"El menor de los Winchester" -Stydia (Supernatural & Teen Wolf Crossover)

Capítulo XII: "Theo Reaken"

—No debería estar aquí —gruñí molesto mientras andaba por los pasillos.

  — Es lo mejor — suspiró Scott esquivando a un chico pelirrojo, los pasillos estaban llenos de estudiantes que querían llegar a su siguiente clase, el alfa a mi lado era más cuidadoso que yo, procuraba no golpear gente y si lo hacía se disculpaba; por otro lado, yo ya había casi tirado al suelo a tres personas y una con suerte me esquivó pero chocó con los casilleros, y claro, nadie recibió una disculpa de mi parte.

  — Deberíamos estar buscando a Tracy — me coloqué mejor mi mochila y apresuré mi  

—Tu deberías estar descansando —concluyó Scott —recibiste una bala en el brazo, hiciste un maratón por toda la escuela, además de un golpe que te dejo inconsciente por horas en la cabeza —exclamaba a la par que movía los brazos frenéticamente —no entiendo como estas de pie, pienso que te regeneras más rápido que yo, y eso, amigo mío, que yo no soy normal.

—Número uno, Scotty, no es que tenga regeneración al estilo Wilson, ya sabes como Slade Wilson, Deathstroke para los amigos —solté una risota, ignorando el ceño fruncido de mi amigo, y como rodaba los ojos —, simplemente este "trabajo" me ha llevado a acostumbrarme al dolor, a seguir a pesar de ello (Cas también ayuda a mirarnos a veces, hay que añadir), y, número dos, claro que no eres normal, mira nomás que tardar 5 meses en entender las señales que Allison te tiraba, sus indirectas y todo, eres lento a niveles anormales.

El latino volvió a rodar los ojos ignorando el insulto que obviamente escuchó de mí.

Entramos a clase de economía la materia favorita de todos los alumnos, nótese el sarcasmo, donde el entrenador Finstock insultaba "disimuladamente" a Greenberg, Ya le tenía compasión al pobre, que no era más que el blanco de burlas del profesor.

Siendo el menor de la familia Winchester hice lo que consideré correcto, y me la pase  dibujando en mi cuaderno, cada detalle de aquella máscara, de cada rincón de la habitación, y sobre todo, retratando a la inocente chica que había sido capturada, tratando de crear una pista, saber por donde comenzar.

—Esto es inútil...— murmuré frustrado.

Guardé mis cosas rápidamente al escuchar a la campana sonar, todo menos aquel cuaderno en el cual estaba tan sorprendente dibujo; una obra de arte que retrataba todos los detalles que conocía hasta el momento sobre el secuestro de Tracy.

Mi mirada se dirigió a Lydia, que estaba en la puerta mirándome fijamente, con un brillo en sus ojos, brillo que identifique como preocupación, después de todo era el mismo brillo que Sam y Dean tenían cuando los acompañaba en una cacería.

—Deberías descansar—murmuró la pelirroja en el momento en que el aula quedó vacía, a excepción de nosotros dos.

—No puedo —negué rápidamente, levantándome con la mochila colgada del hombro derecho, y el cuaderno sujeto con la mano izquierda.

—Pero tienes que —replicó ella hasta colocarse delante de mi —tienes orejas más oscuras y grandes de lo normal.

—Las orejas han sido parte de mi vida desde que aprendí que los monstruos de mi armario son reales, y que tenía que matarlos.

Solté una risa, sin embargo la banshee me seguía mirando con seriedad.

—Tu cabello es un desorden —siguió ella.

—Mi cabello es como el mar: indomable.

—¿Siquiera te diste cuenta de que tu camisa está con las costuras hacia fuera? —río.

Volví a negar —. Mi ropa está me callé al observar que, efectivamente, mi camisa estaba revés, eso explicaba porque Cas (que mágicamente había vuelto a aparecer, después de haber desaparecido con la excusa de buscar información) me preguntó en la mañana antes de salir si había una nueva moda humana, humana y extraña a su parecer.