Se encontraba en la mitad de la fría noche vagando por las solitarias y melancólicas calles de Seúl; preguntándose por qué el se sentía así, por qué no podía ser como la imagen que le proyectaba al mundo, solo quería entender por qué no podía ser el Jackson Wang seguro y confiado que todos conocían, admiraban y adoraban, por qué no podía tener una buena imagen de el y valorarse como debería.
A fin de cuentas el siempre sería su mayor hater y la mayor causa de sus inseguridades, solo el y su mente.Perdido en sus pensamientos y sin darse cuenta de cuanto o dónde había caminado llegó al lugar donde tantas veces se había refugiado, el estudio privado de Im Jaebum,su líder, mejor amigo, confidente y aunque no lo admitiera ante todos por el temor al rechazo, el amor de su vida.
Golpeó sin ánimos la puerta que tantas veces lo había visto, en solo segundos el mayor se encontraba abriéndole, estaba con su vestimenta usual, poleron negro sencillo, pantalones grises demasiado cómodos y su simple gorro negro que llevaba con el a todas partes, Jackson pudo notar el cansancio en sus ojos y pensó que había sido una completa estupidez venir a contarle sus tontos problemas al mayor
Jaebum noto algo distinto en el castaño, vio que sus ojos no derrochaban alegría como siempre, su pequeño se sentía mal y el podía verlo.Jaebum hizo pasarlo, para el bajito se sentía igual de acogedor como siempre, las fotos en el estudio lo reconfortan, ver imágenes de los buenos momentos que había pasado con los demás o ver fotos de los momentos que el pelinegro había considerado hermosos para capturar con su cámara lo hacían sentirse un poco menos afligido, pero aún así el pesar en su corazón estaba ahí y no se iba a ir a menos que lo dejara salir completamente.
- ¿ Estas bien Jack? - Pregunto el coreano, no dejando de quitarle la vista al bajito
- ¿Tanto se me nota? - le contestó Wang, con un tono apagado al igual que sus ojos.
- Pues no te veo encima mío exigiendome amor como siempre - le comento Im riéndose levemente
- Ya no aguanto más Jaebumie, no me aguanto más, no aguanto seguir el papel del idiota feliz, no soy el, por las que quiero no puedo, me odio tanto que ya no se seguir luchando contra esto o hacerle caso a las malditas voces que mi cabeza crea, no se que hacer Jaebumie - las lágrimas comenzaron a correr libremente por la cara del menor, cada lágrima soltaba un pesar oculto del chino, había callado tanto por no preocupar a nadie, había ocultado tantas emociones, pero ya no más, no podía mantenerse fuerte ante el de ojitos rasgados.
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Refugio | Jackbum
القصة القصيرةPara ninguno de los dos era fácil, cada uno cargaba con demonios que sólo perecían al momento de estar juntos.