Los espíritus de navidad ¿de verdad las personas se creían esas jodidas cosas? Por favor, son simples mariconadas que algún idiota había inventado para que los de su alrededor fueran "mejores personas" que, muy en el fondo lo hacían esperando algo a...
–Joven Kurtzberg...– busco entre sus contactos al pelirrojo y lo llamo. –Tenemos que hablar.
La voz de la mayor era (como de costumbre) fría, sin ninguna emoción.
–S-senorita Nathalie ¿En qué soy bueno? – dijo un pelirrojo muy nervioso al otro lado de la línea.
–Sabe que tiene obligaciones como Le Paon aquí en París ¿verdad?
El menor trago saliva pesadamente, lo había olvidado por completo; eso de no cargar aquel broche y estar de vacaciones habían sido factores para que el olvido de sus obligaciones se hiciera presente en aquellos días.
–Le diré a mi padre que me deje ir antes a París, no se preocupe señorita Nathalie... ya se me ocurrirá algo cualquier cosa la llama... me colgó.
Se quedó unos minutos más en la copa del aquel gran árbol mirando el hermoso amanecer.
– ¿Qué demonios le diré a mi padre? ¿Examen? ¿Proyecto? – tomo con algo de fuerza se cabello con cierta desesperación (y una cara tipo: \>,...,</)
Cuando bajaba del árbol su collar se atoro en una rama, el chico al notarlo con suma delicadeza lo desatoro y bajo completamente.
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–Debo cerrar este pacto... Bangover terminemos con esto. Firmare lo que tenga que firmar pero deja en paz a mi Adrien.
La mirada del chico se tornó seria. De las raíces del árbol comenzó a salir una espesa nube de humo negro; cuando esta se disipó una silueta (de lo que parecía un humano) se hizo presente.
– ¿Crees que te lo dejare así de fácil? Además, encontré a otro chico interesado en "tu" Adrien.
Nathanaël se acercó rápidamente al yōkai tomándolo de los cuernos que sobresalían de su cabeza haciendo que sus ojos quedaran a la misma altura.
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|| ¿Alguien lo reconoce? 7u7r ||
–No me retes Bangover, sé que eres un yōkai de bajo nivel y no puedes hacerme daño. ¿Te lo dije, no? Siempre investigo antes de firmar.
El tono de la voz del chico no era la de siempre, su voz pase de ser una tierna y débil a una voz grave y fuerte llena de seguridad.
–Se cómo dañarte, se todos tus puntos débiles, se cómo mandarte al inframundo y hacer que nunca más vuelvas a salir de ahí. Si valoras un poco la libertad que tienes en estos momentos dame el contrato de cierre y deja en paz a Adrien. – el pequeño pelirrojo solto los cuernos del yōkai con un leve empujón.
–Tienes agallas para tratarme de esa manera, humano. – Con un rápido chasquido de dedos apareció un pergamino y una larga pluma delante del joven dibujante. –Firma esto y bla bla bla solo tienes otras dos oportunidades de invocarme bla bla bla firma de una puñetera vez para que pueda irme.
–Está bien por mí.
Cuando el pergamino ya se encontraba firmado desapareció.
–Fue un gusto trabajar con usted señor Nathanaël. Me divertí muchísimo.
–Déjate de hipocresías Bangover– el mencionado extendió su mano en dirección al chico para dar por terminado el trato. El pelirrojo al ver la acción del contrario lo imito y estrecho fuertemente su mano.
–Sé que nos veremos pronto Nathanaël y estaré esperando.
Un círculo con diversos signos se formó alrededor de aquel demonio absorbiéndolo segundos después un gran destello finalizo todo.
–Ahora debo enfrentarme a otro demonio... mi ¿uh? Creí que el collar desaparecería cuando terminara con Bangover meh ̴
El chico se encogió de hombros y fue hasta donde tenía amarrada a su yegua la monto y se fue.
『¡HEY HOLA HEY! 』
¿Qué les aprecio el capitulo? Espero lo hallan disfrutado.
Lamentablemente estamos llegando al final de este fanfic, estoy tomando en cuenta el hacer una segunda temporada ( a petición de @Mujer_Alfa )
Bananas y tomates quiero que me digan que piensan de esa petición → AQUÍ←
