Three-day camp

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𝙿𝙾𝚅 𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊𝚍𝚘𝚛:

Mes de marzo.

Un mes donde el instituto Konoha empieza a alentar a sus alumnos a convivir unos con otros, así que, para lograr eso, ellos hacían una especie de campamento, los que tengan el permiso y un promedio agradable, podrán ir al bosque de la ciudad.

Sarada Uchiha se encontraba entusiasmada por eso, ya había estado ahí los últimos años con la diferencia de que no era muy buena que digamos haciendo amigos. Ahora mismo se encontraba empacando para irse al instituto donde estaban los camiones e ir al campamento, son solo 3 días, el viernes se van para el domingo regresar a sus respectivos hogares.

—Bloqueador solar, gel antibacterial, rociador de mosquitos— su madre comenzó a agregar cosas su mochile, que de una ya era lo suficiente grande —Sí, todo listo—

Sakura dejó las cosas que su hija iba a llevar a un lado de la cama, pero la chica no le ponía la mínima atención mientras se encontraba guardando unas cosas en un bolso mediano.

Sakura deja de sonreír para luego acercarse a Sarada.

—¿Tomatito? — le acaricia la espalda —Oye, sé que no hemos hablado de lo del divorcio— Sarada la vio durante unos segunos para seguir ignorándole y recoger sus cosas —Sarada— la voz firme de Sakura hizo detener a su hija.

—¿Qué, mamá? — hablo harta —¿Qué quieres que te diga? ¿Que estoy feliz, triste, enojada o decpecionada?... No sabrías lo que siento ahora—

La pelirosa al escuchar el tono que su hija le hablo, no pudo evitar sentirse mal.

—Exacto— se acercó a ella —Tomatito, quiero hablar— la tomó de las manos —Siento que estamos desconectadas... antes éramos tan unidas—

Sarada frunció el ceño.

—¿Antes?— repitió —Antes todo era diferente en esta familia, tú lo arruinaste—

Se soltó de su agarre y salió del lugar.

𓆉

En otra parte se encontraban dos hermanos, uno tranquilo comiendo su desayuno ya preparado para irse y otra desesperada por no encontrar los audífonos.

—¡Abuela! — Himawari gritó desde las escaleras —¡¿Dónde carajos dejaste mis audífonos?! —

—¡¿Y yo para que mierda los querría?! — la mujer pelirroja le contestó —¡Seguro se perdieron entre toda esa basura que llamas habitación! —

—¡AYÚDAME VIEJA DECRÉPITA! —

—Chamaca, desgraciada—

Uno creería que con su edad la vieja Kushina, apenas podría caminar, pero Boruto se sorprendió cuando la vio cual alma que lleva el diablo, con un zapato en la mano, ir escaleras arriba

—¡VUÉLVEME A DECIR ESO! —

—¡Abuelita, noooo! — se escuchó un golpe en la pared y después la risa de Himawari —No me dio, señora... ¡AHHH, ES MENTIRAAA! —

Boruto y su abuelo se miraron entre sí para luego reír, las únicas dos mujeres de la casa hacen más ruido que niños de 7 años juntas.

—Cuando tú padre tenía la edad de Himawari, era exactamente igual— el rubio mayor dijo mientras tomaba un sorbo de café —Aunque Kushina le pasaba muchas, ésta niña es más imperactiva que él—

Boruto sonríe.

—Me alegra haber sido el tranquilo— levantó su plato —Mi madre nunca me dejo hacer berrinches de niño, pero como Hima fue niña de papá... digamos que fue muy mimada, bueno aparte de los genes Uzumaki en ella—

Cartas para un amor no correspondido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora