Cotard; Frerard

TRES

Frank caminaba dentro de la gran escuela con su mochila naranja al hombro, qué contrastaba con el uniforme qué llevaba.
Su sonrisa no era tan grande cómo siempre ya qué su madre no le había dejado enterrar el uniforme en el patio, pero por lo menos pudo poner un puñado de tierra en el bolsillo de su chaqueta azul marino de uniforme, para conservar ese olor qué tanto le gustaba.

Como Sea, luego de un rato, llegó a su aula, una en la cuál había un maestro qué daba una clase, y si, frank nunca había ido a una escuela antes pero, no sería malo ir a una ahora a sus 14 años, comenzando 1°medio.
A menudo frank intentaba mucho de pensar qué ese sueño qué vivía era su vida de verdad, pero no podía, simplemente creía qué todo era muy falso.
Pero ahora haría un intento para qué todo ese sueño se convirtiera en su realidad.

Caminó a paso lento hasta un pupitre vasio siendo observado por todos en el aula, las chicas y chicos con sus uniformes y sus peinados bien echos, no podía evitar sentirse fuera de lugar.

Sus pensamientos fueron alejados cuando un chico pelinegro qué se veía mucho mayor qué el se sentó a su lado, poniendo un lapiz y un cuaderno viejo sobre la mesa.

-- hu...hola, ¿Qué haces aquí?-- frank estaba nervioso, se podía decir, esa sensación se volvió algo raro en él, hace mucho tiempo qué no sentía eso, hace mucho tiempo qué no sentía nada.

-- sólo vine a sentarme contigo, soy gerard, y tu eres...--frank cerró los ojos, pensó qué algo se le estaba olvidando, pero simplemente lo dejó ir y le sonrío a aquel chico pelinegro.

-- soy frank-- el menor miró sus manos y vio qué por alguna razón, la quemadura de la noche anteror ya no estaba.
"Raro" pensó, cómo pudo pasó todo el día con aquel chico, supo qué se llamaba gerard way, tenía un hermano menor llamado mikey y qué tenía 15 años, había repetido un año.

Frank creía qué todo lo que estaba pasando era por alguna especie de cosa rara, qué su sueño ahora tendría más personajes.
Gerard sólo había puesto sus ojos en aquel lindo chico castaño y pensaba qué tal sabría su carne o mejor aún...tenerlo muerto sólo para él.

Arhe no sé, me gustan las cosas así uwu bye