¿Quién soy yo? (FrancescoxMcQueen)

XII-Perdóname

Narrador;

Francesco se fue de la fiesta, llegó a su departamento y tomó su teléfono para llamar a quien le conseguía las habitaciones.

-Oye...se que te pedí más de mil veces que me cambiarás a esta habitación -Todo eso lo hacía por McQueen y no se daba cuenta- Quiero que me regreses la de siempre, esta ya no me gusta -colgó

Mientras tanto, Rayo se encontraba en un balcón, esperó a Sally y ella llegó con un vestido color violeta, mostraba una belleza que le hizo sonrojar.

-Perdón por verme así, me siento ridícula...- sonrió y volteó a otra parte avergonzada

-No, no, no...eres bellísima...- la tomó de la mano atrayéndola hacia sí

-Lo siento- después de un silencio incómodo.

-¿Por?

-Por lo de hace unos días cuando nos vimos..-

-Ah, no importa. Comprendo, tal vez tú novio sea muy celoso

-¿Novio?

-Si...¿O no son novios?

-Ah, ya entiendo... McQueen tengo que decirte algo -

Sally comenzó a explicarle sobre la situación de Doc y Dalton, se disculpó por no haberle dicho y después el teléfono de la ojiazul comenzó a sonar.

-Ah, lo siento...-contestó y después regresó como estaba esta vez emocionada -¡¿Qué crees?!

-¿Qué pasa?

-¡Doc ya está bien!

-¿Esta bien?

-¡Ya se recuperó!

-¡¿Enserio?!-Sonrió

Ambos volvieron a quedar en un silencio incómodo

-Bueno, ¿Y cómo has estado? -

-Am, creo que bien y¿Tu?

-Pues bastante bien, bueno Dalton me llevó a unos lugares artísticos, pero en cierta forma no me molesta tanto estar con él- tan cruel.

-Mh...ya veo...- en su mente sus pensamientos estaban confundidos, no podía estar concentrado en lo que decía y absorto estaba de lo que anteriormente sucedió con Francesco

La sensación de sus labios, eso que sintió dentro de su boca no podía olvidarlo, miraba una fuente que estaba no muy lejos del lugar y se le quedó mirando

-¡McQueen!

-Ah...¿Qué pasa?

-Estas en las nubes, te pregunté que te pasó en la boca

-Am, bueno me lastimé- mintió

-Uh, bueno...sabes algo, me siento muy mal. Aún recuerdo lo que pasó el día de la carrera...

-Sobre esa marca..- se movió un poco sacudiendo los pies aún con las manos en los bolsillos -No fue porque me acosté con alguien, eso que dijo Francesco era una conversación que tuvo con una amiga...creo-

-Oh, lo siento por lo que te hice pasar, creí que hiciste "Eso" con alguien..- celosa

Se quedó pensando en lo que le dijo al castaño, quien regresó a su lugar, comenzó a sentirse mal y no tenía otra cosa más que hacer más que pedirle disculpas- Bueno tengo que irme...-queria comprobar si aún la amaba.

Sus manos pasaron a las mejillas de Sally, acercó su rostro al de ella y le dio un beso suave en sus labios, después se alejó y la chica quedó casi en shock y con la cara sonrojada.

Y McQueen, no sintió nada...

Después de unos minutos buscándolo
-¿Donde está Francesco...? Pienso amenazarlo - inventó una excusa para verlo

-Amm, hace unos minutos se fue...-

-¿Qué?

[...]

Pasaron más de 2 meses, un día más y la carrera comenzaría

Francesco se encontraba fumando sin camisa en una sala mientras veía la televisión y estaba con una mujer a su lado con la cual se acostó,

-¡Maldita sea ya son las 8 pm, tuve que regresar a las 6!- la mujer se levantó

-¿Estas segura? Afuera es muy peli...- antes de terminar el sonido de la puerta interrumpió

-Bueno en lo que vas a ver quién es yo me voy...- tomó su bolso y ambos fueron a la puerta, Francesco la abrió y era un chico rubio con una gorra y una casaca color vino con una caja de pizza,

-Que mal y yo que quería una rebanada...bueno me voy...- el chico la quedó viendo con ojos de rabia y ella bajó las escaleras

-Yo no ordené pizza...-Cuando ella no estaba

- Si, este es el 402..

Lo miró extrañado y reconoció la voz de ese chico

-Abrela...

-No me tienen permitido hacerlo...- evitando eso, no levantó la mirada en ningún momento ocultando su rostro.

El castaño le subió la gorra dejando ver sus ojos azules y su rostro de; McQueen

-Idiota...- lo jaló hacia adentro haciendo que tirase la caja

-¡Ah!- lo tiró al piso y cerró la puerta con cerrojo

-¿Qué haces aquí?- volteó a verlo con los brazos cruzados

-¿Como te atreves a cambiar así de casa, de teléfono y de casi todo?!— tenía un leve sonrojó en el rostro al verle sin camisa

-¿Para qué iba a seguir así?-tenia una cara de extrema seriedad -Te tengo harto...¿No?

Suspiró Rayo y se levantó - Lo siento...por eso mismo vine, no quise hacerte sentir mal, sé que me porte como un idiota, pero ahora sé que es lo que siento por Sally...

-¿Y qué sientes?

Lo miró a ambos ojos -Ya no es lo mismo de antes...- miró abajo y luego tragó saliva-Bueno, ya me disculpé, ya me voy...- se acercaba a la puerta y cuando le quitaba el cerrojo y la abría detrás de él se colocó Francesco

-¿Esa es una disculpa?-Empujó la madera hacia adelante cerrandola y acorralado al mismo

-Am... supongo...(?- se sintió tenso

-Fue la peor disculpa, no estoy satisfecho...- Rayo salió de ese rincón y se alejó de Francesco

-O-oye...no estés tan...¡Ah!- iba caminando de espaldas y por accidente cayó tropezandose con la alfombra quedando cerca del sofá -Auch...-

El castaño al ver su posición sin detenerse se acercó a él haciendo que este se sentase en el sillón

-¡No te acerques!- la cara del más joven se volvió completamente roja al verlo demasiado cerca, Bernoulli lo acorraló nuevamente y una de sus piernas estaba entre las del adverso.

-¿A que viniste?-

-Ya te lo dije...- sin mirarlo

-No escuché bien...¿A que viniste?-

Suspiró molesto -Lo siento...- lo miró a los ojos

-Así se hace cariño...-le acarició la mejilla y sonrió

-Idiota...-

-¿Qué?-

-Nada...-

-Ahora bien...¿Donde está el beso?-

-Vete al demonio-

Sonrió y soltó una carcajada y se sentó al lado de él volviendo a tomar el cigarro que dejó en el cenicero. -Oye, aceptaré tu disculpa, solo si tú y yo vamos a una fiesta.

-¿Qué?

-Si, una fiesta. Mañana, si faltas nunca, jamás te perdonaré...

-Maldita sea está bien

Continuará

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