatos eran de color negro, pero que ahora que se fijaba bien, todo el mundo llevaba la misma ropa. ¿Sería el uniforme?
Los chicos llevaban el mismo jersey rojo y unos pantalones grises con zapatos negros.
-Yo soy Samantha-respondió la chica ante la amable presentación de Anya.
-Podría enseñarte el castillo después de cenar si quieres-dijo la chica con amabilidad.
-Vale me gustaría conocer esto.
Una mujer esbelta, con la cara llena de arrugas y con el pelo recogido en un perfecto moño se acercó a Samantha y mirándola con sus gafas de media luna y le dijo a Samantha.
-Samantha Bonss, el director te está esperándo en su despacho, acompáñame.
Samantha se despidió de su nueva amiga con un gesto con la mano, Anya la sonrió.
-Soy la proferora Rosalía, en mi clase aprenderás lo fundamental de la transformación en animales u otros objetos básicos.
Samantha se quedó fascinada al oír lo que podría llegar a hacer en aquella escuela. La profesora avanzaba rápidamente por los pasillos y Samantha la seguía recorando el camino que estaban siguiendo. Poco después llegaron a una puerta de madera que se entornó para dejarlas pasar a ambas.
-Profesor, le traigo a la señorita Bonss como usted me a pedido.-dijo la profesora con buena educación y respeto ante el director.
-Muchas gracias, Rosalía, ya puede marcharse a preparar sus clases.
-De nada profesor.
«¿Por qué le llamará profesor?,¿No era el director quien quería verme?»- pensó Samantha.
-Toma asiento Samantha- dijo la voz del director que se encontraba sentado en su silla.
La silla se giró y Samantha contempló el rostro de Duddle mirándola alegremente.
-¿Tú eres el director/profesor de la escuela?- preguntó Samantha emocionada.
-Sí, soy el director de la escuela, pero todo el mundo me llama profesor porque continúo dando clase aqui-explicó Duddle a Samantha.-Te he llamado para darte el uniforme del colegio y ver cuales son tus primeras impresiones sobre esto, ahora es el momento de que hables.
-Gracias, Dudd..profesor.-se corrigió Samantha- Todo aqui es muy emocionante, el castillo, los jardines, las montañas, las clases que se imparten TODO.
-Celebro de que te guste Samantha, ahora reúnete con tus compañeros para que te acompañen a los dormitorios.
Samantha salió del despacho del director y fue a buscar a su nueva amiga Anya, cuando la escontró, ésta estaba con otro chico, era alto y delgado, con el pelo rubio y unos centelleantes ojos azules, la pareja perfecta para Anya.
-Hola Samantha-saludó Anya- Este en Max.
-Hola Max- saludó Samantha al chico.
-Hola Samantha- dijo en chico un poco cortado.
...
-Me a dicho el director que me acompañeis a los dormitorios que es hora de dormir- intervino Samantha ante el silencio que se había creado.
-Justo le estaba diciendo a Max que ya era hora de irnos- dijo Anya.
Los tres se dirigieron hacia los dormitorios y en el camino hasta ellos se dieron cuenta de que estaban hechos para ser los mejores amigos.
Entraron a una sala llena de cómodos sillones y mesas con sillas llenas de libros de otros estudiantes, todo ello con el calor que daba una gran chimenea de piedra que un alumno encendió con un movimiento de manos.
El dormitorio de las chicas se encontraba a la izquierda de la sala y el de los chicos a la derecha.
-Hay muchas otras salas con dormitorios, se distribuyen según el año que curses en el colegio, esta es la sala de primer año- le explicó Max a Samantha.
Las chicas se despidieron de Max y se dirigieron hacia su dormitorio.
El dormitorio era muy acogedor, en él había quince camas para las quince chicas que había, en cada curso eran quince chicas y quince chicos. Las camas eran grandes, mullidas, con unas sabanas suaves y almohadas y cojines suaves y blandos. En el centro del dormitorio había una estufa que calentaba toda la habitación.
-Tienes todas tus cosas en ese baúl que hay bajo tu cama, todas tenemos uno. Es un baúl mágico que cuando lo pones de pie, aparece un armario con toda tu ropa ahí tendrás el pijama, la ropa es la misma que la de todas.- le explicó Anya a Samantha- Buenas noches, descansa para mañana que nuestro primer día de clases.
-Buenas noches, Anya, y gracias por todo.
Ambas chicas se cambiaron y se metieron en la cama, era tan tan cómoda que Samantha se quedó dormida al instante.
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Solamente un Sueño.
FantasySamantha, una joven valiente no sabrá lo que puede llegar a hacer hasta que una noche sueña con su poder y esto la embarcará en una emocionante aventura llena de magia, poderes y misteriosos personajes.