Era de esas cosas sin mucho sentido.
O como un premio de consuelo.
Lo había perdido todo... Pero lo conocí a él...
Fue el primer paso.Lo recuerdo por partes, como imágenes borrosas, los cuchicheos a mi alrededor eran como piedras que caían una a una en mi estómago y me hacían sentir peor.
«¡Lo sabía!»
«¡Se los dije!»
«¡Sigue siendo una asesina!»
Era incapaz de ver sus rostros, acusadores, temerosos, burlones...
Salí de allí, junto el militar que había sobrevivido y el Doctor Griffin, que me rodeaba con un brazo, como si me protegiese, aunque al salir del edificio me subió en una patrulla para luego irse a otro lado.
Quizás a resolver el desastre que yo había hecho.
Lo cierto, es que volvía a estar sola, con otros dos chicos que parecían igual de asustados que yo mientras nos llevaban a una comisaría.
Allí, sentí que yo no era la que peor estaba.
Habían cientos de niños de todas las edades, llorando, pataleando, temblando en esquinas y gritando enfadados, mientras policías iban y venían con portapapeles y arrastrando niños.
Me lanzaron allí, diciéndome que buscase dónde sentarme a esperar mi turno para llamar.
Lo de las llamadas parecía ser un gran problema, muchos de los más ruidosos estaban al teléfono.
Por un momento me pregunté si se trataba de la Fase Dos haciendo de las suyas, pero luego fue mi turno de llamar...
Toda la tranquilidad y la confianza que me había dado el Doctor Griffin se fue a la mierda con unas cuantas palabras.
—No quieren hablar, lo siento. —Dice la oficial sin prestarme mucha atención antes de irse con prisa hacia el siguiente niño.
Yo sólo pude quedarme de piedra, sintiendo como si las paredes comenzasen a desboronarse sobre mí.
Yo...
Estaba intentando ser valiente. En serio lo estaba intentando. El Doctor Griffin me dijo que todo estaría bien, pero nada está bien en este momento.
No quisieron hablar conmigo... ¿Por qué?
Ni siquiera para despedirse... Ni siquiera para reprocharme...
Se supone que estoy a punto de ser internada en un hospital, en el que probablemente no pueda comunicarme con ellos, eso me aterra, me aterra y me entristece.
¿Acaso ellos no tienen miedo?
¿Acaso ellos no están tristes?
¿Por qué... Por qué de repente me dejaban sola?
¿Acaso es... porque soy una asesina?
Comienzo a temblar en sollozos silenciosos, sentándome en el suelo y abrazando con fuerza mi mochila. El sonido en mi cabeza, que no había parado de sonar en todo este tiempo, parecía burlarse de mí, como si me corriese de mi propia mente.
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Afterlight [IntoLight 1] *Editando*
Science FictionLa Era Muteg, al igual que el resto de sucesos importantes en la historia de la humanidad, tiene un comienzo difuso e incierto que se pierde entre los rumores. Tan difuso e incierto como su final. Todos llaman al suceso > Lidian con la situación com...