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La siguiente sesión que le correspondía a TaeHyung fue, en extremo, incómoda.

 HoSeok trataba con todas sus fuerzas no demostrar su nerviosismo y ansiedad por volver a tener a Kim recostado en la camilla mirándolo extrañado. Y en lo más profundo de su persona se odiaba, principalmente porque los grandes ojos avellana de su paciente lo llamaban y atraían tanto, como una hipnosis. 

Pero trataba de no salirse de sus cabales, más aún cuando aquellas imágenes de su sueño se presentaban como balas en su mente y lo hacían sudar.

— Doctor Jung.— la voz grave lo sacó de sus pensamientos— ¿Se encuentra bien? Hace rato que está puliendo sus anteojos, a este paso desintegrará el vidrio.— comentó con gracia, más no obtuvo la reacción que esperaba de su mayor.

— Me encuentro bien TaeHyung, muy bien. Pero el que no está bien eres tú.

TaeHyung alzó una ceja, luciendo indiferente. Como si esa frase la hubiese escuchado varias veces ya.

— ¿A qué se refiere con eso?— HoSeok dejó de deambular por alrededor de la sala y se detuvo frente a Kim.

 — Me refiero a que tú tienes un problema, uno muy grande. Y yo estoy aquí para ayudarte a salir de eso, no debe haber más historia que esa. Soy tu psicólogo y tú eres un paciente, no puedo salirme de esta línea.

— ¿Es usted estúpido?— el tono que TaeHyung utilizó lo dejó desconcertado.

— ¿Disculpa?

— Primero me besa, deja que lo provoque, me corresponde y hasta me deja caliente ¿Pero ahora resulta que quiere salvar su doble moral alegando que quiere mantener su postura de psicólogo?

— No me hables en ese tono porque no soy ningún amigo tuyo y ad-

— "Yo también seré tu amigo, podemos llevarnos bien".— TaeHyung imitó las palabras de HoSeok en el segundo día de sesión— Ahora dígame realmente doctor, ¿Usted ahora se está resistiendo con toda su voluntad a sus deseos?

TaeHyung se incorporó y se paró frente a frente con HoSeok y volvió a hablar.

  — Sea sincero, y dígame que realmente no desea esto tanto como yo. Atrévase a decirlo y no voy a creerle.


El psicólogo llevó sus dedos al puente de su nariz, sintiendo un repentino dolor punzante en su cabeza. Necesitaba respirar y pensar con claridad.

— TaeHyung, para esto por favor. Solo soy un hombre.— HoSeok casi suplicó por preservar la poca voluntad que quedaba en su interior. Kim parecía empujarlo a la mismísima mierda a él y a sus inútiles intentos de no dejarse llevar. Pero si debía ser sincero consigo mismo, moría de ganas de manchar su nombre por TaeHyung, de dejarse llevar por esa marea que ahora lo estaba ahogando.

— ¿Solo un hombre? Yo también soy solo un hombre. Una persona, un humano; tengo mis deseos al igual que cualquiera ¿Por qué debería privarme de ellos?— se acercó más a HoSeok, susurrando encima de sus labios— ¿Por qué usted debería privarse de esto si lo deseamos los dos? 

La respiración de HoSeok era cada vez más pesada, agitada. Su pulso se disparaba a un nivel incontrolable y era peor aún cuando sentía de manera casi imperceptible los labios del menor sobre los suyos.

— TaeHyung, ¿Te das cuenta de que una vez que esto empiece no seré capaz de detenerme?— susurró mirando fijamente los intensos ojos de Kim.

— Nadie le pidió detenerse, doctor Jung.— lo provocó tirando de la solapa de su bata, poniendo su mano en puño ansioso de una mínima señal de parte de su mayor.
Más esa señal terminó en un salvaje beso por parte de HoSeok, desestabilizando al menor -quien alcanzó a aferrarse con ambas manos a la bata-, mordiendo y saboreando los labios carnosos que lo hacían enloquecer.

Ahí estaba otra vez esa supernova explotando dentro de sus estómagos, exigiendo más y más de manera incansable para ambos. Era una burbujeante sensación que se acrecentaba con el pasar de los segundos y el choque de sus labios degustándose entre sí, deleitándose ante la satisfacción de sentirse tan cerca. Pero a la vez necesitando más contacto.

Las manos de HoSeok divagaron cual serpiente por todo el cuerpo de su paciente, deteniéndose en sus caderas para atraerlo más. La lengua del menor jugaba con la suya, traviesa y provocadora pero a la vez con algo de timidez.
Tal cual la personalidad de TaeHyung.

Sentía una extraña obsesión por esos labios, por su sabor, por el aroma que desprendía la piel algo tostada de TaeHyung, suave y un poco sudada. Pero nada de su cuerpo se comparaba a las reacciones que TaeHyung como persona provocaba en HoSeok.
Ya lo había aceptado, TaeHyung era una droga para él y mientras no tuviera cuidado todo podría salirse de control en cualquier momento.

Pero eso era lo que más excitaba a ambos.








 


. . . . . . . .  🍃

 


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ello hermosxs, ¿cómo estuvieron? ¿qué es de sus vidas?
espero que estén muuuy bien.
lamento mucho la tardanza del capítulo, ¡prometo ponerme al día con las actualizaciones! intentaré que a partir de ahora sean más seguidas ya que la trama ahora se torna más intensa.
¡muchas gracias por el amor que le dan a la historia y a esta persona detrás de las letras! me siento muy orgulloso, de verdad. tengan una hermosa semana 🖤

psicólogo  》vhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora