prologo

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Conocen el punto donde el placer se apodera de uno mismo, donde lo confundes con amor, donde ambos se confunden, comenten tropiezos pero aun así están el uno a otro y se pasan la mano en cada caída.

Bien estuve en ese punto, estuve en más puntos que eso, pase de ser de nada a todo y créanme no fue fácil, estuve liada hasta el cuello, pero supe desheredar aquellos hilos poco a poco, con una paciencia extrema.

Confundí el amor con el placer, la obsesión por cariño pero aun así estoy aquí contándole esta historia, la historia de mi vida, los líos que tuve, las sonrisas y los llantos, como perdí y como gane, como pude pasar de la frustración al alivio, fácil no fue estuve a punto de rendirme muchas veces pero por alguna razón nunca lo hice no sé si fue por milagro, por orgullo u otra cosa pero lo importante es que no me rendí.

Conocer al amor de tu vida no es como siempre te lo maginas créanme pueden creer que en la primera hallan conocido al amor de su vida pueden que acierten puedan que no pero nunca será como lo imaginaste.

Mi historia comenzó con el comienzo más cruel y doloroso, algo que la gente seguro dicen no es tan grave otros pueden pensar lo contrario pero algo que se con certeza es que nadie sabe que tan doloroso o duro llega a ser las cosas para las personas que pasaron por lo que yo en carne y hueso aquellas heridas que sanaron pero quedaron algunas cicatrices.

Mi sueño era viajar pero nunca lo soñé en la forma en la que lo hice, mi sueño era saber hasta cuanto podía crecer a pesar de las dificultades hasta cuanto podría soportar los problemas pero jamás en mi vida me imagine pasar por algo así.

Soñaba conocer al hombre de mi vida y vivir un felices para siempre, pero nunca pensé que tan duro era pasar el examen para ver que él era el indicado, que tan difícil era mantener una relación, desde pequeña había madurado y sabía que las cosas eran difícil pero no a tal grado.

Perdí a personas importantes pero dios me mando a otras más igual de importante que a las que perdí, está claro que no fueron remplazados pero si fueron mí mejor pilar mi mejor sostén.

Mi nombre es Lena Ayelen Domínguez Méndez actualmente tengo 70 años pero escribo el libro de mi vida el libro donde cuento el cómo pase de ser Ayelen Domínguez una chica que procuraba por todos y tenía una humilde casa a Lena Méndez una chica que lo tiene todo pero que también así lo pude perder todo en un segundo.

Lo importante de la historia no es el final sino el contenido que tiene esta

La historia de Lena MéndezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora