★Los zorros árticos entran en celo en Marzo. Jimin sólo quería un poco de compañía.
¡Sucio Zorro!
★Primer libro ~¡WolfDog!~ [KookV]
★Segundo libro ~Dirty Fox~ {YoonMin}
Historias completamente mías.
×Lee bajo tu propia responsabilidad.
×BDSM, bondag...
Jimin despertó al día siguiente por una extraña pelusa en la nariz que no lo dejaba respirar.
Jimin abrió a penas los ojos, y lo único que podía ver era algo blanco y esponjoso.
Por un momento se asustó, luego recordó el zorro que había traído a casa ayer. El mismo zorro que estaba literalmente acostado en su cara.
Jimin se movió un poco para apartarse, el zorro saltó de la cara de Jimin y lo miró tan intensamente que a Jimin le dieron escalofríos.
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Jimin agradecía saber un poco sobre estos animales, lo básico, como que eran muy adaptables y se llevaban bien con los humanos. Jimin suspiró para levantarse y caminar hasta el baño. El zorro estaba caminando con él, y Jimin no tenía problema con eso, le molestaba era, que caminaba entre los pies de Jimin y eso le dificultaba caminar.
Jimin lo miró exasperado — Tranquilo zorrito, pareciera que no quieres que me vaya de la cama— le dijo Jimin.
Caminó rápidamente hasta el baño y cerró, cepilló sus dientes, se duchó y salió tan fresco como una lechuga.
Aún parecía ser muy temprano, así que se acostó de nuevo, nadie lo estaría esperando abajo ahora para desayunar, o nadie entraría en su cuarto para hablar de alguna tonta novela.
Jimin suspiró, triste. En esos siete meses que había pasado viviendo solo, había visto a Taehyung unas dos veces al mes, pero nunca le había dicho que lo extrañaba malditamente demasiado. Ciertamente ya había superado un poco su dependencia de Taehyung, y lo hacía muy feliz verlo tan enamorado de Jungkook, ambos futuros padres brillando más que el sol, pero si era honesto consigo mismo, quería a Taehyung de vuelta.
Jimin cayó en la cama, el zorro había estado en algún lugar de la habitación, porque salió corriendo de algún lugar de ésta y saltó a la cama, Jimin lo miró y palmeó su pecho.
El zorro, atraído por la acción, se subió encima del pecho de Jimin y se acostó. Jimin tomó su pata lastimada y la observó.
Nada.
No había nada.
Jimin arrugó la cara en confusión, él estaba casi seguro de que anoche había una herida ahí, estaba demasiado seguro.
Pero los pensamientos de Jimin fueron interrumpidos cuando el zorro le comenzó a gruñir. Jimin se irguió un poco, muy nervioso. Debió haberlo pensado mejor antes de meter a cualquier animal a su casa.
El zorro estiró su cuello para oler a Jimin en el cuello.
Listo, él moriría, el zorro le mordería la garganta y enterraría alguna parte de su cuerpo por ahí.
Pero eso no pasó.
Bueno, el zorro si lo mordió, pero no fue lo suficientemente duro para cortarlo, en realidad a penas lo sintió.
El zorro lamió ahí y repitió lo mismo en el otro lado del cuello. Jimin suponía que era como un perro ¿no? ¿marcando territorio, tal vez?
El zorro olfateó a Jimin, su cuello, sus mejillas, lamió su cuello y sus labios, mordió sus mejillas suavemente.
Jimin estaba estático, pero él realmente quería reírse, todo lo que el animal le había le estaba dando cosquillas.
Así que levantó su mano y comenzó a acariciar al zorro, haciéndole mimos en su blanco y espeso pelaje. El animal se acostó de forma que aún seguía encima de Jimin pero casi poniendo su hocico en la cara de éste.
Estuvieron así un rato, y Jimin no supo que fue lo que tocó que el animal comenzó a emitir un sonido parecido a una risa animal.
Jimin no había dejado de verlo en ningún momento, era hermoso, con sus claros ojos observándolo, escrutando su ser.
Jimin estaba paranoico, un zorro no podría hacer eso ¿verdad?
Recostó su cabeza en la almohada y terminó durmiéndose mientras intentaba hacerle mimos al zorro ártico.
Más tarde ese mismo día, había despertado, no porque dejara de tener sueño, sino por un peso extra que lo empujaba hacia la cama, cuando abrió los ojos, vio a un pálido chico de cabellera plateada.
Jimin había pensado que era bastante normal, y hasta estaba pensando en decirle al tipo que acomodara un poco su rodilla porque le estaba molestando en la ingle.
Si, él había pensado eso, hasta que se dio cuenta de que no era un sueño, no estaba dormido, no estaba alucinando, y esto era real.
Su corazón golpeó su pecho locamente, ¿él no había olvidado algo importante, verdad? Lo último que había visto en su pecho era un zorro ártico.
Pero ahora...
Jimin se removió un poco intentando aliviar la presión en su ingle, pero sólo había logrado que le apretara más, y eso le estaba doliendo.
El tipo encima de él se removió, también, y alzó la vista para mirarlo.
Esos ojos...
Jimin no quería, nisiquiera podía creerlo, incluso cuando lo hizo, seguía sin querer creer, que encima suyo, estaba el hombre más guapo y sexy que hubiese visto tal vez, nunca.
Y que esos ojos, eran una copia de los del zorro ártico que había estado acostado en su pecho.
Y ahí estaban, mirándose. Jimin no sabía que cara tenía, porque el sujeto comenzó a reírse.
De hecho, Jimin también tuvo ganas de reírse por lo extraño de la situación.
Claro, eso fue hasta que el hombre presionó su nariz en el cuello de Jimin, inhalando profundamente. Jimin se tensó, nisiquiera respiró, no sabía con que extraño comportamiento estaba tratando.
Tal vez el zorro lo estaba oliendo para probar si era o no peligroso, o...
No, ninguna otra idea vino a Jimin.
Hasta que el tipo delineó con su lengua la mandíbula de Jimin. Estaba tan tenso que sus músculos dolían.
Sólo debía permanecer quieto...
—¡Auch!— se quejó Jimin cuando el peli plateado le mordió el cuello, específicamente sus clavículas.
El tipo lo miró alerta.—¿Te dolió?
Carajo.
Que voz tan...
Carajo.
¿Era siquiera una voz real? Tan... gruesa y viril... carajo.
Jimin comenzó a engrosarse ¡cuerpo traicionero!, y debido a que el tipo seguía encima suyo, debió sentirlo, porque sonrió y volvió a morder a Jimin.
