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Me paralicé ante su pregunta, no supe que responder y eso me llenó de nerviosismo. Mis manos comenzaron a sudar y mi corazón se alteró como loco.

¿Cómo podía hacerme esa pregunta?

¿Cómo podía responderle de manera que no lo lastimara?

Porque la verdad, yo no lo amaba. No podía amarlo en este instante, porque aunque él me haya contado esa historia y yo decidiera creerle, no había más nada fuera de eso. No tenía un recuerdo, no tenía noción de lo que había pasado o podría pasar más adelante. No voy a negarlo, SeokJin me gusta, me gusta su rostro, me gusta como habla, me gusta hablar con él y sentir su amor hacía mi aunque en estos momentos eso sea algo egoísta. Pero definitivamente no lo amaba, no por ahora.

— Jin... — intenté hablarle para arreglar la situación. Había visto su rostro y no me había gustado nada verlo al punto de las lágrimas.

— Jihe, ¿que haces aquí? — escuché una voz detrás de mi que no reconocí. Me giré y vi a un muchacho pelinegro, alto y muy guapo acercarse a mi con una sonrisa.

¿Quién era él? ¿Por qué se dirigía a mi como si me conociera?

No me vayan a decir que es otra persona del futuro.

— ¿Quién eres tú? — fruncí el ceño.

Él sonrió algo angustiado y me miró a los ojos como si estuviera mirando a su hermana mayor que hace muchísimo tiempo no veía.

— Verdad, no me conoces — dió un paso y tropezó con sus propios pies lo cual lo hizo caer hacía delante.

Bien, este chico está completamente borracho. Me acerqué para ayudarlo a levantarse ya que me había dado algo de lástima verlo caer, pero Jin se me adelantó.

— ¿Estás bien? — le preguntó luego de ayudarlo a ponerse en pie — Me parece que es hora de ir a casa. Vamos, te ayudaré a conseguir un taxi.

— ¡Pero si yo tengo auto! — gritó el chico a todo pulmón y vi a Jin hacer una mueca.

— Da igual si tienes un auto o una bicicleta, no podrías ni manejar un triciclo.

Me hizo una ceña de que volvía pronto y lo ví alejarse mientras que Tae venía hacía mi con los ojos muy abiertos.

— ¿Qué hacía aquí? — lo escuché susurrar.

— ¿Lo conoces?

— ¿Yo? — se tocó el pecho mientras hacía una mueca — No que va, nunca lo he visto en mi vida — dijo disimulado y la chispa de la incertidumbre se encendió dentro de mi.

Acaba de mencionarlo, ¿por qué ahora pretende no conocerlo?

— Tae, ¿me estás ocultando algo? — me crucé de brazos.

— ¿Yo? No, claro que no ¿Que te iba yo a ocular y por qué? — rió nervioso — Mejor entremos, aquí fuera no hacemos nada.

Tomó mi mano y me llevó nuevamente hacía dentro. Evité seguir preguntando acerca del chico de antes. El resto de la noche Tae se la pasó pegado a mi y fue algo que le agradecí porque así no tendría que encarar a Jin, me daban nervios solo mirarlo.

(...)

— ¿Segura que no quienes ir a tomar algo? No tengo sueño aún y me voy a aburrir solo.

— Si Tae, estoy segura porque a diferencia de ti yo si tengo mucho sueño y estoy loca por estar en mi camita — le hablé por la ventana del auto — Mejor vete ya a dormir, mañana tenemos que trabajar.

— Vale, está bien.

Me despedí de él y me giré para entrar a la casa. Al parecer Jin ya había entrado porque no lo veía en ningún lugar. Cerré la puerta detrás de mi y me llevé un gran susto al verlo parado frente a mi.

— Mm... — dudé — Me voy a dormir.

— Espera — mi intento de escape falló — Creo que tenemos algo de que hablar, ¿verdad? — dirigió su mirada a la mía y desvíe mis ojos al instante. Lo escuché suspirar — Sé que esto es difícil para ti, lo es igual para mi. Pero entiendeme, no sé cuanto tiempo tengo para arreglar todo lo que pasó, es que aún no sé cómo voy a arreglarlo y es tan difícil ver que tu me miras como un total desconocido. Lo único que quiero es saber si al menos soy alguien importante para ti, solo eso.

— Lo siento — me disculpé — Perdón por comportarme de esta manera, yo solo me siento perdida. No sé que es lo que va a pasar, no sé que es lo que quieres arreglar. No sé que está pasando con mi vida.

Me senté en el sofá con las manos en el rostro. Estaba altamente frustrada.

Sentí las manos de Jin sobre las mías y alcé mi rostro viendo como me sonreía, acarició mi mejilla y sentí una enorme calidez en su caricia, me encantaba.

— Tranquila, solo tenemos que comenzar.

Sonreí al escucharlo y nos quedamos viendo uno al otro como dos tontos. Lo sentí acercarse a mi hasta el punto de sentir su respirar sobre mi rostro. Cerré mis ojos al instante y mi corazón comenzó a palpitar descontroladamente. Sentí sus labios sobre mi mejilla y como se iba acercando con pequeños besos por toda mi cara hasta mi boca.

Mi celular comenzó a sonar y nos separamos al instante. Ni siquiera lo miré, me levanté y tomé el celular. Era TaeHyung.

— ¿Que pasa? — contesté.

Pasame a tu novio.

¿Qué?

Sólo pasame a Jin.

Le dí el celular a Jin y este lo tomó extrañado. Se lo puso en la oreja y contestó. Luego de escuchar se fue hacía la cocina y yo lo seguí a escondidas.

— No se puede enterar, no aún — lo escuché decir.

¿De qué no me podía enterar? Porque de sobra sé que están hablando de mi. Además, ¿desde cuando Tae y Jin tenían secretos?

Sé más de lo que te imaginas — dijo y colgó.

Bien, esto se está poniendo muy raro.

Bien, esto se está poniendo muy raro

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Feelings; ksjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora