(F.A.) XXX

13.3K 2.2K 951
                                    

El chico azabache caminaba haciendo crujir las ramas y hojas bajo sus pies, sus ojos viajaban de un lugar a otro buscando a una persona en particular pero sólo veía bambú y más bambú, ¿qué debía hacer? Se estaba poniendo nervioso. Vociferó el nombre de TaeHyung pero seguía sin encontrarlo.

Entonces cuando se giró escuchó un fuerte graznido a su lado que le hizo saltar asustado, bueno, más bien una imitación de un graznido puesto que al mirar encontró a TaeHyung en pose de grulla con sus alas bien erguidas hacia arriba. Frunció el ceño molesto y empujó levemente al contrario que se mantenía riendo.

—¿Dónde estabas? —preguntó cruzándose de brazos.

—Estaba por aquí cerca, luego te vi y decidí asustarte jeje... Bebé, no te enojes —dijo al ver que la dulce cara de JungKook seguía mirándole mal, claro que iba a estar enojado si estuvo buscando a TaeHyung tan preocupadamente. El mayor al mirarle se dio cuenta que no estaba usando zapatos, en su lugar habían calcetas supuestamente blancas que se estaban tiñendo de rojo en la parte inferior—. Hey, ¿por qué no usas zapatos? Te hiciste daño.

—No pensé que me demoraría tanto buscándote... —TaeHyung se sintió culpable, así que se acomodo su bata para cubrirse las alas y tomó repentinamente a JungKook en sus brazos. Éste sorprendido se agarró de los hombros del rubio para no caerse al mismo tiempo que aferraba sus piernas  a la cadera ajena.

—Yo nos llevaré a la casa de la abuela Jung y así tus pies sanarán más rápido —dijo mientras le sacaba las sucias calcetas para dejar la herida expuesta al aire, JungKook con diecisiete años quería quejarse pero era inevitable sentirse cómodo en los brazos de TaeHyung así que sin decir nada sólo reposó su cabeza en el hombro ajeno.

Hace tres años, cuando HoSeok había huido con los dos menores de Ilsan, tuvieron un viaje agitado al principio dirigiéndose a ningún lugar. Pero al fin y al cabo el mayor decidió recurrir a la única familia que conocía aparte de su padre, su abuela. Ella vivía en Damyang, trabajando en los bosques de bambú del lugar, fue difícil el reencuentro puesto que no la veía desde hace mucho pero la anciana felizmente lo recogió en sus brazos y aceptó a la pareja de fenómenos en su familia tratándolos como si fueran otros nietos suyos. Desde entonces los cuatro se dedicaron a vivir y a trabajar en aquel lugar, ayudando a la abuela Jung diariamente. Nunca más supieron de NamJoon ni qué fue de su antiguo circo pero creían en cierto modo que era mejor así, lo importante eran ellos ahora y el hecho de poder seguir viviendo una vida brillante.

No negamos lo difícil que fue para ellos en un comienzo adaptarse pero con el sincero aprecio de la abuela Jung y el nuevo cambio de HoSeok, ambos chicos pudieron sentirse más confiados en su entorno.

Al llegar a la casa de la abuela Jung, que era como una pequeña choza pero habitable perfectamente para al menos seis personas, fueron recibidos por el mayor que trajo zapatos para el menor que ya tenía sus pies sanos y regañó levemente a TaeHyung.

Cuando llegó la noche, los dos chicos estaban acostados en la misma cama a pesar de haber dos en su habitación, TaeHyung hacía un suave recorrido con sus dedos por el costado del cuerpo de JungKook mientras éste se iba relajando cada vez más gracias a estos gestos.

—JungKook —susurró el mayor, el nombrado hizo un sonido en señal de haberle escuchado—, ¿qué... qué crees que hubiera pasado si nos hubieran encontrado ese día? —el menor abrió sus ojos recordando aquello que usualmente había dejado de pensar.

—No sé si quiero imaginármelo —susurró. TaeHyung asintió detrás de él, totalmente de acuerdo, entonces JungKook giró para estar frente a frente con él y besarle los labios en un movimiento dulce por un par de segundos—. Lo importante es que eso no pasó —dijo compartiendo sonrisas con el contrario mientras acariciaba el collar con aquella pluma negra que residía en su cuello.

Así era para ellos, ya no había un show de fenómenos, ya no existía aquel lugar dónde tenían que vivir a base de las burlas o sobre explotación por la forma en que nacieron, sólo eran ellos en su propio show llamado sus vidas que de casualidad se entrelazaron una con la otra para formar el gran espectáculo: sus corazones latiendo uno por el otro, sin importar nada más.





F i n.
══════✘✘══════

[N/A]

Por fin terminó.
Es la primera historia larga que término, ay.
No pensé que luego de republicarla podría sacarla adelante pero aquí estamos.
Muchas gracias a todes ustedes que se tomaron el tiempo de leer, votar y comentar la historia. Sin aquello probablemente nunca me hubiera animado a seguir escribiéndola.
Ahora me enfocare en mis otras historias y proyectos, y nuevamente gracias por leer.

Read you in another history.



Show de fenómenos (taegguk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora