OTRA OPORTUNIDAD

DESCUBRIMIENTO

Cuándo por fin logramos entrar en la casa, el señor me contó que la había construido él solo, la tarde en que entró a trabajar en el cementerio, cómo yo ya me temía…

Me dijo que lo único que hizo él, al construirla fue cumplir una valiosa promesa, pero que no recordaba a quién le prometió tal cosa.

Al cabo de un rato el viejo sacó de una estantería llena de polvo una libreta con los bordes amarillos y la tapa descolorida. La abrió y dentro de ella había pegada una noticia del periódico del año 1971. Me quedé paralizado al ver el titular:

 "EN UN ACCIDENTE MUEREN UNA MADRE Y SU HIJO"

No pude evitar fruncir el ceño cuándo me dijo que se acordaba de ese día como si fuera ayer y que desgraciadamente nunca pudo salvarlos.

La cosa ya me estaba empezando a preocupar, no entendía nada.

¿Qué tenía que ver ese hombre con mi familia? ¡No! ¿Qué tenía que ver ese hombre con la muerte de mi familia?

Todo me parecía muy extraño, como ese viejo tuviera algo que ver con su muerte, juro que lo mataría yo ahí mismo, sin importarme su edad, su cara o su casa. Pero intenté controlar ese espontáneo impulso y asegurarme antes de su culpabilidad y pensé que lo único que tenía que hacer para desvelar ese gran misterio que me inquietaba dese hacía ya un rato era preguntárselo a él mismo.

Pero nunca lograba hacerlo.

Mi mente estaba llena de demasiadas preguntas sin respuesta, imágenes demasiado fuertes que no podía evitar recordar, momentos inolvidables que seguro no se van a volver a repetir y miles de emociones imposibles de olvidar.

El encontrarme con gente tan evolucionada con casi ninguna historia que contar había hecho cuestionarme cuanto de valiosa era la mía, y las personas que hacían llamarla vida.

En ese momento me armé de valor, pensé que nada de eso podía llevarme un paso más allá, que yo también tenía que evolucionar.

Así que de repente decidí preguntarle sin temor sobre esas dos personas que eran desconocidas para él hasta entonces, o eso creía, porqué cuándo por fin me decidí a hacerlo su respuesta fue exactamente la misma que hubiera respondido yo, sólo que 40 años más viejo.

“Son… eran mi familia”

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