Pt. 0.9

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Los días se convirtieron en meses, específicamente en tres meses, se habían conocido como simples idiotas buscando una finalidad, los rumores fueron infundados en la medida que aparecían y varios trabajadores fueron capturados por esparcir calumnias por orden de una competencia del mercado, infiltrados que tenían que cumplir con indemnizaciones de alto calibre, estas son palabras del tipo intolerante que vive su vida como le place pero está suficientemente harto de la presencia entrometida, de la persona a que ahora mismo se encuentra en el baño.

Se habían acompañado lo suficiente, y mientras el más alto decía tener que lidiar con un chico presumido, el más presuntuoso solo tenía ideas mezcladas en su cabeza, propio de su estado mental pero aquello simplemente es diferente de lo que realmente está lidiando con su cabeza, es una persona firme y muy dura.

—La semana que viene, me toca mi ciclo de calor tengo que estar también con él —el chico rubio se queja por sus adentros mientras no deja sus uñas fuera de sus dientes, más a una queja parece una pregunta retórica.

Suena el sonido del lavado y se cierra la puerta del baño, golpeando el fino marco blanco de esta.

Cuando el joven sumergido en el sillón, mira la imagen de su cuidador después de un lavado de rostro, detenidamente observa los cabellos como se pegan a su frente, las gotas que se deslizan por la sien acabando en su cuello blanco, desapareciendo en el polo oscuro. El chico seca los rastros de agua dándose pequeños golpecitos en el rostro con la toalla en su mano, toalla que luego cuelga en algún lado porque ahora están en su minidepartamento, que le fue ofrecido por el director dónde trabaja.

Se tomó el tiempo para mudarse pero todo fue más fácil gracias a la ayuda de su jefe.

—Tardas demasiado —se levanta del sillón, tomando sus pertenencias. Porque no pretende quedarse más tiempo en lugar con un alfa, sobretodo si es un alfa.

—¿No puedes esperar? ¿Por qué tienes que ser tan exasperante? Ah... —expresa el pelinegro, liberando algunas feromonas que lo alcanzan apenas y no quiere respirar.

—¡¿Tengo que responderte?! Te deje traerme hasta aquí porque quise ser empático, dijiste que tenías que recoger algo para luego dejarme en la universidad. No sé de qué hablas, tú eres el que es así conmigo.

Y así se comunican cuando no se soportan ni uno ni el otro. Comenzando por el primer día de la semana, lunes, cuando se firmaron los contratos.

Taehyung tenía una corta sesión por la tarde y luego una cita con su nutricionista, para eso alrededor de las una de la tarde, se le ocurrió tomar un capuchino con mucha crema batida, después de su cita con el nutricionista, tenía que seguir sus indicaciones pero podía darse el lujo de algún dulce y su manager seguía ocupada con otros asuntos pero al pendiente de su horario establecido, siempre tomándole la hora a cada momento.

Se adentro a una cafetería, pidió su capuchino y una porción de pastel de tres leches pero luego su cuerpo captó la entrada de alguien poco agradable, alguien a quien debía acostumbrarse, no de inmediato pero debía hacerlo. Sus pasos resonaron en sus oídos, su presencia inminente acercándose que le gustaría querer ignorar por esa vez, no le debía nada solo por ayudarlo una sola vez, en realidad dos veces hasta ahora. Y antes de siquiera saludar, esa persona se acercó a su oído como una persona cercana y acostumbrada, sonriendo a los demás pero manteniendo una cercanía hacia él. Todos los del equipo elegían la cafetería más cercana para estar no era extraño que el tipo estuviera aparentando.

—Buen día, bebé — el omega contuvo sus ganas de golpearlo y solo atino a empujarlo con su codo, su sonrisa tensa revelaba su negativa ante este acercamiento que se resistía acomodarse.

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⏰ Última actualización: Feb 11 ⏰

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Un tímido Indomable »Kooktae».국태.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora