– ¿También lo viste? –levanté rápidamente la cabeza observándolo con detenimiento y este tan solo asintió lentamente–.
– También he visto una luz azul –subió la mirada y me miró sin decir nada aunque sus ojos dijeran todo lo contrario–.
– ¿Que pasa? –sentí como mi ritmo cardíaco se aceleraba rápidamente y también como mi respiración se dificultaba cada vez que se prolongaba el silencio– Tu sabes algo... Dímelo: ¿que es esto? –hablé con la voz temblorosa y noté como mis piernas empezaban a temblar, como la voz–.
– No te asustes, ¿de acuerdo? –lo miré sin hacer ningún gesto facial, dando entender que seguramente lo haría– Esa luz que has visto es un ship –suspiró– Te has inyectado un ship.
– ¿Q–Que? –abrí los ojos– ¿Un ship? –levanté las cejas sorprendida– Espera, ¿que clase de ship?
– El de localización, pretenden saber donde nos escondemos –se levantó resignado– No cabe duda que el jefe es listo –habló consigo mismo soltando un suspiro mientras se pasaba las manos por la cara– Tenemos que quitártelo –dijo bajando sus brazos hasta llegar a su pantalón y buscó algo en uno de sus bolsillos para luego sacar una especie de cuchillo–.
– ¿¡Que!? ¡No, no, no, no! –retrocedí como pude hasta llegar a la pared–.
– Te lo tengo que quitar, Morgan –me miró desesperado– No te pueden coger, ¿entiendes? ¡Te van a matar si lo hacen! –exclamó con rabia–.
– Y-Yo... –mil pensamientos aparecieron en mi mente sobre la situación quedándome muda– Esta bien... –asentí algo desconfiada– Sacamelo.
– Solo será un corte –explicó acercándose a la cama– Tumbate –hizo un gesto con la cabeza señalándola y sin decir nada, y a paso lento, me acercó a la cama–.
– Uf... Vale –suspiré mientras me incorporaba y me tumbaba como antes– Tan solo hazlo –dejé caer mi cabeza– Y rápido –cerré los ojos esperando el tacto del utensilio–.
– Allá voy –inspiré aire y empezó a cortar mi piel, dejando caer gotas de sangre, aunque no faltaban mis quejidos de dolor– Ya falta poco, tranquila –dijo para luego yo notar como con sus dedos apretaba y sentir como un objeto se movía dentro de mi abdomen hasta salir al exterior– Ya está.
– ¿Sí? –abrí un poco el ojo izquierdo y al ver como se levantaba me confirmó mi propia pregunta– Que bien –suspiré aliviada– Ahora rompelo –ordené para luego sentarme en condiciones–.
– No, no –negó con la cabeza provocando que frunciera el ceño– Les haremos crees que nos hemos ido de aquí –fruncí muchísimo más mi ceño–.
– ¿Como sabes que vendrán a buscarnos?
– Este ship emite una vibración al ser activado para localizar con exactitud y, aunque no lo parezca, hace muy bien su trabajo sin ser notado –apuntó Gian como si fuera un científico–.
– Pues muy bien no lo habrá hecho por que el dolor que he sentido ha sido real –me excusé moviendo un poco mi cabeza–.
– Por que no se colocó como debía –especificó– Como ves, o puedes ver, no tiene ninguna punta que perfore la superficie de la piel, por lo que mi suposición es que la bala en ese momento no era para matarte –negó con lentitud al mismo tiempo que movía el aparato entre sus dedos– Era para que el ship entrara junto o justo en la herida y ahí él mismo haría lo demás.
– Tiene sentido –suspiré– Entonces, ¿insinúas que ese dolor que sentí fue por que esto... –lo señalé con el indice y lo observaba– ... estaba dando la señal de donde estamos? –pregunté confundida–.
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Ciudad de Máscaras
Aksi¿Que harías si te sintieras inútil por no poder ayudar en el caso de tu padre el desaparecido? La respuesta de Morgan en estos momentos sería: escapar. A Morgan se le presenta la oportunidad de encontrar a su padre por su cuenta sin saber lo que le...