El domingo fui a dar una vuelta a la plaza, quería liberar mi mente un poco, estaba comprando un helado cuando de repente un niño dice "yo quiero uno de chocolate, él lo paga", era Sebastián, no se como llegó sin que me diera cuenta, al final termine pagando su helado. Nos sentamos en el césped a comernos nuestros helados y conversamos de cosas sin sentido, el siempre habla de anime y esas cosas, la verdad a mi me gusta pero no soy tan fan como él.
-oye silvestre y te acuerdas cuando quedaste semidesnudo por culpa de el agua
-seba, te dije que me olvidé de todo lo que pasó en el colegio anterior
-pero deberías de recordarlo, esos fueron los días más divertidos para mi
-si, para mi igual, en su momento esos eran los días más felices de mi vida
-te quiero
-eso no me lo decías hace unos años atrás.
Él se quedó callado, y para incomodar más la escena llegó ágata, no se como tanta mala suerte tengo.
-holi silvestre mi amor, ¿que haces?
-nada amor, solo hablo con mi amigo
-ah, así que es tu amigo. Ya me había asustado, todos en la escuela dicen que son novios
-¡¿como?!,no puede ser, que vergüenza... Pero yo solo te amo a ti bebe
-¿de verdad?, yo igual corazón... Bueno me tengo que ir, nos vemos mañana bye.
Sebastián y yo nos miramos.
-seba, la gente está pensando eso otra Vez, para de ser así de raro con migo
-pero silisili, si solo son bromas, tu no me gustas
-si, ya es la tercera vez que me lo dices.
Mire al piso, me pare y me retire.
Estaba a punto de llegar a mi casa cuando Sebastián apareció corriendo detrás de mi, me tomó de la mano, me abrazo y me pidió perdón.
-silvestre perdón, a veces digo cosas sin querer
-sabes, yo igual te conozco desde hace años, ya sabia que llegarías, es más... Mira el piso un segundo.
Sebastián miro el piso, este estaba rayado con tiza la cual yo use para escribir "seba chupalo"
-eres un estúpido silvestre
-lo sé, lo sé...oye, ¿te gustaría comer en mi casa?
-¿que? ¿Porque?
-osea si quieres no importa, no te preocupes
-nunca dije que no, si hay comida obvio que voy
-o... Okey.
Sebastián pidió una pizza, yo quería sushi pero él ama la pizza. Estábamos solos los dos en casa, no nos podíamos mirar a los ojos, me costaba tratar la pizza, a demás Sebastián se notaba incómodo, tan solo un milagro haría esa situación menos rara.
Estábamos por comer el último trozo cuando empieza a llover, era una lluvia muy fuerte y con mucho viento, Sebastián se paro para irse a su casa antes de que la lluvia aumentará, al salir de la puerta se corta la luz, quede solo en la cosina sin luz y con mucho miedo, Se empezó a abrir la puerta, yo con mucho miedo encendí mi linterna y vi a Sebastián volviendo.
-creo que no podré irme, la lluvia esta muy fuerte, a demás creo que caerán rayos
-pero llama a ver si tus padres pueden venir a buscarte
-lamentable, no hay señal. Me quedare toda la noche en tu casa, ¿no te importa cierto?
-no... vamos a inflar tu cama.
Con Sebastián inflamos el colchón, no teníamos que hacer así que nos pusimos a contar historias de terror.
-oye silvestre, te acuerdas de ese paseo en el bosque que hicimos por parte de él colegio
-a si, creo que si, ¿porque?
-te acuerdas que te asuste mientras estabas tomando café y se te dio vuelta en toda las piernas jajaja, fue muy divertido
-si, super... Estúpido
-no te enojes, lo hice con cariño... A demás acuérdate que te preste mi poleron y estabas más feliz que nunca
-olvida esas cosas por favor, desearía que olvidaras todo lo que pasamos... Sabes seba, es mejor que nos queremos dormidos
-ah, esta bien... Algún día espero que vuelvas a ser ese silvestre que me encantaba antes.
Esa noche de lluvia no soñé nada, pero dormí mejor que nunca, me sentía muy bien acompañado, aunque me cueste admitirlo, me encanta estar con Sebastián
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bajo la lluvia
Teen FictionSilvestre un niño un tanto raro y triste se cambiará de escuela por motivos que son secretos, este hará dos amigos los cuales son muy especiales, una de ellas Marta, la cual es una pelirroja tímida y triste, y Damian, un niño gordito que tiene un gr...