Capítulo 4

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Todo iba demasiado bien, mi vida había dado un giro de 360º, para bien. Tenía estabilidad económica, un lugar donde vivir, amigos, una familia, un título y ganas de vivir. Me sentía pleno... creí que no me faltaba nada más, pero parece que la vida me tenía un detallito más.

Domingo, Junio de 2017

Comenzaba la temporada alta en la costa oeste de Estados Unidos y el Cliff tenía muchas reservas confirmadas. Se inició la temporada con la ignauguración de un nuevo sector residencial distinguido, el Residences Monument to Paradise. La presentación de la gran maqueta representativa se hizo en el Cliff House, donde unas 150 personas participaron del cóctel de recepción.

Había arquitectos, diseñadores, los futuros dueños de las casas. Muchas celebridades de espectáculo como Robert Downey Jr., Katy Perry y Nicky Jam, los que me vienen a la mente.

También gente del mundo de la moda, pero yo de eso no se nada, solo que eran tan perfectos que dolían los ojos.

Entre la gente crucé miradas con una hermosa criatura, que debe ser algo así como una diosa mística, tenía unas curvas de muerte, el pelo largo con ondas doradas que le daban el marco perfecto a su precioso y delicado rostro.

Lo que más me llamaba la atención eran sus labios, no eran ni delgados ni gruesos, eran perfectos, tenía una sonrisa gentil que cada tanto mostraba cuando "sin querer" cruzabamos miradas. Digo sin querer porque ella no me miraría como hombre ni en mis mejores sueños. Se mostraba amable y me sorprendía que pudiera bajar del cielo para caminar entre los mortales.

Se entregó las llaves y papeles de las propiedades asi que la velada fué larga, tomaban fotos junto a la maqueta y gigantografía de aquel lugar paradisíaco.

Obviamente una suerte de presentador iba llamando uno por uno a los nuevos adquisidores de la propiedad. Esperé ansioso el momento en que la nombraran. Quería saber el nombre de ese ángel que había capturado toda mi atención.

-Señorita Barbara Nichols- Le entregó la llave y una carpetita negra de cuero con el logo del Monument to Paradise. Barbara caminó con elegancia hacia el tipo del micrófono, saludó a los otros cuatro que estaban junto a la maqueta y poso de manera profesional.

-Randy: mierda Jayden deja de babear que pareces un bebé- me sacó de mis pensamientos-

El evento terminó pasadas las 2 am. Me tocó despedir junto a Lory a los invitados, que de manera amable se despedían cón un beso, al parecer Lory tenía confianza con este tipo de personas. Algunos se iban más alegres que otros, muy relajados y sueltos; hasta que un par de jóvenes de unos 25 años, se me acercaron para abrazarme y darme las gracias por la atención, estaban demasiado ebrios. Si bien intenté disimular, me causó mucha gracia... hasta que me tensé totalmente al ver a Barbara que caminaba con pasos decididos hacia mi, mejor dicho hacia los dos sujetos que me tenían agarrado de ambos brazos diciendo cosas inentendibles

-Barbara: Steve... Frank... demasiada alegría por hoy, comportense...- estos se reían a carcajadas y uno de ellos extendió su mano para atraerla hacia ellos, haciéndola tambalear

-Steve: ven hermanita, abraza tu también al amable y apuesto muchacho que hizo que el evento salga perfecto- ella quedó pegada a mi pecho, colorada como tomate

Los dos chicos se reían como tontos, en cambio ella tiró de ambos, enojada y avergonzada.

-Lory: ¿estás bien Barbara?

-Barbara: si Lory, solo que estos dos idiotas no dejan de avergonzarme y se supone que debían cuidar de mi...

-Lory: no te preocupes, ¿quieres que te acompañe hasta el auto?

Arrástrame de la cama a la famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora