Extra

1.9K 114 3
                                    

Hydra

Aún puedo recordar el día más traumático de mis tres vidas:

"Cuando me despierto me encuentro sobre un Gajeel desnudo. Al igual que yo.

Anoche fue nuestra confirmación, y Levy pudo acostarse con el hombre de su vida al fin. Lo disfrutó tanto.

Trepo por su cuerpo y lo beso por toda la cara. Cuando no surte el efecto deseado comienzo con las lamidas

—Vuelve a dormirte. —dice con la mitad de la cara hundida en la almohada y con esa voz somnolienta.

Con su brazo vuelve a tumbarme sobre él.

Muerdo su pectoral y abre los ojos. Me mira y sonríe.

—Hydra...—coloca sus manos en mi mejilla y me besa.

—Hola dormilón. —se coloca encima de mí.

Me da besos por todo mi cuello. Hasta que escuchamos unos golpes en la puerta.

—Gajeel, deja de follar tu manada te necesita. —grita Natsu al otro lado de la puerta.

Antes de que pueda apartarse paso mis piernas por detrás de sus caderas.

—No te vayas. —le digo colgándome de su cuello pero aún así se levanta.

—Tengo cosas que hacer, Hydra. Te prometo que esta noche te compenso.

Me despega de su cuerpo dejándome sobre el colchón y sale de la habitación como si no dejará a la mujer de su vida sola.

Busco en el armario, me coloco unos pantalones de chándal, una chaqueta a juego con el pantalón y unas deportivas rosas.

Bajo al comedor y veo a una Juvia devorando la nevera. Lucy la mira con preocupación.

—¿Qué ocurre? —le pregunto a la rubia sentándome al lado.

—Tiene antojo de chocolate pero no hay y Gray le ha prohibido salir de la casa. —miro a Juvia negando.

—Juvia coge tus cosas vamos a comprar chocolate. —le digo poniéndome en pie.

Juvia lo celebra y corre hacia arriba.

—¿Estás loca? —me dice Lucy con los ojos como platos.

—Hay que cumplir los antojos, puede perjudicar al feto. Además yo soy una alfa no va a estar más segura que a mí lado. Y vendrás con nosotras.

—Levy me cae mejor que lo sepas. —dice mostrándome la lengua.

Juvia al fin baja con un pequeño bolso y un vestido premamá azul, en mi opinión todavía no lo necesita no tiene mucha barriga.

Caminamos las tres juntas durante el camino hablamos de lo hermosa que fue nuestra confirmación, lo que hicieron durante la noche y de lo cercana que está la luna llena.

Llegamos a la pequeña tienda de dulces de la aldea. Al entrar me distraigo con el movimiento de unos árboles del bosque cercano. Las chicas entran en la tienda sin que me dé cuenta. En cambio, yo me dirijo hacia los árboles para adentrarme en el bosque.

¿Dónde estamos?

Buenos días, princesa. Vuelve a dormir.

¿Qué pasa Hydra?

La ignoro y centro toda mi atención alrededor, escucho el crujir de ramas detrás de mí, hecho que hace que me giré rápidamente. Me llevo una mano a la nuca al sentir un picotazo en mi nuca.

No puedo mover la mano, intento mover la pierna izquierda sin resultado, mi cuerpo no me sostiene y caigo contra el pasto.

Me cuesta respirar los músculos de mi torso no funcionan bien.

¡Hydra! ¿¡Qué está pas--!?

Sea lo que sea que me han pinchado también le ha afectado a ella. Siento que soy arrastrada por unos de mis tobillos.

Y por dios que nunca he sentido tanto miedo.

Estar inmóvil sin hacer nada mientras que hacen con tu cuerpo lo que quieren es la peor sensación que he llegado a sentir.

Observo que soy llevada a un edificio. El desconocido al fin suelta mi tobillo y se va sin girarse.

Una cara que reconozco muy bien aparece en mi campo de visión y entonces es cuando comienza mi verdadero temor.

Rufus.

Me pincha algo en el brazo. Comienzo a ver borroso y me siento muy mareada.

—Comencemos a jugar, perra.

Cierro mis ojos dejándome vencer por la oscuridad.

El siguiente recuerdo que tengo, es tener mis manos esposadas al techo y mis piernas al suelo. Me siento mareada y sin fuerza. Mi cabeza cuelga hacia atrás.

—Por fin. No tengo mucho tiempo. —dice el psicópata de mi tío.

Me suelta un puñetazo en mi mandíbula, y me agarra el pelo.

—Por tu culpa zorra. Me he quedado sin manada. —dice muy cerca de mi cara, intentando intimidarme.— Esos traidores... Prefirieron ponerse en mi contra.

Una sonrisa se extiende por mi rostro sin evitarlo.

—Por primera vez, al psicópata no le sale bien las cosas. —le digo y le escupo en la cara.

Se limpia con la manga.

—¿Sabes de quién fue la culpa de qué mis planes se fueran al garete? ¿De que mi manada me haya abandonado? —baja su mano hasta mi vientre. Los ojos se me abren como platos negando con rapidez.— Sí, él tuvo la culpa. Y por eso va a pagar las consecuencias.

Un dolor en mi cuello me hace gritar con fuerza, me arde el cuello.

—Tengo que darme prisa, Gajeel está rastreándote mediante vuestro vínculo. —se aleja de mi mientras se sube los puños de su camisa hasta los codos.

Intento transformarme pero no puedo. No sé qué pasa. Estiro de las cadenas con desesperación.

Por favor no.

Mi hijo no tiene la culpa.

Hazme lo que quieras a mí, pero déjalo a él.

Quiero decirle todo eso pero las lágrimas me ahogan y ninguna palabra sale de mí.

Veo que su mano se ha convertido en la garra de un lobo. Intento alejarme pero las cadenas no me dejan.

—Nos vemos en el infierno. —y con estas palabras adentra su garra en mi vientre bajo.

Un grito ensordecedor sale de mí garganta. Siento la sangre correr por mis piernas e impactar contra el suelo.

Estoy perdiendo mucha sangre. Pero solo algo viene a mi mente.

Mi bebé.

Aún con su garra dentro de mi pierdo el conocimiento."

Wawel

No pude ni puedo describir la angustia que sentí cuando vi a ese desgraciado sacar su garra fuera del vientre de mi mujer.

No tuve que decirle nada a Natsu cogió a Levy y sé la llevó dejándome a solas con el bastardo.

Intentó huir pero no le dejé y agradezco haber ido en mi forma humana. Porque en mi forma lobuna no hubiera disfrutado tanto de ese momento.

De un empujón le hice atravesar la pared detrás de él. Al caer al suelo me subí sobre él. Se levantó y me golpeé con fuerza la cabeza contra una roca. Sin embargo, me convierto en lobo y arranco su cabeza de cuajo.

Veo a Gray acercándose, me viene de perlas.

Me dejó ir a la oscuridad.
★†★†★†★†★†★†★†★†
¡Hola mis queridos lectores sádicos!

Aquí tienen su extra. En mi opinión no hacía falta que lo escribiera. Pero como sé empeñaron aquí está.

Nos vemos.

El siguiente es el epílogo. Ya estoy trabajando en ello.

Saludos y besos de Noa-chan

Odiada por el alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora