Hoy día era el gran día, me levante temprano para dejar la comida y bebidas en la mochila que colgué en el árbol, por suerte hoy día era el último día de clases, luego saldríamos de vacaciones de invierno, así que si Sebastián sentía lo mismo por mi, estaríamos todas las vacaciones juntos, bueno... Espero que él sienta lo mismo, si no... No se que es lo que haría otra vez, prefiero no pensar en ello.
No dormí mucho, pero podía resistirlo, la adrenalina corría por mi sangre. Llame a Sebastián y estaba 100% confirmado que hoy día iría al colegio, estaba tan nervioso y emocionado por lo que me diría Sebastián.
Por fin, me levante para ir al colegio, estaba tan ansioso que llegué casi de los primeros al colegio. Desde el inicio de clases que creo que Sebastián noto algo extraño en mi, y como no, apenas podía mirarlo a los ojos, no podía hablarle, no podía estar cerca de él sin que mi corazón se acelerará a mil por hora. A pesar de ser la segunda vez estaba más nervioso que la primera.
En el almuerzo estábamos sentados juntos, me costó mucho comer, solo tomaba agua.
al terminar de comer Sebastián fue al baño, yo sentí que se demoro mucho, así que me asome por la puerta de el baño, cuando veo que el aparece frente a mi y chocamos, fue tan repentino que los dos quedamos paralizados, él estaba tan sonrojado, obvio yo igual, pero era la primera vez que veía a Sebastián así de rojo y con los ojos llorosos. No quiero confiarme pero creo que su respuesta a mi confección será que si.
A penas terminamos de comer y ya se había puesto a llover de una manera descomunal, era muy cierto que hoy día lloverá mucho. Que pena que no esté fernanda, al ser el último día de clases prefirió ver anime que despedirse de nosotros.
Las miradas con Sebastián y yo no se detenían, cada vez que mirábamos a algún lado nuestras miradas se cruzaban para sonrojarnos y luego apartar la mirada.
Llegó la hora de irse, estaba más nervioso que nunca, pero tendría que ser valiente y confesarle mi amor a Sebastián:
-oye silvestre, creo que no podremos salir a ningún lado
-¡que! ¿Porque?
-por esta lluvia, no para y no hay lugar donde estemos secos
-tranquilo, dejalo todo en mis manos.
Agarre la mano de Sebastián y corrimos como pudimos a él lugar especial que prepare, estaba bastante cerca de él colegio pero como era ilegal entrar ahí pues nadie entraba.
Al llegar Sebastián se asusto por los letreros de "prohibido el paso", pero yo lo calme diciéndole que mi tío era el dueño de este terreno, lo cual era mentira.
Tuvimos que pasar unas cuantas rejas y vallas que nos separaban de el lugar en cuestión.
Luego de pasar todo esto y un montón de barro gracias a la lluvia llegamos a el lugar, era un pequeño lago en un claro de un bosque donde a la orilla de el lago había un árbol, parecía de ensueño es lugar.
-¡wow! Es lo más lindo que eh visto silvestre
-gra.. Gracias
-pero nos vamos a mojar igual po
-no, mira ven.
Lleve a Sebastián hasta el árbol donde la pesada lluvia se transformaba en una agradable y fresca brisa, era el lugar más relajante que jamás había visto.
La lluvia cada vez estaba más pesada, el pequeño lago cada vez se agrandaba más, pero por suerte Sebastián y yo estábamos juntos, nuestros hombros se tocaban y de los nervios no nos podíamos mirar.
-silvestre, tengo frío
-ay... No se que puedo hacer
-y si... Nos abrazamos
-em... Si... Si tu... Tu quieres pues por que no.
Sebastián me abrazo con tanto cariño que sentí que mi corazón se detuvo por unos segundos, y es que como no, si estábamos en ese lugar tan lindo, los dos solos, lloviendo y bajo un árbol abrazados.
Subí un momento a el árbol para sacar la comida y refrescos. Era tan rico comer con el sonido ensordecedor de la lluvia, ese sonido tan fuerte que apenas podíamos hablar, y lo único que sentíamos era nuestro corazón latir al estar tan cerca el uno de el otro.
Tome un gran sorbo de aire y le dije:
-se... Se... Sebastián, te tengo al... Algo que decir
-¿qu...que es?
-no se si se te hará raro pero, últimamente, bueno, desde el día en el que te vi por primera vez que yo eh sentido que somos el uno para el otro, osea no de esa manera... Pero si tu a lo mejor lo quisieras por que no, a lo que me refiero es... Que... Que yo... Yo la verdad.
No alcance a terminar cuando veo los ojos llorosos de Sebastián mirándome directamente, nunca lo había visto llorar de esa manera, no sabía que hacer, luego de decir eso y que no puede continuar pues quede en blanco. Sebastián se me acerco muy lentamente sin dejar de mirarme, yo estaba temblando, no sabía que es lo que pasaría. Probablemente sería una de sus muchas bromas, o a lo mejor de verdad quería besarme, o tan solo se acerco por que no me escucho, eso nunca lo sabré.
Al ver que el estaba tan cerca cerré los ojos y... Y lo bese, fue unos de los besos más lindos que di, creo que él se dejó, a penas dijo nada, puso sus manos sobre mi cuello y me beso con aun más pasión, pero... Mientras nos besábamos se escucho un gran ruido a las faldas de un cerro cercano, estábamos tan embobados con el beso que no nos dimos cuenta de...
De la terrible tragedia que se venía.
Al terminar el beso nos miramos, con la adrenalina y el ruido cada vez más fuerte de lluvia no escuchamos un gran aluvión que venía directo a nosotros, recuerdo que lo último que dije fue "Sebastián, ¿tu me amas?", estaba esperando su respuesta cuando el aluvión lo impacto directamente a él, yo no se si por suerte o que pero cayó un árbol grande que impidió gran paso de el aluvión sobre mi. Recuerdo que medio inconsciente gritaba su nombre mientras veía a su cuerpo inconsciente hundirse cada vez más en una mezcla de rocas, barro, árboles y más. Esa fue la última imagen que recuerdo. Luego de ver todo tan café y sucio despierto en una sala totalmente blanca y super limpia, pensé que me había muerto o algo así, pero lamentablemente sobreviví, estaba desorientado y amarrado a una cama mientras veía que operaban mi pierna, un gran trozo de árbol me la atravesó, luego de eso empezó a hacer efecto la anestesia y me dormí.
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bajo la lluvia
Teen FictionSilvestre un niño un tanto raro y triste se cambiará de escuela por motivos que son secretos, este hará dos amigos los cuales son muy especiales, una de ellas Marta, la cual es una pelirroja tímida y triste, y Damian, un niño gordito que tiene un gr...