III - Nuevo comienzo, nuevo pastel

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Hubo un pequeño descanso entre clases, desde el primer día se podía sentir la atmósfera complicada después del primer entrenamiento que tuvieron con la prueba inicial, después de que ese tal "Deku" (que probablemente no sea su nombre, pero fue lo que escuchó) fuera detenido varias veces por el profesor.

"Qué Kosei tan fuerte"

Pensaba viendo su dedo herido después de hacer un movimiento, la prueba siguió con normalidad, pero se podían escuchar cuchicheos ocasionales que no sabía de donde venían pero quizá sabría en algún punto por el tono de la voz.

Sacó su lengua y soltó un largo suspiro cerrando sus ojos tomando su lápiz y comenzando a escribir sus ideas en su cercano cuaderno hasta que una voz interrumpió su pensar era la voz de antes aquella que cuchicheaba, aunque la voz no se dirigía necesariamente hacia su persona, escuchaba en silencio.

-Esa chica de cabello negro ¡Ugh!- Dijo una chica de razgos desconocidos pues no era posible verlos mientras tomaba y acomodaba una silla cercana para sentarse a un lado de la chica pelirrosada que se sentaba enfrente de la ranita mientras que una chica castaña de cabello corto se sentaba frente a la mencionada.

-¿Qué tiene la chica?- preguntó la chica de cuernitos algo curiosa (Que por lo que escuchó se llamaba Ashido)

-¿Qué tiene? ¿Viste el tamaño de sus pechos? ¡Ha de ser una puta al salir de la escuela!- Dijo entre murmullos  riendo al final de su oración.

-Y la chica de los cables ¿Giro? ¡Ja! Parece una tabla- Continuó riendo mientras las mismas eran acompañadas por otra risa proveniente de la castaña.

No era tan obvia mientras miraba o escuchaba, era sigilosa y pretendía estar distraída esperando para que dijeran algo de ella, que era obvio dirían.

-¿Y la chica rana? ¡Es tan rara! Parece que no sabe usar otra expresión... Su voz es súper rara, ¿Cierto Ochako?- Comentó mientras la mencionada asentía, entonces ocurrió lo que no pensó y fue lo que atrajo la atención de varios.

La chica cuernitos se levantó de su asiento -¿¡Y quién crees que eres para criticar a las personas por su apariencia!? ¡Ni siquiera tienes idea de quién son!- Hizo una pausa refunfuñando, sus mejillas estaban enrojecidas e infladas por su enojo su seño fruncido y aquellos ojos ámber que parecieron encenderse miraron a la chica invisible que sentía la intensidad de su mirada y la fuerza de su voz -¡Una persona es más que eso! Tú en específico no deberías criticarlos ¡Eres invisible! Quizá las critiques por envidia...

La chica de cuencas negras la seguía mirando con la misma intensidad dejando de inflar sus mejillas y su rostro pareció sombrearse. Tsuyu habría pagado millones para ver la expresión de la invisible ¡Debería estar indignada! Y la chica "Ochako" solo se removía incómoda en su asiento mientras todos veían la escena y un chico peliazul movía sus manos exageradamente remarcando que tenía razón.

La chica emitió un gruñido reclamando -¡Bien! Aún puedo hablar con Ochako ¿¡Quién necesita tu tonta opinión!?- Gritó tomando la mano de la castaña alejándose a paso veloz -Bien, vete. No es que me interesaran las personas como tú- Dijo tranquilamente la de piel rosada cayendo rendida en su lugar, si que se veía molesta.

La ranita soltó su lápiz y dejó de pretender escribir (nunca lo dejo de hacer) y tomó el hombro de la chica frente a ella haciendo que se exaltará -Ah, eres tú ¿Qué sucede?- dijo la última frase volviendo a la enérgica faceta que había escuchado durante la mañana de aquel día.

-Disculpa que te moleste, pero fue increíble lo que hiciste Kero- La contraria se colocó sorprendida con un leve rubor en sus mejillas -Gracias por defender a todas-

La chica colocó su mano detrás de su cuello moviendo la misma -No es nada, detesto a las personas así y aunque Tooru es mi amiga no toleraré  su actitud- La ranita la miró algo confundida llevando su mano izquierda con el dedo índice alzado a su barbilla.

-"¿Personas...así?"-

-Sí, ya sabes aquellas que se guían por apariencias, y que juzgan cualquier opinión distinta a la suya- La peliverde la miró con un brillo en sus ojos ¡Que linda manera de pensar! ¡Era linda por fuera y por dentro! -Por cierto me llamo Ashido Mina, pero tú puedes decirme Mina ¡o ponerme un apodo incluso!- Dijo mientras extendía su mano izquierda anteriormente en su cuello hacia la chica peliverde-

-Tsuyu Asui, llámame Tsuyu... Si gustas también un apodo- Estrecho su mano izquierda con la de la contraria sonriéndole.

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Qué agradable era un nuevo comienzo y un nuevo pastel, ¡Nada mal para el primer día!, pasaron hablando durante el resto del día, entre clases, en el receso fue genial... A excepción de que sentía dos miradas en ella, no necesariamente amigables. Finalizó el día de clases y se despidió de su nueva amiga y comenzó su camino a casa caminando como ya le era costumbre, la tal Ochako estaba con "Deku" y el chico de las manos quizá ya tenían una amistad, ojalá y no diga nada malo de ellos.
Caminó con normalidad a su hogar contemplando el camino, no tardó más de media hora en llegar, sus hermanos la esperaban dibujando en la mesa, habían hecho su parte del aseo, eran unos niños geniales.

Y era por eso que no le importaba el resto, porque su familia estaba para ella. Era el pastel más lindo que tendría en su vida.

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Agh, disculpen la tardanza, es muy corto el capítulo aparte, pero quiero desarrollar bien esta historia.
Necesitaba poner algo como esto y sé que Tooru no actúa de esta manera pero se me hacía la más alta, sorry not sorry.

¡Quizá haya doble actualización está semana! Quién sabe, solo si me acuerdo xD.

Bueno, ¡Hasta la próxima!

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