❝donde martín ve todo los días
un chico en el tren de camino
a la escuela.❞
♡੭ु L.1 ❝the boy❞
︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿ ⨾ info
. . . .│♡⃕ ˇpareja principal: pedrimente.
. . . .│♡⃕ ˇcaps: 38
. . . .│♡⃕ ˇestado: terminada.
. . . .│♡⃕ ˇmodismos argentinos, creo.
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Porque... porque a mi.
Las lágrimas recorrían mis mejillas y todo mi cuerpo temblaba. Me encontraba dentro de uno de los baños de la escuela, hecho bolita. Desde afuera podía escuchar los insultos de algunos y las risas de otros. Ni siquiera entiendo como llegué a esto.
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Hoy vi a Pedro en el tren, subió con un chico que nunca antes había visto, se veía adormilado. En cuanto subió recargó su peso sobre su acompañante como si fuera una almohada, pude notar como el contrario hizo una mueca de disgusto, probablemente aguantándose las ganas de darle una patada y dejarlo caer al suelo. Solté una risita imaginándome esa escena.
En un momento alzó la cabeza, dándose cuenta de que no podía mantenerse de pie de lo agotado que lucía, y me vio sentado con un asiento vacío al lado mio. Se acercó a mi, seguido de su amigo, dándole un leve empujón en el hombro.
—Mira, el si es un buen amigo, seguro el si me deja dormir— dijo sentándose a mi lado y sonriéndome.
—Déjalo en paz, ni siquiera lo conoces.
Me miró a los ojos, aun con una sonrisa en su rostro, en ese momento me pregunte como se puede ser tan perfecto. El era perfecto.
—¿Me dejás volver dormir a tu lado? seguro sabes donde me bajo— abrí los ojos sorprendido, "la puta madre, se dio cuenta de que lo miro todo el tiempo" pensé— es joda.
Sentí un gran alivio al escuchar eso, pero por otra parte, los nervios me carcomían, ¿como puede relacionarse tan fácil con un desconocido?posta lo admiraba. Me miraba esperando una respuesta, su mirada estaba sobre mí, sus ojos cafés, lindos, cautivadores, no podía negarme. Asentí lentamente, mientras su amigo miraba atónito la escena.
—¿Podés despertarme?— le dijo a su amigo, quien asintió mientras me miraba dudoso.
Él se mostró contento con la aprobación, por lo que se colocó los auriculares y se apoyó en mi hombro, cerrando los ojos lentamente. Se veía muy tierno. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, sintiendo como su cabello rozaba mi cuello.
Yo era un simple extraño para él, a diferencia de lo que Pedro es para mi. Eso me hizo sentir mal, simplemente bastaba con presentarme, ¿no?
Abrí la boca con la intención de decir algo, pero me arrepentí rápidamente, dándome cuenta de que él se encontraba profundamente dormido.
Aunque... ¿qué es exactamente lo que le iba a decir?
"Hola, me llamo Martín y te observo siempre que te veo en el tren, no tengo amigos, y me pones re nervioso cuando me hablas, tanto que siento esas putas mariposas en el estómago y te quiero. Pero dale, vos seguí durmiendo, que no pasa nada..."
Llegó mi parada, por lo que me vi obligado a despertarle. Se despidió de mí entre bostezos y me bajé, pero el día no termina ahí.
No podía ser todo tan perfecto.
En cuanto llegué al colegio todo se fue a la mierda, el hijo de puta que me golpeo la otra vez me paró en la entrada, junto a su grupo de tarados.
—Mira, este maricón se digna a venir— dijo uno.
—Enfermo de mierda— dijo otro tomándome de la remera, y dándole un rodillazo en el estómago.
—Trolo del orto, la gente como vos no debería existir— dijo una chica, mientras yo caía al suelo por el golpe.
Me sentí indefenso, las burlas de todos, las risas, las miradas de otros que no hacían nada más que mirar el daño que me hacían mis compañeros de curso. ¿Por qué? era lo que pasaba por mi cabeza una y otra vez, ¿qué hice para merecer esto? todo iba bien, hasta que llegué aquí. Donde estaban los adultos cuando se necesitan, ¿acaso a nadie le importo?¿nadie podía ayudarme?
En cuanto recuperé el aliento me levanté rápidamente y corrí al baño, encerrándome dentro de uno de los cubículos. Tapé mi boca, tratando de callar mis sollozos.
¿Por qué? que mierda hice, porque me odian...
Las burlas, risa e insultos no cesaban, me sentí débil. Me dejé caer al suelo y me abracé a mi mismo, recordando cientos de veces en las que había pasado esto...
Todo iba tan bien.
Hoy te vi en el tren, y solo quiero decirte ayudame.
