23. Imagina... Él (parte 1)

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Por cada paso que dabas contabas cada baldosa que pisaban tus pies, el sonido que estos producían al caminar debido a los tacones que tus zapatos contenían. 35 baldosas en total pero ¿por qué estabas contándolas? supongo que estabas muy aburrida y la ida a la escuela no te emocionaba del todo. Si no fuera por él jurarías que no volverías a ir a la escuela solo para que los chicos te dejaran en paz y dejaran de burlarse de ti, pero él... él hace que todo eso no te importe, él es el único que comprende como te sientes, él único que te a ayudado en las buenas y en las malas. 

Pensaste que tal vez tu eras una de esas baldosas, siempre pasaban por encima de ti pisando y magullando tu pobre corazón, pero no importa... no te importaba nada más que él.

—¡oye! ¿en qué mundo estás perdida?— alzaste la mirada sonriendo al escuchar aquella voz que tanto te gustaba escuchar.

—estabas más perdida que el hijo de limbo ¿en qué pensabas?— aquel chico castaño, ojos marrones como el café, piel blanca y perfecta como la porcelana y aquella sonrisa que tanto te gustaba observar. Él, era tu razón de ser.

—en nada, solo estoy muy cansada, sabes que no me gusta levantarme por las mañanas...— 

—ni por las mañanas, ni por las tardes, ni por las noches ¡eres muy dormilona! ¿te lo he dicho?—

—la verdad es que si, muchas veces...— aquel chico revolvió tu cabello despeinándote aún más de lo que ya estabas, ugh como odiabas que hiciera eso.

—¡por eso eres mi linda perezosa!—

—¡te dije que no me llamaras así Jungkook!— Jungkook, el chico callado de la clase, nadie le habla, hacen como si no existiera y a pesar de eso él confiesa que no le molesta en absoluto. No habla en clase, siempre se queda callado escuchando al profesor y nunca interviene pero eso no te preocupa en absoluto, hace mucho te comentó que este era muy tímido y le costaba mucho hablar con chicas pero que contigo todo era muy diferente. Ambos se conocieron al entrar en la secundaria, todos tenían un grupo con el que hablar y bueno, tu y él siempre estaban solos, algo que te animó a hablarle. Desde entonces son inseparables, nada en el mundo puede separarlos.

—ya lo siento, lo siento. Sabes que lo digo con cariño— Jungkook tomó tu mano, como de costumbre esta estaba fría, nunca has comprendido la razón de esto pero siempre que le preguntas nunca te responde cosa que hizo que dejaras de insistir.

—si, eso lo sé pero aún así no me gusta ¡me haces ver como una vaga!—

—¿y qué? ¿no lo eres?— golpeaste el hombro de Jungkook levemente, siempre has tenido la sensación de que este era blando como el tofu a pesar de su musculosa apariencia. 

—ya, no juegues conmigo...— Jungkook rió ruidosamente echando su cabeza hacia atrás mientras intentaba regular su respiración.

—oye, no te vayas a morir...— al decir esto inmediatamente se escuchó la campana avisando que la jornada de clases ya había comenzado. Jungkook no dijo nada y solo se fue a clase sin ni siquiera mirarte a los ojos, tu extrañada no dijiste nada y solo lo seguiste rumbo al aula.

Como siempre Jungkook se colocaba en el último puesto de la fila, este puesto siempre estaba sucio y garabateado, por suerte y no se cae de lo viejo que está. Tu siempre le has dicho a Jungkook que hiciera algo al respecto pero este siempre contestaba que aquel puesto le gustaba mucho, le traía muchos recuerdos, tu por ende dejaste de insistir y dejaste a Jungkook con su "lindo" puesto.

La clase avanzó con normalidad, Jungkook no decía ni una sola palabra en esta y solo dibujaba como de costumbre, a ti te encantaban sus dibujos, unos más que otros y no sabías la razón pero sentías algunos de esos dibujos se te hacías conocidos, como si ya los hubieras visto antes pero Jungkook siempre te comentaba que los sacaba de internet y que era muy probable que sea donde los hayas visto.

Imagina... Una Vida Juntos. (Jungkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora