𝐎𝐧𝐞 𝐢𝐧 𝐚 𝐦𝐢𝐥𝐥𝐢𝐨𝐧; 𝐌𝐢𝐧𝐡𝐨.

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Hyerin POV

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- Te lo prometo - miré expectante a Soobin.

Ella frunció sus cejas ya que no se lo creía.

Actualmente eran las 23:40 y Soobin decidió hacerme una 'visita sorpresa' ya que según ella "no le cuento nada últimamente".

Es verdad que ahora paso más tiempo con los chicos, pero es por un bien común.

- Pero si hace dos meses estabas llorando porque ni sabía de tú existencia, no te creo - habló ella cruzándose de brazos.

- Llama a alguno de los chicos y que te cuenten - me crucé de brazos yo también.

Ella resopló y cogió su teléfono, ví como tecleaba rápido y yo enarqué una ceja.

Tras unos minutos de silencio ella se sorprendió.

- ¿Por qué no estáis saliendo ya? - gritó ella mirándome con los ojos abiertos más de lo habitual.

Ahora fue mi turno de fruncir el ceño.

Al ver de que se trataba, no pude evitar sonrojarme y sonreír como idiota.

Alguno de los chicos nos hizo una foto mientras, dormiamos, porque sí, Minho también se durmió.

- Pasame esa foto ahora mismo - susurré sonriente.

Soobin rio suavemente y negó con la cabeza mientras me mandaba la foto.

- ¿Y piensas confesarte? - preguntó ella después de un corto silencio.

Suspiré hondo, ahí va de nuevo.

- Quiero, pero no quiero, no sé si sabes por donde voy - respondí abrazando un peluche de pingüino.

Ella asintió con su cabeza mientras se concentraba en lo que iba a decir.

- Me encantaría confesarme y que todo saliese como un cuento de hadas, pero ambas sabemos que no va a pasar; se va a volver a repetir la misma historia de siempre, y tengo miedo - a medida que iba hablando, mi tono de voz disminuyó.

Agaché mi cabeza lentamente.

- Intenta enamorarle - habló Soobin con voz suave.

- No tengo ningún encanto Soobin - le miré fijamente a los ojos.

Ella rodó los ojos y unió sus labios en una fina línea.

- Si tienes encantos Hyerin, solo que tú no te los ves - dijo ella agarrando una de mis manos y uniendola con las suyas.

Sonreí levemente.

- Tiendes a menospreciarte, y creo que todos se han dado cuenta - acarició mi mano mientras me sonreía.

Lentamente mis ojos se aguaron, y lágrimas quisieron escapar.

Agarré sus hombros y la atraje a mi cuerpo en un rápido movimiento.

Últimamente mi autoestima estaba por los suelos, y que Soobin me contase lo que yo soy incapaz de ver me ha hecho imposible el no llorar.

Una vez la solté y me limpié las lágrimas, escuché mi teléfono sonar.

Extrañada lo miré y me extrañé aún más al ver de quien se trataba.

¿Desde cuando tengo el número de Minho guardado?

Con el ceño aún fruncido, descolgué y la suave voz de Minho se oyó al otro lado de la línea.

- ¿Hyerin? - dijo con tono dulce.

- ¿Sí? - respondí mientras una sonrisa lentamente iba creciendo en mis labios.

- ¿Estás haciendo algo ahora mismo? - me preguntó y miré a Soobin, quien estaba escuchando todo con una sonrisa.

Abrí la boca y ella me hizo un gesto para que dijese que no.

- Uhm no, ¿por qué? - respondí mordiendome el labio al final.

- ¿Te apetece salir a dar una vuelta? - dijo lento pero seguro.

Miré a Soobin sorprendida y ella tan solo me sonrió ampliamente.

- Claro, ¿dónde quedamos? - el entusiasmo era notable en mi voz.

- Paso a buscarte en diez minutos - respondió él con una pequeña risa.

- Está bien - dije, y nos despedimos.

Una vez dejé mi teléfono caer en mi regazo, suspiré.

- Ve a quitarte el pijama, ¡vamos! - Soobin me hizo levantar y me golpeó el trasero suavemente.

Reí ya que todo parecía irreal.

- Más te vale contarme todo, y agradecerme - gritó Soobin antes de desaparecer de mi habitación.

Por tercera vez en la noche, fruncí el ceño pero negué con la cabeza.

Alguna de sus muchas ideas locas.

Miré mi teléfono rápidamente y me sorprendí, Minho llega en cualquier segundo.

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