Imagina... Una Vida Juntos. (Jungkook)

25. Imagina... Abrázame como nunca lo habías hecho.

Y aquí estabas tú, sintiéndote la mujer más ridícula del planeta. El orgullo y el enojo no te hacían pensar claramente, todo había pasado muy rápido. Sabías que no debiste presionarlo, tenías que dejar que las cosas fluyeran a su propio tiempo, pero también sabías que él no tenía el derecho de tratarte de esa forma.

Tu mirada estaba fija en el libro que sostenías en tus manos, pero tu mente divagaba en otro lugar. Te sentías muy mal por lo que acababa de pasar tan solo hace apenas unas horas. Solo querías ayudar, pero no resultó como esperabas. Sabías que estaba muy enfadado y estresado de todo su día pero nada era excusa para la forma en la te había tratado. 

Escuchaste como la puerta de aquella fría habitación se abría con mucho cuidado, como si aquella persona realmente no quería ser escuchada. Pero no alzaste tu mirada, ni siquiera un poco, no querías ni verlo, a pesar de que tu corazón pedía a gritos que lo hicieras. Sentiste como la cama a tu lado se hundía y tu pareja se desprendía de sus prendas para sentirse más cómodo para dormir. Observaste de reojo como este tomaba su celular que se encontraba en su mesa de noche. 

Jungkook no tenía nada que ver ahí, pero solo lo había tomado para que su novia no se diera cuenta de su estado. Observó su pantalla de inicio por unos segundo divagando en su mente, pensando en si debería o no acercarse a ella, disculparse con ella, pero... él siempre fue igual que tú de orgulloso y terco. Tenía muchas ganas de lanzarse contra ti llenarte de besos como siempre lo hace cuando llega del trabajo pero no podía, su mente era muy débil y no podía hacerlo.

Un suspiro salió de sus labios y cerró los ojos intentando controlarse, sabía que estabas enojada con él ¿y cómo no estarlo? Hasta él estaba enfadado consigo mismo, se sentía un completo idiota por haberte tratado de esa manera cuando lo único que querías era ayudarlo. Jungkook por fin dejó su celular de lado el cual no había sido tocado en el tiempo en el que él lo tomó. Se recostó en la cama y se cubrió con las sábanas.

¿En serio iba a dormir como si nada hubiese pasado? Tenías la esperanza de que no fuese así y que este se voltearía hacia ti con esa típica mirada tierna en sus ojos y se disculpara por todo lo que había ocurrido pero al escuchar aquel "Buenas noches" ronco y frío salir de su boca sentiste como un escalofrío recorría tu espalda.

De la misma manera que él lo dijo, un "Buenas noches" salió de tu boca, pero tu voz salió temblorosa y débil, ocasionando que te obofetearas mentalmente. Te sentiste ridícula, te dabas pena a ti misma. 

Jungkook te dio la espalda, para él era más fácil de esa forma, no iba a poder dormir de frente a ti sin sentirse culpable. Sabías que ya era hora de cerrar el libro pero tu vista se estancó en aquel mismo párrafo una y otra vez sin encontrar salida, tenías muchas cosas en la cabeza y no podía dejar de pensar en Jungkook y en todo lo que está ocurriendo. Es cierto que no es la primera vez que discuten pero aún así se siente horrible cada vez que ocurre, toda pareja tiene sus altos y bajos pero en su momento siempre cuesta la distancia en esas situaciones. 

Por fin tu vista dejó aquel libro para luego cerrarlo inmediatamente pero tu campo de visión de dirigió casi automáticamente hacia la persona que se encontraba a tu lado. Lo único que podías observar era su nuca, su respiración era tranquila y su cuerpo estaba completamente cubierto por las cobijas. ¿Por qué no sólo podías tomar tu la iniciativa y hablar con él? ¿Por qué tenías que ser tan orgullosa y esperar a que él lo hiciera? No lo sabías.

Así fue, apagaste la luz con el interruptor que se encontraba tu lado y te acomodaste en la cama para poder descansar. Intentaste con todas tus fuerzas que ambos cuerpos no se tocaran, sentías que si eso ocurría cometerías una locura. Jungkook por su parte esperaba con ansias a que te durmieras para poder abrazarte como tanto lo había estado deseando desde que salió de la empresa rumbo a casa. Pero muy bien sabías que aún no conciliabas el sueño, te sentía muy tensa y era incapaz de abrazarte en esos momentos.

Ahí estaban ambos, intentando reprimir sus deseos de tocarse y besarse, de pedirse disculpas y dormir tranquilamente sin preocupaciones, pero el orgullo era más grande que ambos y cedían a ello. Jungkook se recostó boca arriba desviando su mirada a tu dirección dándose cuenta que tu también te encontrabas de espaldas.

—¿Estás dormido?— justo en el momento que él hablaría, tú tomaste la iniciativa.

—Eh... no...— No sabías que más decir, te quedaste en blanco con solo decir esas palabras, nunca habían tenido un momento tan incómodo.

—No debí tratarte así...— y como si pudiese leer tu mente, Jungkook fue quien habló esta vez.

—Estaba muy enojado, fue un día de perros y solo quería llegar a casa y tumbarnos en el sofá a mimarnos como siempre pero supongo que antepuse mis emociones de esos momentos...— Por fin decidiste encararlo de una vez por todas, te volteaste a su dirección y observaste como sus ojos mostraban una mirada completamente de arrepentimiento y cansancio, sus ojeras a pesar de estar a un poco a oscuras se podían observar debido a la luz que entraba por la ventana que se encontraba a tu lado.

—Sé por todo lo que tienes que pasar en tu día a día, tal vez jamás llegue a entenderlo completamente pero aún así quiero ayudarte a despejar tu mente e intentar que no te vuelvas loco...— Jungkook no decía nada, solo miraba a tu dirección y escuchaba atentamente cada palabra que salía de tu boca.

—No debí haberte presionado para que me cuentes lo que te pasaba, a mi tampoco me gusta que me molesten cuando estoy enojada pero... quería estar contigo y hacer algo por ti... lo siento...— De la nada un peso se sintió contra ti y unos suaves labios se posicionaron en los tuyos con una delicadeza asombrosa, era aquello que tanto necesitabas y anhelabas. 

Tu pareja tomó entre sus brazos tu cintura apegandote más a él, tus manos viajaron por su cuello y se detuvieron en su nuca acariciando levemente su cabello. Te sentías en el cielo, no era como cualquier beso, era un beso lleno de amor y tristeza, aquellos que siempre se daban luego de una discusión.

Tal vez una pareja discuta o no tenga las mismas opiniones o puntos de vista, pero siempre hay que aprender a superar aquellos obstáculos que la relación tiene, aceptar lo que el otro es, aceptar sus defectos y virtudes, tanto lo que le gusta como no le gusta. Tal vez no sean perfectos el uno con el otro pero son sinceros con sus sentimientos y van a estar allí para ambos sin importar que.

¡Hola! Primero que todo quiero aclarar que esta idea no es original mía, lo saqué de un libro de one-shots de BTS, le cambié algunas cositas pero muy pequeñas, no estoy segura de como se llamaba porque no se guardó en mi biblioteca por alguna razón pero cuando sepa lo digo. Gracias por leer y apoyar mi libro, esto me encanta y me anima a seguir. 

Nos vemos pronto.

Hasta aquí mi reporte, Joaquín.