La última voz audible antes de la explosión del mundo será la de un experto que diga: es técnicamente imposible.— Peter Alexander Ustinov —
25 de Junio de 2019 - Nueva York, 06:30 hs
Soñaba. Soñaba que estamos de vacaciones con mi familia en mi lugar favorito, la playa.
La voz de mi hermana preguntando —Siempre juntas?
Mi voz respondiendo —Siempre juntas.
Mama, papá, mi hermana menor y yo. Todos sonriendo, estabamos felices. Luego...todo se volvio oscuridad. O mejor dicho, el sueño se volvio algo peor que una pesadilla. Mi padre sacando el cuerpo de mi hermana del agua, mi madre...llorando desconsolada. Y yo que hacía? Ponia mis manos en mis oídos y cerraba los ojos. Ya habia tenido ese sueño antes, y sabia que ahí terminaba.
La alarma de mi celular sonó, abri los ojos y apagué el ruido molesto que éste ocasionaba. Era mi última semana de clases ya que tenía 18 años y estaba en el último año. Me levante con mucho esfuerzo. Tomé una ducha, me arregle y me puse la ropa que iba a llevar ese dia a la escuela.
—Emilia, ya despertaste? —Preguntó mi mama. Tomé el celular que estaba arriba de la mesa de luz y sali de mi habitación, siguiendo el pasillo hasta llegar a la cocina
Mi mamá terminaba de tomar su medicamento y lanzó el frasco vacio a la basura. Me serví un poco de cafe y me prepare unas tostadas, lo normal. Encendí la televisión en el canal de noticias, nada interesante. Un robo, un choque, un hombre asesinó a otro a golpes y aún estaba suelto. Todo cerca de aquí. No me preocupé por ninguna noticia en lo absoluto. Tomé mi mochila, me despedí de mi madre y salí para dirigirme a la casa de mi mejor amiga, iríamos juntas a la escuela como los últimos tres años.
La conocí unos meses despues de aquel dia tragico en mi vida y fue la que me ayudó a salir de mi depresión. Estaba en la escuela y me había olvidado mis libros, ella estaba sentada al lado mio y me prestó los suyos. Las amistades mas grandes pueden comenzar con un acontecimiento insignificante. Luego de eso comenzamos a hablar, pasamos mucho tiempo juntas, eramos como...hermanas
Llegué rápidamente a su casa, toqué la puerta y salió su madre.
—Hola, Sra. Fletcher. Cindy esta lista? —Amaba el nombre Cindy y odiaba el nombre Emilia. Lo eligió mi madre, ya que...bueno...mi padre "eligio" mi apellido. Mi madre es Argentina y mi padre nació aquí en Nueva York y se conocieron en un viaje que ella hizo aqui. Fue "amor a primera vista" según ellos. En fin, ella queria un nombre que sea mas o menos normal tanto en Estados Unidos como en Argentina y que quede bien con el apellido Waller. Según ellos lo lograron.
La Sra. Fletcher me miró nerviosa, tardó unos segundos en responderme, como si estuviera pensando que decir.
—Ella se fue antes —Respondió— Tenia que pasar a comprar algo de camino hasta allá.
No me quedé para nada conforme con su respuesta, y tampoco le creí. Tres años llendo juntas a la escuela sin falta, salvo las veces que ella o yo nos enfermabamos y no íbamos. Me pareció extraño
—Esta bien. Salude al Sr. Fletcher de mi parte —Me sonrió, y en momento que movió su brazo para cerrar la puerta llegué a ver que tenía varios golpes. Me quedé confundida, di la vuelta y me fui directo a la escuela.
Llegué y entre al aula. No era una chica popular. Es más, mi unica amiga era Cindy y estaba sentada al fondo. Me senté junto a ella y la saludé, se veía muy cansada, como si no hubiera dormido nada.
—Hola Cindy —Le dije tocandole el hombro.
—Hola Emi, como estas? —Respondió en un bostezo.
—Podias haberme avisado que ibas a venir antes, podría haberte acompañado para que no estés sola.
—No te quería molestar, pasé a comprar unos remedios a mi padre. Estaba algo enfermo anoche.
—Esta bien.
Eran las 07:45 cuando entro el profesor a dar la clase. El dia se desarrollo con normalidad. A menudo tenia que empujar un poco a Cindy para que no se termine durmiendo. El timbre que indicaba el último recreo sonó a las 11:50.
Volvimos a entrar 10 minutos después a la ultima clase, historia. Habia algo extraño en la profesora, la Sra. Folguitt, al momento de tomar asistencia decia nuestros nombres en lugar de nuestros apellidos como era común en ella.
—Cristina.
—Presente.
—Nick.
—Presente.
—John.
—Presente.
—Elizabeth.
No hubo respuesta alguna hacia la profesora, que volvio a repetir el nombre.
—Elizabeth.
Una chica en el último asiento levanto la mano.
—Profesora, se refiere a mi? Recuerde que aqui somos dos Elizabeth.
La profesora volvió a mirar su carpeta y dijo:
—Elizabeth.
Todo el curso río pensando que era una broma de la profesora mientras ella continuó con la danza de nombres hasta que termino conmigo, Waller.
Faltaba menos de media hora para salir de la escuela, la profesora ya habia terminado su clase y no teníamos nada para hacer, solo esperar.
En ese momento hubo una gran explosión, el sonido retumbo en la escuela y sacudió los vidrios. Hasta hizo que Cindy se levantará de su siesta. Nuestra escuela tenía cuatro pisos, nosotros por ser los mas grandes estabamos en el mas alto. Teniamos unas ventanas cerca que nos permitía mirar en la dirección que ocurrió la explosión. A lo lejos en el sur se podia apreciar la nube de humo que habia dejado. Y se escuchaban sirenas de policia y bomberos.
Todos estabamos sorprendidos. No entendíamos que había pasado. No podíamos enterarnos de mucho tampoco. Al girarme la profesora Folguitt ya no se encontraba con nosotros. Salí afuera del aula y vi a la directora, pasando de salón en salón, diciendo que nos alejaramos de las ventanas y nos quedemos dentro.
Mientras escuchaba a la profesora y retrocedía entrando al aula paso algo inpensado. La profesora Folguitt corrió hacia la directora, saltando sobre ella y haciéndola caer, comenzó a golpearla en el suelo sin parar, cada vez con más y mas fuerza. Los chicos trataron de detenerla pero no pudieron ya que la profesora Folguitt comenzó a golpearlos a ellos hasta que uno de los chicos pudo noquearla. Me acerqué a ver a la directora, la sangre corria por su cara. Se escuchaban gritos que venían del piso de abajo. Miré a Cindy e instantáneamente supimos que teniamos que salir de ahí. Comencé a guardar mis libros en la mochila. Al verme, los demas hicieron lo mismo. Mientras hacía ésto, escuché el grito de una chica, me doy vuelta y la profesora Folguitt se habia levantado, y corria hacia Elizabeth gritando su nombre.
Estaba temblando, Cindy me vio y tomo mi mano.
—Vamos por mi hemano y salgamos de aqui —La escuela tambien servía como primaria y su hermano menor estaba en el primer piso, en donde están los niveles iniciales, que por suerte nos quedaba de paso hacia la salida.
Comenzamos a correr, miré hacia atras una ultima vez y la escena era horrible. Nuestros compañeros corrian escapando de la profesora Folguitt y la directora, que sorprendentemente se habia levantando, corriendo hacia nosotros tratando de atraparnos. Bajamos un piso con los gritos atras nuestro, bajamos dos pisos y seguían detrás de nosotros.
Con Cindy decidimos dar la vuelta y bajar por las escaleras del otro lado, que seguro estaban vacias. Y así lo estaban. Caminabamos lento, muy asustadas, tomadas aún de las manos. Nos paramos frente a la escalera para bajar al ultimo piso.
La miré y nos dimos un abrazo.
—Siempre juntas? —Preguntó
—Siempre juntas —Respondí
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The Journey
HorrorEmilia Waller no tenía un pasado feliz, pero sí un presente lleno de esperanza, una mejor amiga y una madre amorosa. Una vida normal, hasta que la sociedad perdió la cabeza. En una situación donde cualquiera puede volverse loco en un segundo e inten...