Anecdotes by the campfire

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𝙿𝙾𝚅 𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊𝚍𝚘𝚛:

Después de lo previsto con Boruto y Sarada todos se reunieron para contar historias frente a la fogata.

La maestra Moegi se acercó hacia los alumnos.

—Chicos, sigue la sección de contar historias— sonríe —Cada uno contará una experiencia que haya tenido... de acuerdo— mira a cada uno —¡Tú!— apunta a Shikadai —Cuéntanos una historia—

—¿Yo? — Moegi asintió —Bien, bien lo haré... esta es la historia qué pasó cuando tenía 5 años—

Shikadai y Shinki se encontraban en la casa de su tío Kanguro, él, por ser el tío soltero y joven, los cuido todo el fin de semana, porque sus hermanos tenían planes con sus respectivas parejas.

—Niños, una amiga vendrá hoy ¿si? Así que no entren a la habitación hasta la mañana ¿okay? — dijo el castaño mientras se peinaba —Vendré más tarde—

Los pequeños asintieron con sus cabezas para luego ver cómo su tío se iba del lugar.

—Ay, yo quería jugar con el tío— hizo un berrinche el pequeño Shinki —Mami dijo que sería divertido—

Shikadai fue corriendo hacia la ventana para ver como su tío se iba del lugar con una rubia.

Luego de ver que subía su auto, se bajo de la silla para ir a la lado de su primo.

—Shinki tengo una idea— dijo el pelinegro mientras iba a la cocina —Vamos a jugar a los magos– toma la pluma que Kanguro dejó en la mesa —Será divertido—

El castaño lo miro con extrañeza, pero le siguió el juego.

Shikadai decía cosas extrañas que Shinki no sabía pronunciar.

—Shikadai yo no sé esto— tira el lápiz que su primo le dio —Yo no ser mago como tú— se cruzó de brazos —Quiero jugar a otra cosa—

Shikadai bufó, pero no iba a dejar a su primo.

—Entonces tengo una idea mejor— lo siguió a la habitación de Kanguro —Invocar fantasmas—

Shinki se heló al escucharlo, él tenía mucho miedo a los fantasmas.

—¿Fan-fantasmas? — tartamudeó —¿De los que estan moridos? —

—Sip— se sube a la cama —Muertos— le corrige —Vamos a hablarle al fantasma de abuelita Karura, ya he hablado con ella antes—

Shinki al oír el nombre de su abuelita se tranquilizó, su papá le contó que ella siempre los cuida desde el cielo.

—Está bien— se sienta al lado de él —Pero no te equivoques de fantasma—

Shikadai asiente para luego decir cosas que Shinki no entendía muy bien, pero sabe que los magos tienen otro idioma para sus hechizos.

—Bu bu bu abuelita Karura, aparécete— da vuelta a la pluma —Abracadabra patas de cabra, abuelita Karura, se aparecerá en la cama—

Shinki tenía los ojos cerrados, aunque quería ver a su abuelita seguía con el miedo hacia los fantasmas.

—¿Ya se apareció? — dijo el castaño aún con los ojos cerrados.

—Sí— Shikadai dijo sonriente —Pero no puedes verla o oírla, dice que le da mucho gusto conocerte—

Shinki abrió sus ojitos, pero no vio nada, solo a su primo sentado en el centro de la cama hablando solo.

—Oh, si, abuelita he sido buen niño— miro a Shinki —También Shinki—

Cartas para un amor no correspondido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora