Un Día Un Poco Más Feliz Que El Resto

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A la mañana siguiente fui al colegio muy deprimido, sin saber que ese día algo muy especial pasaría.
Al llegar ágata y Damian estaban muy raros, no le tomé importancia, a demás con Sebastián a mi lado era imposible no mirarlo, hace cada cosa para llamar la atención, estábamos en historia y él lo único que hacía era levantar la mano para preguntar cualquier estupidez, me da tanta rabia, no se si me da rabia lo que hace o que el si tenga valor para hablar con todos y ser así de alegre.
Llego la hora de comer, como somos muchos nos mandaron a comer en filas, primero salió nuestra fila, Sebastián y yo nos sentamos juntos. Los fideos estaban sin sal, pero aún así nos comimos todos los fideos, Sebastián agarro mi tenedor y me dio la comida en la boca, yo me sonroje por la vergüenza, a demás todos nos miraban, el cree que solo somos nosotros dos en el mundo y no le importa nada, no le interesa que nos critiquen o molesten.
Al terminar de comer nos fuimos los dos a las escaleras, el me agarro mi cabeza e hizo que me apoyará en su hombro, yo se que todo esto lo hace para sus bromas, pero yo lo siento tan real, a veces no se cuando esta bromeando y cuando hace algo de verdad. Me quede viéndolo a los ojos, el también me miro, pero su mirada es tan extraña, es demasiado seria, nunca muestra ninguna emoción.
-¿porqué haces esto Sebastián?
-por qué quiero y te quiero
-no te creo, demuéstralo.
Sebastián agarro mis mejillas, me las apretó para que estirara mis labios y se empezó a acercar, estábamos tan cerca, nuestros labios casi se tocan, cuando de repente llegó ágata, con un cartel hermoso que decía "si quiero ser tu novia", con Sebastián nos miramos. por primera vez sentí que su mirada cambio, de un momento a otro sintió algo de vergüenza.
Ágata estaba detrás de el cartel por lo que no nos vio, pero Damian estaba mirándonos fijamente, ágata salió detrás de él cartel y se acerco a mi, yo me acerque a ella, nos miramos y lloramos obvio, para cerrar ese momento en un beso.
Antes de irnos Damian me dijo que quería hablar con migo, nos juntamos afuera de el cole, en una pequeña plaza que había por el lugar.
-silvestre, ¿a ti te gusta ese niño?
-¡que! Obvio no, ¿porque lo dices?
-desde que llego que actúas raro, a demás ya no te juntas tanto con nosotros, dime ¿que relación tenían antes de llegar a este colegio?
-bueno, el y yo, pues osea solo yo estaba.
No alcance a terminar pues Sebastián vino por detrás y tapo mis ojos.
-vámonos silisili
-es que yo estaba ocupado y tu y a demás
-shh después hablas con tu amigo, ven.
Sebastián agarro mi mano y me llevó al sentido contrario de nuestras casas, tomamos una pequeña micro/autobús que nos llevó a un lugar muy lindo, algo que nunca había visto, ese día salimos más tarde, por lo que se estaba ocultando el sol, llevamos a una especia de mirador oculto por unos frondosos árboles, nos sentamos en la orilla y vimos el atardecer.
-¿así que tienes novia?
-a si, yo la amo
-¿ya se te olvido todo lo que pasamos?
-estoy en eso
-...
Sebastián se quedo callado mientras bajaba la mirada.
-te noto triste Sebastián
-estoy mirando hacia abajo por que viene una enorme araña subiendo cerca de tus pies
-¡ah!
-jajaja era broma.
Sebastián era muy bueno para sacarme sustos y para molestarme, siempre hacía que me sonrojara.
-estúpido, sabes que odio las arañas
-lo sé, lo sé, se casi todo de ti
-pero no lo hagas más.
Sebastián me miro, y me abrazo.
-es mejor que nos vallamos seba
-¡me dijiste seba, como antes!
-em...em...mira ya es tarde, tomemos la micro rápido.
Me pare más que rápido y tomamos el primer autobús para casa.
Sebastián tenía sueño, se empezó a recostar cada vez más en mi hombro, hasta que consolidó el sueño, se veía muy lindo dormido, lo malo es que babea mucho.
-seba, seba... Llegamos despierta
-mgha, que flojera.
Llegamos de noche, yo fui a dejar a Sebastián a su casa, y me vine a mi casa feliz por primera vez en mucho tiempo.

bajo la lluvia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora