4.Gordito.

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—Me repugnas— Decía un chico de corta edad, era extranjero por su lenguaje itailiano

—¿Qué fue lo que hice?— McQueen estaba a su lado, trataba de hacerle compañía ya que nadie le podía entender a su forma de hablar.

—Eres muy grande, no quiero que me vean con alguien gordo —

—Pe-pero..—

—¿Qué no me oíste? ¡No quiero que te acerques!—

El rubio solamente se alejó de él, no tenía muchos amigos, solo a Matte, pero había sido un accidente el conocerlo.

—Matte, ¿En serio estoy muy gordo? —

—¿Qué?—

—Siento que doy asco— en todo el día dejó de hablar, no ponía atención a las clases y no podía dejar de comer, al menos dulces.

Habían terminado las clases, de rato llegó McQueen con el que estaba en la mañana.

—Lo, lo siento, no quería darte asco... perdóname— le daba una pequeña bolsa con caramelos.

—¿Qué?— su rostro formó una expresión de confusión, no solo se sentía acosado, el simple hecho de verlo parecía que le fastidiaba

—Compré algo que puedas comer —

—¿Crees que soy como tú? Mejor vete y deja de fastidiar a los demás —Tomaba su maletín

—Si...eso es lo mejor — McQueen solo bajó la mirada con mucha tristeza. Sentía que iba a llorar pero logró resistir.

Al siguiente día, Mc volvía a intentar hablarle pero recibía más ofensas.

Matte se acercó al nuevo y habló con él, en realidad pensaba que lo iba a tratar mal, pero fue bastante bueno con este, a veces hablaban sobre muchas cosas y todas estas se las contaba a McQueen

Habían pasado más de 5 meses y era hora de que algunos universitarios pudiesen hacer su vida. Mc decidió trabajar y estudiar para conseguirse una casa, pero Francesco ya había encontrado un departamento.

El rubio buscó por internet algún departamento, encontró uno para dos y llegó hasta el lugar, tocó la puerta y al ser abierta se reencontró con el que lo insultaba durante clases

—Agh, no puede ser —

—France-?—Miró a otros sitios pensando que estaba confundido —¿En serio vives aquí?—

—Cierra la boca y entra —Abrió más la puerta y lo dejó pasar—Crei que habías hecho algo con tu vida, parece que me estás siguiendo, eres realmente extraño.

—N-no...yo-..—

—¿Quieres el cuarto de arriba o el de abajo?—

—El de arriba —

—Ah, primero...¿Tienes con que pagarlo? No quiero vivir con un cerdo bueno para nada..—

—Sería horrible — desvió la mirada con vergüenza —Estoy trabajando como ingeniero — Sacaba su cartera —Esto es suficiente?— Le había dado al menos 100 dólares.

—Creo que es más que suficiente...la casera hace la comida, tú y yo nos encargamos de pagar las cuentas.

Los días pasaban muy rápido, McQueen subía y bajaba todo el tiempo, de alguna manera bajaba de peso con el paso de los días. Cada vez que llegaba a casa hacia poca carne, se estaba volviendo vegetariano

—¿Qué te pasa, “Tocino”?— decía Francesco bajando las escaleras, llevaba un maletín y al parecer pesaba de más

—¿To..¿Qué es eso??—

¿Quién soy yo? (FrancescoxMcQueen) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora