Jugando Al Amor

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La prueba quedó atrás. En los vestidores sólo estaba la esencia de ambos, deseando al prójimo, anhelando protegerlo.

De las palabras y miradas constantes de odio y rencor, ahora sólo quedaba premura, el insaciable deseo de mirar aunque fuera en la lejanía al otro.

Inasa precedió al tiempo de ir a ducharse, quitando primero su enorme guante; parte de su traje, nunca se había sentido tan inestable, se recordaba a sí mismo en la contra Shoto, y, al cerrar los ojos, la única remembranza que venía hacia su mente era la de los lindos ojos heterocromáticos del hijo del héroe número 2. Lo que ambos habían creado, la dulce tormenta de luz y fuego.

Muy en el interior, deseaba que Shoto le hubiera visto de la misma manera en que él le miraba y le contemplaba, con deseo y admiración, con premura desesperada e impaciente. Con pasión.

Shoto trataba de entender su sentir, se había dejado llevar por un impulso carnal con Midoriya. No permitiría que eso interfiriera en su pensar.

La tormenta fue fabulosa, Shoto pensaba.

-no puedo volver a depositar el sentir, el corazón, en alguien como Izuku, en alguien de quien no sabía nada más que su nombre.

Pasaron dos días, antes de que Inasa se animara a visitar la mansión Todoroki, iba a paso lento, tratando de olvidar, al tiempo que su mente le traía el recuerdo de los ojos bicolor y la mirada frágil. Quería posponer el encuentro, mas su voluntad se lo impedía. Ése era el momento, el ciclo, e Inasa lo sabía; en su titubear había una clara razón. NO QUERÍA ENGANCHARSE DE ALGUIEN QUE NO LE CORRESPONDERÍA.

Aún más, volvía a revolver los recuerdos que tenía del chico más soberbio que había conocido en su vida, y, por un instante, le pareció que la imagen fría de shoto sólo era para no dejarse llevar de nadie. Había creado una barrera contra el mundo.

Una barrera que Inasa estaba dispuesto a derrotar.

Por fin llegó a la puerta de shoto, con temor al tocar y preguntar a Fuyumi por su hermano menor.

Sólo quería que Shoto saliera de su cabeza, y si para que eso pasara era necesario ir a buscarle, lo haría sin dudar... Nunca esperó que, al subir a la habitación del niño prodigio, del hijo favorito de Endeavor, que al girar la perilla de la puerta, se encontraría con un Shoto Todoroki sediento de amor.

Él se encontraba desnudo, con sus manos entre sus piernas, murmurando entre gemidos:

-Inasa... Yoarashi. ..

El azabache quedó atónito ante aquella vista, mas no pudo despegar el puño del pomo de la puerta, ni su mirar del delgado y blanquecino Shoto. Sin que el otro se diera cuenta de que su verdadero amor le miraba, siguió explorando su cuerpo sin pudor, mientras el cuerpo de Inasa se aceleraba al son de los latidos de su corazón.

De un momento a otro, y sin pensar, Shoto miró hacia su puerta, recordando que había olvidado asegurarla, y sus ojos se abrieron en señal de sorpresa al ver a Inasa junto al umbral, pensó en cuanto tiempo habría pasado él ahí, sin hacer ni un mínimo sonido, y le invitó a la cama con una señal de dedos que ni siquiera era necesaria. Sabían que estaban, por fin, jugando al amor.

Inasa se acercó con cuidado y ternura, quizá si fuera brusco, pensaba, shoto se cohibiria, y no le dejaría ver su lado más frágil y vulnerable.

Se desnudó poco a poco, dejando entrever su cuerpo bien formado y su espalda ancha, en la cual, al despojarse de su camisa e inclinarse sobre la cama, Todoroki no dudó en arremeter con sus uñas inexpertas, aún así, llenas de deseo, marcandole rasguños profundamente deliciosos.

Por fin jugaban al amor.

Sabían que lo hacían mientras sus  cuerpos desnudos se rozaban con amor y violencia al tiempo, mientras sus lenguas ansiosas buscaban la del otro, sedientas de sentir, mientras su latir era uno solo. No había duda... Era amor.

Despertaron a la mañana siguiente, abrazados el uno del otro, Shoto en el pecho de Inasa, mientras él acariciaba su cabello bicolor y rozaba con sus piernas desnudas las de Shoto.

-Vamos a jugar al amor, Todoroki?

Balbuceó Yoarashi mientras seguía acariciando el cuerpo trémulo y excitante.

-No lo sé - susurró Shoto mientras se acurrucaba en el regazo de Inasa, disponiéndose a dormir nuevamente. Ya tenía el cielo, no pensaba dejarle marchar.
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Hey hey heyyyyyyyy.... Bueno pos ya, aquí está y espero les guste. Paaarrrfavarrrr denme una retro de que les ha parecido... 💖 Los amo bai

JUGANDO AL AMOR [INATODO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora