Odiada por el alfa

Capítulo 17 Final

Después de repasar toda mi vida llega la hora de despertar.

Abro los ojos al principio creo que no los he abierto porque no veo nada, luego me doy cuenta que donde estoy está oscuro. Escucho un pitido incesante, intento hablar pero no puedo hay algo en mi garganta. Noto como el corazón me late con fuerza.

¿¡Dónde estoy!?

¿¡Qué es este sitio!?

La puerta de la habitación se abre. Aparecen dos personas. Una de ellas la reconozco. Es el médico que me trataba cuando mi padre me golpeaba.

—Señora Levy. Cálmese. Va a empeorar. —sus manos agarran mi cara intentando que me calme.— tranquila, voy a sacarle el tubo de la garganta.

En ciertos momentos me dice que no respiré y que no me mueva. Cuando el tubo está fuera de mi boca empiezo a toser.

—¿Las sientes? —dice moviendo mis manos la otra persona que es Mirajane.

—Sí, aunque las siento entumecidas. —mi voz sale ronca y toso con fuerza.

—¿Qué es lo último que recuerdas? —me pregunta despacio el doctor.

Apoyo la cabeza en la almohada pongo a funcionar la máquina de pensar y se me escapa una sonrisa.

—La confirmación con Gajeel. ¿Qué hago aquí? —la mirada del doctor cambia totalmente.

—Todavía no es recomendable que lo sepa. Hagamos unas pruebas primero.

—¡No! ¿Qué pasó? —las lágrimas salen como un grifo.— ¿¡Dónde está Gajeel!?

—Levy, cálmate por favor. Te lo voy a contar todo pero te tienes que calmar y dejar de llorar.

Me lleva unos minutos calmarme y secar mis lágrimas.

—Por favor dímelo. —suplico con la voz y toda mi alma rota.

—A la mañana siguiente de la confirmación desapareciste. Tu tío te secuestró no sé qué pasó pero Natsu te trajo con una herida en la barriga. —abro mis ojos como platos.— Alguien te sacó a tu hijo...

Un grito desgarrador sale de mi garganta y exploto en llanto.

—Llevas nueve meses en coma. Gajeel se despertó hace 3 meses llevaba 6 meses en coma no sabemos que pasó con él.

Las lágrimas no paran de salir, veo como el médico mete algo en mi intravenosa. En seguida me siento débil y caigo de nuevo en la oscuridad.

Vuelvo a abrir los ojos, siento un cálido toque y me encuentro con los ojos rojos de Gajeel.

—Nuestro bebé... —unas lágrimas cae por mis mejillas.

—Lo siento Lev. Llegué tarde lo siento. Nunca voy a poder perdonarme. —me abraza fuerte y su abrazo me reconforta.

Aparto las sábanas, bajo el cierre del pantalón y veo una enorme cicatriz.

»—Podremos tener más hijos. —me informa.

—¿Qué pasó con...? —no me atrevo a nombrarlo con solo pensar en él mi cuerpo arde en rabia.

—Wawel perdió el control y lo mato.

—Hydra, ¿Por qué no puedo comunicarme con ella? —pregunto asustada de pensar que también podría haberla perdido a ella también.

—Tranquila, los medicamentos que te pusieron la mantienen dormida. A ella le hacen más efecto.

Suspiro y vuelvo a quedarme dormida.

5 meses después...

Creo que he pasado mis peores meses de vida. Siento un vacío en mi corazón que ni siquiera Gajeel asido capaz de llenar. Me paso los días sentada en el alfeizal de la ventana viendo a Juvia y a Gray con su pequeño cachorro dando paseos también a Natsu y Lucy con su prominente barriga con sus gemelos.