Capítulo 9

23 2 0
                                    


Había pasado un mes desde ese día, pasaron las fiestas, era un año nuevo y yo me sentía igual de mierda que antes. Comencé a entrenar duro en el gimnasio de unos amigos cerca de la playa, corría todas las mañanas, cogía con cualquier mujer que se me ofrecía. Seguía sin usar el móvil, así no tenía acceso a Internet y las redes sociales, evitaba diarios y revistas, además no hablaba más de lo necesario con mis compañeros. Salvo con Rebecca, con ella me desquitaba la ira mediante sexo guarro.

Lory y Randy me vigilaron por un tiempo, cuando se dieron cuenta que solo había tenido una mala noche. Se limitaban a preguntarme si necesitaba algo... yo se que me convertí en un idiota, solo les decía que estaba todo bien... pero también los evitaba.

Juré que iba a olvidarla, que no iba a enamorarme nunca más, hice todo lo que estaba a mi alcance y cuando al fin lo logré la puta realidad golpeando en mi puta cara otra vez-

-Lory: ¡Mierda! ¿Randy?

-Randy: que sucede? Viste un fantasma o que?

-Lory: algo así- le muestra el mensaje en la pantalla del móvil –

- Randy: Mierda! ¿se lo decimos?

-Jayden: ¿de que hablan?- entro en escena con una gran caja de servilletas de tela-

-Lory: que te irás de vacaciones mi niño

-Jayden: ¿Qué? ¿es una broma?- examiné sus rostros- ¿Qué es lo que pasa?

-Randy: bueno... a tu madre le dan una herencia familiar y tiene que viajar a Florida... y tú la acompañarás- ambos se miraron-

-Jayden: y a mi un reconocimiento del idiota del año- los miro intimidante pero el proveedor de calamares entró interrumpiendo- ya hablaremos

Durante todo el día me estuvieron esquivando y al parecer nadie más sabía que era lo que se traían esos dos.

Al otro día me levanto temprano y salgo a correr como todas las mañanas por la playa, pero extiendo mi recorrido y llego a la entrada de seguridad del Residences Monument to Paradise, desde la calle pude ver una Jeep blanca estacionada en el pórtico de una de las grandes casas, que me trajo muy amargos recuerdos.

Pensaba en las familias disfrutando de tan preciosa propiedad, niños jugando, enseguida el recuerdo de Barbara me vino a la mente, inmediatamente el idiota del novio... y mis ganas de desaparecer del puto planeta resurgieron para lastimar mi dañado corazón. Decidí irme, de camino estaba Magnum, el gimnasio donde me entrenaba-

-Rose: ¡hola Jay! ¿Qué haces tan temprano por aquí?

-Jayden: estaba de paso, me surgieron ganas de golpear a alguien- ladeó una sonrisa- entonces viniste al sitio correcto, Peter está listo para una lucha- dijo señalando el cuadrilatero en el centro de la gran sala de musculación-

Ya había tenido algunas luchas con Peter, el era mi entrenador personal.

-Peter: hey amigo, que bueno que estás aquí... ¿Cómo estás?- dice amablemente al tiempo que me tira un par de guantes negros y un protector bucal-

-Jayden: solo necesito reventar mi cabeza...- dije con pocas ganas-

-Peter: eso no es aceptable, defiéndete y descarga tu ira sobre mi- chocamos los puños y nos ponemos en guardia-

Espero a que tire el primer golpe para responder, con un derechazo en la mandíbula y otro golpe en la boca del estómago. Se acomoda de nuevo para atacar y esquivo su mano dándole un gancho izquierdo en la costilla-

Arrástrame de la cama a la famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora