Prólogo.

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Katherine, soñaba en encontrar a su Príncipe, ese hombre que con solo su tacto, su mirada, su voz, revolucionara todo su ser,—dejando sus sentimientos a flor de piel

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Katherine, soñaba en encontrar a su Príncipe, ese hombre que con solo su tacto, su mirada, su voz, revolucionara todo su ser,—dejando sus sentimientos a flor de piel.

Kat, confía ciegamente en su novio Ryan, a quien ama con devoción,— él la sedujo con espejismos,— prometió protegerla, amarla, respetarla, serle fiel y Kat llegó a soñar un futuro juntos. Nunca fue abusivo, con ella ni con sus amigas,— Kat siendo ilusa, lo tenía en un pedestal,— Ryan no trataría mal a nadie delante de Kat, es más era condescendiente al extremo con todas.

Kat vislumbraba en unirse a Ryan y formar una familia con su amado novio,— llegando al altar, teniendo hijos y envejeciendo juntos. 

Feliz mente, dieron el primer paso y se fueron a vivir juntos,— todo marchaba miel sobre hojuelas,-- hasta que él se volvió posesivo, la vigilaba constantemente, forzándola a desligarse de sus amistades, haciendo su vida monótona,— viviendo en un bucle continuo de sufrimiento,— llamado dejabú. 

Una discusión sacó a la luz, la verdadera personalidad de Ryan, Kat fue castiga, por encontrarse después de tanto tiempo, —con su mejor amiga Ashley, — en la cafetería predilecta de ambas, disfrutando de una amena charla y un exquisito café.

Kat fue castigada, ingresó al departamento de ambos, Ryan la esperaba, le dio una fuerte cachetada, seguida de tres  piñas y no conforme, sus dos manos fueron directo al delicado cuello hasta dejarla casi sin aire,— que la dejó regulando bajo,— siguieron moretones, rayones profundos con pérdida de sangre, su rostro irreconocible, no podía abrir los ojos a causa de la inflamación y el sangrado, de su labio inflamado y lleno de sangre y pequeños cortes, en la espalda, tiene marcas que recibió de un Flogger, sin mencionar el maltrato sicológico.

El cobarde de Ryan, desapareció del departamento, dejando a una moribunda Kat, con presteza tomó el celular pidiendo a su amiga que viniera urgente al departamenta. Al llegar Ashley y ver a Kat en ese estado moribundo, la llevó en su auto al Presbyteria  Hospital  NY .

Luego de la completa recuperación de Kat, Ashley la convenció  para ir a la policía,— al salir del Presbyteria Hospital 4  semanas después,— hicieron la denuncia y pidieron una orden de restricción para Ryan, nunca más lo volvieron a ver,— pero el daño en Kat, ya estaba hecho.

Ese fue el día en que su sueños murieron, donde existía un hombre que pudiera amarla y fuese solo de ella, como ella sería sólo para él y lo amaría solo a él, quedaron olvidados y enterrados, en lo más profundo de su mente y corazón.

La historia de Alex no es tan distinta a la de Kat,--. La historia de Alex no es distinta, por eso ambos no se permiten, ni quieren creer en el amor.

Alex desde joven le gustaban las chicas, principalmente las porristas, en la Universidad era gordito. El las invitaba a salir, ellas aceptaban deseosas,— supuestamente,— pero no obstante siempre lo llevaban a un engaño, encontrándose con el equipo de Fútbol Americano, lo obligaban a hacer cosas repulsivas contra su voluntad, — terminando en las redes sociales, — volviéndose viral,— le rompían el auto, le pegaban y la última fue encontrarse con April, su amor platónico, en el baño, donde estaban todas las porristas y los Futbolistas,— lo golpearon, desnudaron completo, escribieron en su piel con lápiz labial, pelaron su sedoso cabello y lo ataron como Jesús, en un poste del gimnasio en FORMA DE CRUZ, — sacaron fotos, videos, — reenviándolos a toda la Universidad y yéndose todos,— el lucho por desatarse, pero eran nudos marineros.
Al día siguiente, lo encontraron lastimado, rasguñado, con un cuadro de deshidratación y no lograban despertarlo.

Luego que terminó la UNI, escogió tomar un año sabático, esos 365 días fue al gimnasio y comió adecuadamente,— nada en exceso y tampoco nada que engorde,— terminó ese año con un cuerpo cincelado por los Dioses.

Alexander y Katherine, se conocieron por un tropiezo desafortunado,— ambos estaban furiosos,— ,— pero el destino npo se rendiría tan fácil con este par de necios, que no creen en el Amor, habrá que ver quien gana la partida.

Quién ganará?, el destino o esté par...

Si quieren saber que pasará sigan la lectura, les pido su comentario, así sabré si les agrada, ya que me incentivan a escribir y regalen una estrella, espero que les guste mucho mis Lucecitas, besos Natacha.

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Tropiezo de amor.( En Curso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora