Look years ago

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𝐗𝐈𝐈

Boruto Uzumaki Hyuga, el niño de 13 años que hoy cumplía sus 14, era su fiesta de cumpleaños, organizada por su madre que se encontraba sumamente feliz porque su hijo se está convirtiendo un hombre.

Todos se encontraban en el patio del rubio, había algo de música y juegos -como tiro al blanco o carretas de obstáculos- para entretener a la gente.

El chico rubio estaba feliz, sus padres le habían prometido una fiesta y se lo cumplieron, todos parecían divertirse.

Su madre se encontraba junto con su tía Tenten, su padre estaba hablando con su abuelo y tío, su pequeña hermana se encontraba junto con uno de sus viejos amigos, Inojin, el cual no le ponía mucha atención y solo lanzaba dardos a lo tonto sin poder atinar en el centro, Mitsuki -su mejor amigo en ese entonces- se encontraba comiendo junto a la fuente de queso con los nachos, todo estaba bien.

¿Qué era lo que faltaba?

Ella era lo que faltaba.

Ella, la chica la cual estaba enamorado a su corta edad, Sumire Kakei, ese era su nombre.

La había invitado a su fiesta con la esperanza de que fuera, pero no la había visto por ningún lado, se estaba dado por rendido de que ella fuera y mejor disfrutar con la fiesta que sus padres le pudieron hacer. Pero no espero mucho tiempo, pues cuando iba directo a la mesa donde se encontraba Inojin y Mitsuki, ellos apuntaron al frente, él volteó con ingenuidad y la vislumbró a lo lejos.

Tenía puesto un vestido hasta la rodilla color aqua con puntos blancos, tenía su típico peinado de coletas y en sus manos, tenía una bolsa de regalo; no pudo evitar sonreir de oreja a oreja y sin mucha espera se dirigió a recibirla.

–Sumire, me alegra que hayas venido– expresó él con alegra mientras tomaba la bolsa –No creía que llegarías–

Ella rió.

–Yo tampoco lo creía– le sonrió de vuelta –Una llanta del auto se había pinchado, por eso llegué tan tarde... feliz cumpleaños, Boruto– 

–Gracias– abrazó la bolsa que la pelimorada le había dado, sin deshacer su sonrisa –Ven, pronto servirán la comida– señaló.

Así pasó el tiempo, Sumire comía gustosa las hamburguesas que el padre de Boruto había preparado, el chico, al verla feliz, comenzó a sentirse igual.

La fiesta continuó su rumbo.

Él estaba entretenido con el medidor de fuerza que su tío había traído, aún nadie superaba la marca de su hermana y él estaba dispuesto a pasarla, sin embargo, eso hizo que perdiera de vista a la chica de coletas, y cuando finalmente se rindió ante ese juego, fue a buscarla.

Se adentro en su casa para ver si se encontraba en la cocina o sala, pero no fue así, corrió escaleras arriba a ver si encontraba algún resultado de ella y fue así, ya que se escuchaba ruido de que alguien hablaba en el cuarto de invitados.

Abrió la puerta.

Grave error de su parte.

Porque en el medio de la oscuridad pudo observar a su mejor amigo besando a la chica la cual él estaba enamorado... ahí, frente a él.

Aunque aun después de presenciarlo seguía sin creerlo.

No podía creer... ¿Mitsuki y Sumire? ¿Besándose en el cuarto de invitados? ¿En su propia fiesta de cumpleaños?

Sintió como un balde de agua fría caía en él, el sentimiento de traición por parte de su mejor amigo y uno de decepción por parte de Sumire.

–Vaya, aquí están– habló casi en susurro.

Tan pronto pronuncio palabra, ellos se separaron.

Sumire le miro con vergüenza y Mitsuki algo sorprendido pero igual avergonzado.

–B-Boruto– Sumire puso su cabello atrás de la su oreja –Lamentó haber entrado a una habitación de tu casa así nada más y encontrarme en este situación, pero no pasó nada...–

Oh, claro que pasó.

–Sumire, podrías dejarme a solas con Boruto– pidió Mitsuki al ver la expresión del rubio –Por favor– 

Ella lo miro y afirmó con su cabeza, se fue del lugar, dejándolos solos. Boruto se encontraba serio más de lo que parecía pues no tenía ninguna expresión en su rostro, Mitsuki, por otra parte, estaba neutral, sin embargo, se veía su nerviosismo debido a que no podía parar de juguetear con sus manos.

Después de unos segundos de silencio, Boruto habló.

–¿Por qué? – preguntó sin más al del cabello blanco –¿Por qué ella?– 

Mitsuki relajó un poco su expresión, ya no parecía querer pelear, parecía estar arrepentido aunque no fuera así.

–Porque la amo– soltó –Yo... yo siento algo por ella, algo muy fuerte, Boruto– 

El nombrado lo miró sin entender de todo ¿Le amaba? ¿Desde cuando está enamorado de la chica que dijo que le gustaba desde hace ya un año?

–¿Desde cuándo? – se animó a preguntar mientras se sentaba observándole fijamente, sin expresión alguna –¿Desde cuándo tú y ella... están juntos? –

El peli-blanco bajó su mirada, no quería hacer sentir mal a su amigo, creía que con tan solo ver a él y Sumire besarse ya era suficiente daño.

–Unos meses– tragó saliva –Nuestra relación lleva ya meses– al no escuchar respuesta del rubio siguió –Yo no sé desde cuándo siento esto por ella, no tengo la menor idea de cuándo sucedió pero lo único que sé es... que es real– le miro –Boruto, lo que siento por Sumire es real y sé que debí de decirte esto desde un principio por ser mejores amigos pero...–

–No– lo interrumpió –Tú no eres mi mejor amigo– antes de que Mitsuki dijera otra palabra, continuó –Los mejores amigos no se hacen esto, los mejores amigos no se ocultan cosas cómo estás, los mejores amigos no se hacen daño– sus miradas conectaron –No pensaste en que esto me iba a dañar... hace un año te dije que estaba enamorado de Sumire, ¡que la amaba! – exclamó ya sin muchas fuerzas, sentía que desde que entró en esa habitación, las paredes daban vueltas –Y tú no pudiste decirme que sentías lo mismo por ella– 

Mitsuki negó.

–No creí que entendieras... pensé que si lo ocultaba, no te haría daño que sería mejor para ti– 

Boruto río secamente.

–¿Mejor para mi? ¿Crees que haber encontrado a mi mejor amigo y la chica que me gusta en una habitación besándose es lo mejor para mi? – preguntó crédulo –Lo mejor para mi hubiera sido haberme enterado antes... antes de que yo sintiera algo por ella... ¡antes de que yo te dijera que me había enamorado! –río agriamente –Pero en lugar de eso, decidiste no decir nada y quedarte callado, escuchando como decía lo linda que era y como me hacía sentir... mientras tú te estabas besando con ella quien sabe dónde, pero ¡que idiota fui! –

–Perdona– susurró –En verdad no quería esto– 

Boruto suspiro para luego levantarse de la cama dispuesto a irse.

–Guárdate tus disculpas y nunca vuelvas a hablarme en tu vida... olvida que nos conocimos, olvida que eramos amigos, olvida que alguna vez te deje lastimarme de tal manera–

Salió de ahí.



Hoy, cumpleaños número 14 de Boruto, inició con descubrir a su ex mejor amigo besando a la chica que amaba, uno pensaría que esta parte de su vida fue la fea y dolorosa, dejar un amor y un amigo.

Pero jamás serán compradas al dejar ir a tus propios padres.

14 años la edad la cual Boruto dejó de ser un niño y aprendió que la vida era más mierda de lo que su abuela le contó... de lo que alguien jamás hubiera estado preparado.

Cartas para un amor no correspondido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora