La Verdad Se Empieza A Saber

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Al otro día Sebastián se fue a su casa, lamentablemente no pudo ir al colegio, pues no tenía su uniforme por que durmió en mi casa y llegaría tarde al colegio. Ese día no me sentía bien, no quería estar con nadie. solo con Sebastián me sentía a gusto. Damian se acerco a mi.
-oye, ¿estas bien silvestre?
-dami, ¿que harías si de un día para otro dejas de amar a tu pareja?
-¿que estas diciendo? No creo que ya no te guste ágata, ¿o si?
-quien sabe, ahora mismo quiero estar solo...bueno, con tigo me gusta estar
-pero no estas enamorado de ella por que... ¿te gusta alguien más?
-creo... Que si.
Damian se sonrojo y miro al piso.
-deberías decirle a ágata silvestre, es mejor que sepa a que siga sufriendo
-pero no llevamos nada, a demás siempre quise a una mujer así, es todo lo que siempre busque en una chica
-pídele que se den un tiempo
-esta bien.
Espere a la hora de almuerzo para contarle la verdad a ágata, me senté junto a ella en las escaleras.
-ágata... Tenemos que hablar
-¿de que amor?
-de... Nosotros
-¿esta todo bien?
-no, ágata, creo que necesito tiempo, yo te quiero mucho, y aunque llevemos poco tiempo siento que te conozco desde millones de años, y no eres tu, te lo prometo... Es alguien más, lo siento
-no... No te preocupes, no pasa nada, yo también creo que sería lo mejor.
Ágata se paro. por primera vez no la vi llorar, era una situación terrible y ella solo se paro y se fue, a demás Damian la fue a consolar a ella y yo quedé solo, ojalá hubiera venido Sebastián, lo único que quería era que Sebastián me sacara una sonrisa... Como lo hacía cuando eramos jóvenes.

bajo la lluvia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora