Día 3. Wayne Manor. Habitación conyugal. 10:45 am.
Tal y como Alfred había dicho, el día en verdad sería agitado; el siempre fiel mayordomo entro a las siete de la mañana a levantar a los residentes de la casa, al menos a todos aquellos que podían ponerse de pie y valerse por sí mismos y aun cuando las protestas por parte de la mayoría de ellos no se hicieron esperar, ninguno fue lo suficientemente incauto para contradecir las indicaciones recibidas por quien en realidad llevaba las riendas de la casa.
–Jóvenes amos, requiero que se bañen y vistan de forma casual y cómoda, en treinta minutos se servirá el desayuno y en una hora estará aquí Georgiano, para la toma de medidas, una vez que terminemos con eso les indicaré las siguientes actividades. –indicó propiamente el hombre que consideraban un abuelo, un padre y un suegro –Amo Bruce, requiero que usted también se aliste y deje que el amo Hal descanse.
– ¿Y las medidas de Hal? ¿Su desayuno? El aún no está condiciones para estas cuestiones. Alfred, quizás podamos esperar unos días, al menos hasta que esté mejor –susurró para no despertar al hombre que reposaba a su lado, quien seguía durmiendo por los calmantes suministrados mientras Bruce no dejaba de observar como el piloto respiraba con tranquilidad y como los golpes que había en su rostro, poco a poco empezaban a cambiar de color, llenándose nuevamente de rencor hacia la mujer que le había herido tanto.
–Descuide amo Bruce, el amo Hal despertará en unas dos hora aproximadamente, para ese momento su desayuno estará listo y ustedes también, así que podrán acompañarlo. Por sus medidas no debe de preocuparse, antes de que él se fuera a su última misión le había tomado las medidas puesto que se requería que su guardarropa fuera renovado, aunque esta última parte él no lo sabía, ya sabe lo renuente que es a cambiar su ropa y adquirir la de la línea Wayne Men's así que le comente que las medidas serían para su traje de la boda, eso resuelve el dilema actual.
Todos en la habitación quedaron sorprendidos, ahora entendían que Alfred siempre obtenía que lo que se proponía causando un nuevo nivel de respeto hacia él como mente maestra y manipuladora, sin duda, miembro digno de la Batfamily y tras la verdad revelada del por hacer que el nuevo señor de la casa vistiera de forma apropiada todos decidieron que era mejor obedecer las indicaciones previas.
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Tal como se había previsto, todos bajaron a desayunar a la hora estipulada y sin contratiempos. Exactamente treinta minutos después de iniciado el desayuno Georgiano y su equipo de trabajo hicieron acto de presencia en la mansión para la toma de medidas pertinentes; lo cual llevo casi una hora dado que los chicos a pesar de ya no ser niños <exceptuando a Damián> hicieron titánica y campal la tarea teniendo que intervenir Bruce, para mantenerlos controlados amenazándolos solo como Batman lo haría; causando un gran escalofrió recorrer por sus espaldas al pronunciar la amenaza:
"Sí no se comportan y dejan que Georgiano termine de tomarles las medidas, les juro que Hal se enterara de ésto y en cuanto esté en condiciones apropiadas permitiré que sea el quien determine el castigo apropiado a estas actitudes"
Y como por arte de magia todo fluyo de manera ordenada, Bruce solo sonrió tras su periódico, quedaba claro que su futuro esposo causaba en sus hijos más temor que el mismo Batman o cualquier otro villano, "de haberlo sabido desde que adopte a Dick hubiera buscado a Hal y lo habría traído a la mansión, muchas cosas hubieran sido distintas, aunque por esos años dudo mucho que él me hubiera hecho caso, era un estudiante y su vista estaba puesta en Carol... esa mujer ha firmado su sentencia, Batman no mata, busca justicia, aunque quizás Bruce Wayne, como príncipe de Gotham, podría permitirse un tipo de justicia más banal, al final del día de algo debía servir ser multimillonario", sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de Georgiano, anunciando que ya tenía todas medidas necesarias entregándole una carpeta que solo vio con ojos interrogativos.
–El señor Pennyworth, me indico que le entregara esta carpeta para que usted y el señor Jordán la revisen, sin más que decir señor Wayne, me retiro y como siempre ha sido un placer verlo, salude de mi parte al señor Jordán y no se preocupe, conozco la salida– y sin más se retiró de la mansión, ocasionando que Bruce se encaminara hacia la habitación donde sus hijos ya estaban ahí.
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Nuevamente las predicciones del mayor no erraron, tal como vaticinó, Hal, acaba de despertar y ahora se encontraba desayunando mientras los chicos le hacían compañía y peleaban entre ellos siendo el piloto quien los animara entre bocados hasta que la puerta fue abierta; ingresando Bruce en compañía de Alfred.
–Amo Hal, deje de incentivar a los jóvenes amos y por favor termine su desayuno; ya que es necesario que usted, junto al amo Bruce, revisen la carpeta de trajes que Georgiano les acaba de traer. En ella encontraran las propuestas para sus trajes y las de los jóvenes amos –informo Alfred, mientras el castaño terminaba su desayuno no muy feliz de tener que elegir trajes.
–En verdad Alfred, ¿ésto es necesario? Digo, tenemos demasiados trajes en los cuartos de ropa <porque Hal jamas reconocería que eso era un closet, una habitación de 4x4 no podría ser considerada de esa forma> ¿Por qué debemos de adquirir unos nuevos?, aparte Georgiano no tiene mis medidas, eso nos deja sin que pueda hacerme uno, ya que para cuando pueda tomarlas estaremos sobre de tiempo –los chicos soltaron una risita, incluso Bruce le sonrió y eso causo en él un mal presagio siendo el mismo Alfred quien lo confirmara.
–No se preocupe por eso amo Hal, con las medidas tomadas hace unas semanas serán más que suficientes para empezar la confección del traje y para cuando esté en condiciones óptimas será el momento de la prueba, dudo mucho que suba de peso por lo cual los ajustes serán mínimos para ajustarlo a su cuerpo, lo mismo con su guardarropa nuevo, el cual llegara en dos días más –comentó sin mayor emoción el hombre de más confianza para la familia Wayne y Hal descubrió como había sido timado por Alfred al enterarse de que tendría un guardarropa nuevo.
– ¡Espera, Alfred! No querrás decir que te has deshecho de mi vieja ropa ¿verdad? –cuestionó el portador del anillo con un ligero tono de desesperación.
–Claro que no amo Hal, esperare a que llegue el nuevo guardarropa para hacerlo; aunque quizás debería empezar a hacerlo, en su actual estado no ocupara mucho de lo que tiene en esos cajones y descuide, su campera estará intacta, se lo mucho que aprecia y valora esa prenda, razón por la cual me tome el atrevimiento de enviarla al taller de Georgiano para que recibiera un adecuado mantenimiento, regresara como nueva y lista para durar otros quince años, quizás más si seguimos dándole los cuidados apropiados.
Ante estas declaraciones se sintió entre engañado, usado y feliz. Engañado por el mayordomo que hacía caso omiso a sus intenciones de no adquirir ropa costosa <porque así la veía él, más que nada porque toda la ropa provenía de la empresa de modas de Bruce> y usado al descubrir que sus medidas ya estaban en manos expertas en lo referente a la alta costura en ropa para hombres, ahora, solo esperaban que les indicaran cual sería el modelo que debían confeccionar; pero lo que más embragaba su ser era la felicidad al saber que su amada campera <recuerdo invaluable para él> seria tratada de la mejor forma permitiéndose mantenerla por muchos años más a su lado.
–Ok, ¡vengan todos!, es hora de ver que trajes usaremos para el día más brillante de la familia más escalofriante –sonrió como solo él sabe hacerlo, contagiando a los demás se su buen humor aunque esto lo llevara a sentir una ligera molestia por la piel dañada de su rostro.
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Continuara...
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Preparativos de una Boda
FanfictionHal y Bruce están a punto de casarse, todo parece ir bien, los chicos están de acuerdo, a su peculiar forma pero de acuerdo, Alfred tenia casi el 80% de los preparativos listos, pero parece que Star Sapphire no tomo muy bien que digamos el hecho de...