─ 𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎 ϟ B.C.

ᴏɴᴇ

— ¡Es tan romántico! — Volvieron a gritar.

— Cuéntalo de nuevo. — Pidió Melody, rodé los ojos por tercera vez, el mismo número de veces que nos había contado la historia. La cual apenas duraba veinte segundos.

— Vale, vale — Asintió Aspen con una risita. — Estábamos a punto de salir del avión, yo me había quedado atrás para coger mi maleta y al girarme para dejarla en el suelo me choque con él, me pareció extremadamente guapo y...

— Sabes que eso es muy subjetivo ¿verdad? — Interrumpí. — todos verán con buenos ojos a su unión.

— Cállate Murphy. — Se quejó Halle. — ¿Es que no soportas el amor o qué? — Negué ligeramente con la cabeza y justo antes de que pudiera seguir argumentando Aspen continuó con su relato, cortando de manera "sutil" la discusión.

— Entonces me fijé en su meñique, ¿Y sabéis que? - La verdad es que sí. — ¡Nuestro hilo apareció!

Ella tenía... ¿suerte?
No es algo que estuviera claro, parecía que Halle y Melody estaban disfrutando de la historia hasta cierto punto, ya que se podían percibir los celos en ambas, pero eso era normal. Los dioses han dejado que encuentre a su unión y eso a esta edad da envidia.

— ¿Nos lo vas ha presentar? — Preguntó Halle con una sonrisa que se veía tan forzada como el intento de amistad entre nosotras cuatro.

— Claro que sí. — Arrogancia, era todo lo que desprendían sus palabras — Mis mejores amigas merecen conocer al amor de mi vida.

¿Acaba de decir "mejores amigas"? Ella no tiene de eso, y para ser honestos, yo tampoco.

— Es tarde chicas. — Mustia Melody — tengo que volver a mi casa antes de que llegue mi padre o me caerá una buena — Mientras dice eso se va levantando lentamente de la cama sobre la que estaban tumbadas ella y Halle, esta última hace una mueca de disgusto, es obvio que la tensión de quedarse sola conmigo y con Aspen podrá con ella y se acabará marchando antes de lo que le gustaría.

— Yo también me voy. — Dije levantándome del sofá que estaba en frente de la cama.

— ¿En serio zorras? ¿Tan rápido? — Se quejó Aspen, ella adoraba llamarnos así, nunca me gustó, pero tampoco ella. 

— Ya son las siete, tengo tarea de Física y no me vendría mal empezar el trabajo de Geografía — ¿Qué por qué le daba explicaciones? Supongo que ya era costumbre.

— El trabajo es para mañana. — Dice Halle mientras juega con su pelo aún tumbada en la cama.

— Por eso no me vendría mal empezarlo. — Cogí mi mochila del suelo y me la coloqué en los hombros. — Avísame cuando Jisung quiera conocernos. — Dije antes de salir por la puerta.

Aspen vivía a unos cinco minutos andando de mi casa, por lo que no me venía mal que quedáramos allí. Las cuatro nos conocíamos desde la escuela, al principio todo era perfecto, pero nuestras personalidades dieron un cambio drástico y ahora ya no disfrutábamos de estar juntas, sólo de no estar solas.
Por el camino no paraba de pensar en el hecho de que Aspen había encontrado a su unión, ese maldito hilo... aún no sabía cuál era mi opinión respecto a él. Es decir; supongo que es útil, pero tiene tantos fallos. ¿Y sí mi unión muere antes de que la conozca? No quiero ser una wireless.

Estaba demasiado inmiscuida en mis pensamientos, tanto, que no me di cuenta -hasta que ya era tarde- de que un chico en skate venía directo hacia mí. Chocamos, logrando que ambos cayéramos al suelo.

— Mierda. — Murmuró tocando su cabeza.

Levanté mi vista hasta mis rodillas, a pesar de llevar pantalones largos sentía que me las había raspado hasta el hueso, tenía ganas de llorar, pero tenía más ganas de matar al estúpido que tenía delante.