Odiada por el alfa

Capítulo 16

Hoy es el gran día.

Me coloco mi sencillo vestido blanco, me dedico una mirada al espejo. Diadema de flores naranjas, maquillaje sutil, el precioso vestido blanco que aunque no sea de novia y solo sea un vestido playero blanco no le resta belleza, por último unas sandalias blancas.

Gajeel se recuperó en 3 días, así que tuvimos que organizar la confirmación en dos días. Él quería que fuéramos mates de puro derecho cuanto antes, a mi la verdad me daba igual esperar a la siguiente luna nueva.

En el espejo observo que he vuelto a colocar mis brazos en mi barriga, aún sin abultar. Como si quisiera protegerla del peligro.

El atardecer ilumina la habitación, la habitación donde he estado durmiendo con Lucy y Juvia. Creo que voy a echarlas de menos, aunque Gajeel me ha explicado que vivirán aquí porque necesita a su Beta y Omega cerca de él.

Escucho unos golpecitos en la puerta, Juvia y Lucy entran con sus vestidos floreados decorando con unas sonrisas en sus labios.

—Juvia piensa que estás muy bella. —sonrío. Juvia agarra mi mano y me hace girar sobre mí misma.

—Se le va a caer la baba. —comenta Lucy.— venga que está apunto del infarto.

Nos reímos mientras salimos de la habitación. Caminamos por el pasillo.

Tengo las manos temblorosas, el corazón me va a mil, el sudor frío me va baja por la nuca y los ojos se me desenfocan. Me detengo en la parte de arriba de las escaleras.

—No puedo... —digo mientras me giro y salgo corriendo de nuevo a la habitación cerrando la puerta tras de mí.

No, Levy. No lo estropees.

Hydra todo está yendo demasiado bien. No puede ser real. Seguro que solo quiere que me quedé con él para que no sea ningún problema para su manada.

Levy...

Hydra, mira como acabó mi madre por confiar en esta manada.

Gajeel es tu mate va a protegerte.

Niego con la cabeza. Intento detener mis lágrimas pero no paran de salir. Una bola de fuego sube por mi garganta y entro al baño que posee la habitación. Me inclino sobre el retrete y vacío mi estómago.

Siento como unas manos me apartan el pelo de la cara con delicadeza. Cuando termino de vomitar me siento en el suelo apoyándome en la pared.

Me encuentro con los ojos rojos de Gajeel. Me acaricia la mejilla con dulzura me aparto bruscamente. En su mirada puedo ver el dolor reflejado en sus ojos.

—¿Qué pasa, Levy? —sus dos manos se posan en mis mejillas.

—Esto no va a salir bien, Gajeel. —las lágrimas salen por mis ojos muriendo en su manos.— Es imposible que me odiaras y ahora me quieras. Estás intentando engañarme.

—Levy, te quiero de verdad. He perdido a 10 de mis lobos por aceptarte como mate porque estás por encima de todos. —niego llorando.— Maté a tu padre porque no puedo soportar que alguien te haga daño.

—¿Fuiste tú? —pregunto asombrada.

—Sí, el día de la reunión.  Sé que da miedo ser feliz mucho miedo, pero hay que ser feliz por sobre todas las cosas. —deja un beso en la coronilla.— No voy a forzarte a hacerlo. Podemos esperar al próximo mes.

—Lo siento, creo que fueron las hormonas  que me traicionaron. —Gajeel solo me dedica una sonrisa y coloca su mano encima de mi barriga.

—Te espero abajo. —se levanta y me doy cuenta de sus ropas blancas prácticamente transparentes.

Sale por la puerta mientras le miro su trasero. Me levanto y echo agua en mi cara.

Venga que podemos hacerlo.

Salgo de la habitación, camino deprisa para no pensármelo más. Cuando salgo al patio trasero la luz de la luna me recibe.

Veo los blancos bancos colocados frente al altar y la luz de las antorchas iluminan todo. Todos los asistentes vestidos de blanco se ponen en pie cuando me ven, unos dulces acordes de violines me dan la bienvenida. Camino por el pasillo que existe entre los bancos. Llego al final del pasillo y en el banco de la izquierda me encuentro con los padres de Gajeel y en el de la izquierda vacío.

La madre de Gajeel insistió que ese banco fuera como representación a mi familia. En mi opinión es su forma de decirme "Estás sola" es una pena que se ocupe tanto de hacerme sentir mal porque mientras tenga a Gajeel no puedo ser infeliz.

Y a mí también.

Vale, mientras que te tenga a tí y a Gajeel no puedo ser infeliz.

Mucho mejor.

Sonrío frente a Gajeel y él me devuelve la sonrisa. Agarra mis manos y planta un beso en ellas sin quitarme los ojos de encima.

—Agradezco ante toda mi manada a mi diosa Luna por traerme a una mate tan hermosa y comprensiva como tú. Sé que muchos no te desean como mi mate. Mejor para mí, sola mía. Por eso, Yo Gajeel Redfox te acepto a ti Levy McGarden como mi mate. —veo como en un lado de su cuello brilla y cuando deja de hacerlo aparece una marca dorada con una G y dentro de la L la primera letra de mi nombre.

—A pesar de todo lo que ha pasado te elijo a tí mil y una veces y te volvería a elegir. Al igual que soy tuya tú eres mío. Mi mate. Mi alfa. Mi mundo. —la voz se me quiebra al punto del llanto, decido acabar cuanto antes.—  Yo, Levy McGarden te acepto como mi mate a ti Gajeel Redfox. —siento un calor en mi cuello debido a mi marca.

Gajeel une nuestros labios en un beso hambriento me hace retroceder y tengo que agarrarme a su cuello para no caerme. Oigo los aplausos de fondo y silbidos. Saboreo sus labios como si fuera la primera vez perdiéndome entre sus brazos. Nos obligo a detenernos no puedo evitar sonreír ante su gruñido de protesta.

Pasa su brazo por mi cintura y planta un beso en el lateral de mi cabeza. Los asistentes comienzan a tirarnos pétalos de rosas. De repente las lágrimas sale de mis ojos sin consultarlo. Gajeel se da cuenta y me abraza contra su pecho.

—¿Qué pasa, Lev? —me susurra en mi oído para que solo yo pueda escucharlo.

—Me siento tan feliz que no puedo evitar las lágrimas.

—Acostumbrate a esta felicidad porque va a ser para siempre.

Con esas palabras despierto de mi profundo sueño.

El sueño llega a su fin.

★★★★★★★★★★★★★
¡Hola mis queridos lectores!

¿Qué tal? ¿Les gustó? ¡Al parecer Levy acaba de despertar!

El próximo es el final. ¿Cómo se sienten al respecto? Solo diré que preparen los pañuelos.

Cuando lean el último capítulo votaremos algo importante.

Nos vemos.

Saludos y besos de Noa-chan.