EL CHICO DEL TREN｡ ˖⁺ PEDRIMENTE

˗ ˏˋ ❝ epilogue ❞ ˎˊ -

EL CHICO DEL TREN ➶ PEDRIMENTE

﹛7 años después﹜

—Daleee, nunca me acompañas a nada, forro— dijo Oriana tirando de mi remera.

—No quiero, alta paja salir— ella me miró con el ceño fruncido y las mejillas infladas, se veía tierna. 

—Sos un pésimo mejor amigo, posta— se dio la media vuelta enojada— nunca vas a ninguna fiesta conmigo, dale vamos. Quiero escabiar y vos también queres.

—No, no quiero— caminé hacía la cocina y sentí como ella se trepó a mi espalda— dale boluda, dejá de insistir y bájate.

—Vamos, vamos, vamos— a veces Oriana podía ser muy infantil, y este era un ejemplo muy claro.

—Andá con Rod, él me dijo que iba a esa fiesta.

—No... va con Matías y seguro no me va a dar bola, ya sabes como son los enamorados— suspiré resignado, no la iba a dejar sola, además... no me vendría mal salir.

—Bueno, voy— bajó de mi espalda y comenzó a saltar— no se como haces para convencerme siempre.

—Soy la mejor— dijo victoriosa.

«────── « ⋅ʚ♡ɞ⋅ » ──────»

Estábamos en la casa de... en la casa de alguien, Ori ni siquiera me dijo quien era el dueño, y hacía muchísimo calor, el lugar era amplio y había gente por todos lados... ninguna cara conocida. La música estaba a todo volumen, prácticamente no se podía hablar.

Luego de saludar a mis amigos de siempre, es decir, Sofi, Angie, Agus, Rod y Mati me fui al patio donde habían una cuantas personas. Lo que buscaba, un lugar tranquilo.

Me senté en el pasto y cerré los ojos. Estar rodeado de tanta gente me agobiaba, pero no podía negarme a acompañar a Ori, ella siempre estuvo para mi, se lo debo... ella me acompañó después de la muerte de mi mamá, estuvo meses junto a mí animándome a salir adelante, gracias a ella estoy aquí.

Mientras estaba metido en mis pensamientos algo me golpeo la cabeza, abrí los ojos  y miré lo que era, un balón, ¿quién traía un balón a una fiesta?

—Perdón, ¿estás bien?— dijo una voz detrás de mí.

—Si, tranquilo— miré hacia atrás mientras sobaba el sector golpeado.

Abrí los ojos y sentí un escalofrío en cuanto juntamos miradas. Esos ojos... los conocía.

—En serio, lo siento, no fue mi intención— asentí con la cabeza, estaba hipnotizado— soy Pedro, ¿y vos?— al escuchar eso me congelé. Sentí como todos mis recuerdos volvían a mi cabeza, era imposible, él se había ido... él... recuerda Martín, él es una ilusión.

—M-martín— mi voz estaba temblorosa. No se como pensé que nunca volvería... él es mi maldición.

—¡Martín!— escuche la voz de Oriana a mis espalda— ¿sos pelotudo? me re preocupé, ¿tanto te cuesta avisar que vas a salir?

—Perdoná— dije mirándola, estaba enojada y no la culpo.

—Bueno...— miró al frente y sonrió— hola, soy Ori y ¿vos?— ella extendió la mano hacía... ¿Pedro? ¿ella lo ve? 

—Pedro— sonrió de vuelta tomando la mano de mi mejor amiga— un gusto.

—Disculpá Pedro, pero te lo voy a robar un poquito— dijo tomándome del brazo y arrastrándome a otro lugar— che, ¿quién es?¿te gusta?— no podía responder, sentía un dolor en la cabeza— bueno, no importa... adiviná a quienes vi besandose, a Angie y Sofiaaaa, igual era re obvio que se gustab... ¿pasa algo? estas raro...

—¿P-podés ver a Pedro?— hable como pude, ella encarnó una ceja y asintió.

Comencé a temblar, un pitido sonaba en mi cabeza y me estaba mareando. Llevé una mano a mi frente y me empecé a tambalear, todo se estaba poniendo oscuro

—¡Martín!