Pastel

I - Pasado

Asui tenía una forma diferente de referirse al amor, ella colocaba el ejemplo de un pastel. Así que formuló su propia receta para este:
2 tazas de confianza, 2 tazas de comunicación, 3 piezas de afecto y 1 cucharada de ternura.
Aunque obviamente era necesario más que eso, esa era la base que necesitaba para formar algo así.
Para ella era un pastel porque necesitaba tiempo y cuidado por ende una receta y tiempos de horneado, si se quemaba perdería sabor, si faltaba para cocinarse algunas partes estarían crudas. Tenía que estar bien hecho y si gustaba, podría decorarlo.
Ese nivel, sería un cimiento para todo, la amistad, sería decisión suya hacer (o intentar) el siguiente nivel.

Cuando iba en secundaria intento hacer un pastel de segundo nivel por primera vez (e igual era uno de sus primeros pasteles en general). Comenzaba a sentir atracción hacia una de su única amiga, Habuko, el inicio de su amistad fue bastante inusual pero con poco tiempo ya eran muy cercanas, quizá porque ninguna sabía muy bien como funcionaban las amistades, pero era indiscutible lo que la peliverde comenzaba a sentir, tal como le dijo su madre

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-Mamá, ¿Qué pasa cuando amas a alguien?- dijo una pequeña Tsuyu de 5 años -¿Para qué quieres saber pequeña?- La adulta comenzaba a colocar 2 platos en la mesa tomando la cacerola con comida recién hecha -Bueno, solo que he visto cuentos de princesas y príncipes y quería saber- continuó mirando como su madre servía un guisado en cada uno de los platos a su vez que le respondía -Bueno, pueden pasar varias cosas, no puedo responderte con exactitud, cada quien lo experimenta de distinta manera, el amor tiene muchos colores y sabores, ¿Sabes?- Se detuvo colocando uno de los platos frente a la peliverde más pequeña para después retomar su respuesta -Puedes sentir mariposas en el estómago, no literalmente- Aclaró ante una expresión confundida de la contraria -Sientes... Una especie de mareo... Como si volarás. Se te hace tan común pensar en esa persona tanto que no la puedes sacar de tus pensamientos... Pero lo entenderás después cariño ~ - Finalizó comenzando a comer del guisado dejando la habitación en un acogedor silencio en el que solo se escuchaban los sonidos de algunos movimientos.
Cuando la pequeña termino esperó un momento algo nerviosa llenándose de seguridad suspirando con suavidad haciendo que su madre dirigiera su mirada a ella -¿Qué pasa sí son dos príncipes o dos princesas quienes se aman?- Dijo con el mismo tono de siempre sin mostrar su nerviosismo, desde pequeña había sido muy directa por mucho que costara lo que diría, lo decía de manera natural -Asui... Bien... No hay ninguna diferencia ni nada malo en eso, ¿Pero por qué- Su pregunta fue interrumpida por un sonido -Kero, Curiosidad- Su madre suspiro, no en alivio un simple suspiro sonriendo acto seguido -Bueno pequeña, debo irme- La pequeña asintió suavemente recogiendo los platos de la mesa llevándolos al fregadero comenzandolos a lavar.

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Aquel recuerdo vino a su mente ante aquel pensamiento, estaba ansiosa y a la vez angustiada por lo que sentía ¿Qué tal si no era como lo pintaba su madre? O ¿Qué tal si no se trataba de ningún pastel?
Al final y al cabo la chica termino reconociendo sus sentimientos, mismos que de poco fueron creciendo hasta un poco antes de la graduación de secundaria, cuando decidió confesarse - Habuko- Chan- dijo la ranita con un tímido croar al final -¿Qué pasa Tsuyu?- Respondió casi al instante volteando su escamosa cabeza hacia la mencionada -Yo...- Tragó duro temblando durante un momento suspirando suavemente, no sabía cómo lo tomaría -Me gustas- Miró a los brillantes y amarillentos ojos de la contraria -Oh Tsuyu...- Hizo una pausa dejando en suspenso a la más bajita de las 2 -No puedo corresponder...-

La pequeña ranita desde pequeña supo que un no, era un no, así que no pensaba insistir, sintió una fuerte tensión en su pecho y un nudo en la garganta que contuvo lo mejor que pudo, sabía que no tendría que ser la gran cosa, _era un romance pasajero_ pero dolía -Entiendo Habuko- Forzó una sonrisa llevando su mano izquierda con el dedo índice alzado tocando su barbilla ladeando su cabeza.
En cuanto tuvo la oportunidad de alejo de ahí lo más rápido posible siendo su única escapatoria el baño; Entró al cubículo que estaba vacío lanzándose a la pared apretando esta con poca fuerza dejando que unas cuantas lágrimas salieran para compensar aquel nudo en la garganta que aún sentía, de a poco se aligeraba. Su amistad con la chica reptil siguió como si nada hubiese pasado, olvidando todo para no arriesgar su amistad... Cómo si aquel sentimiento no hubiera existido, Cómo si no significara algo.

Consideró eso como una etapa superada entrando a su escuela soñada, la U.A donde se prepararía para ser la gran heroína que quería ser, sin saber que le depararía...

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Quién lo diría, 829 palabras en el primer capítulo, no estoy tan oxidada ¿eh?
Este primer capítulo está escrito por el cumpleaños de mi bebé (no en sentido literal), ¡La ranita más linda cumple años! Así que umm... Bueno, espero disfruten de esta historia un poco amorfa.
Si ven algún error agradecería que me lo dijeran, bai~