Al darme la vuelta me encontré con la cara de Marian, ella era la psicóloga que me habían asignado, cuando descubrieron todo… o casi. Ella es una mujer de unos cuarenta y pocos, tiene el pelo castaño claro rizado, no tanto como Ayatima pero aún así rizado. La tez de su piel, no es que fuera muy oscura normalmente, pero no era para nada blanca. Sus ojos tienen un color castaño verdoso que transmite tranquilidad y era algo bajita. -Wissal, ¿tienes un momento?- Me dijo. Ya quitándome la mano de el hombro.
-¿Ahora? Mis clases empiezan en 5 minutos y, ¿no me tocaba en el descanso?- Era raro, pero a mí no me importaría ir ahora y perderme una clase. Tenía matemáticas, no sé si me entendéis.
-Sí lose, he pedido permiso, solo voy a hablar contigo de unas cosas.- Me dijo con esa mirada llena de confianza tan suya.
-Mmmm... claro.- Acepte, no muy convencida. Me parecía un poco raro que cerca de algunos exámenes me dejen saltarme clases solo porque “quieren hablar de unas cosas” conmigo.- Pero primero tengo que decirla a una amiga donde es su clase si no le importa…-
-Claro, te espero en mi clase.- Si por clase se refería a una sala con una mesita de café, dos sillas, un sofá y una cafetera vieja… entonces sí, era su clase.
Mientras buscaba a Ayatima, me encontré con una cabellera rubia que se me hacia familiar, pero al ver que tenía los pantalones por debajo del trasero, aparté la mirada y decidí no dale importancia. Seguro que fue alguien que vi por ahí.
Aún con la cara roja por las vistas que acababa de presenciar, vi otro pelo. Este era mucho más largo, además de que lo conocía a la perfección… desde hace dos días.
A Ayatima le había tocado una taquilla alta, y era bastante cómico intentar verla poner los libros en la parte más alta. Aunque yo no fuera mucho más alta que ella.
Intenté ayudarla y conseguimos poner los libros. Esto sí que debía ser cómico ante las personas de nuestro alrededor.
-Gracias.- Me dijo después de haberla ayudado.
-De nada, ¿ya tienes el horario?-
-Mmm... Si, aquí está.- Sacó el papel de su bolso y me lo dio. Lo ojeé por unos segundos.
-Estamos en la misma clase.- Me sentía aliviada de tener cerca a uno de los pocos seres humanos con los que me relacionaba, por llamarlo así. Pero… creo que soy egoísta. No quiero llevarla a la misma situación que yo.
-¡Genial!-Me da un abrazo.- ¿Vienes a clase conmigo?-
-Eh… No, una profesora dijo que tenía que hablar de unas cosas conmigo.-
-Está bien, ¡adiós!-
-¡Esper…!- Pero ya se había ido. Yo quiero saber cómo va a encontrar la clase ella sola.
Caminaba sola por los pasillos vacios… Se me hace difícil encontrar recuerdos felices en el que ha sido mi instituto por años. Todo, desde las paredes de ese color crema tan aburro hasta las rojas taquillas… creo había tenido malas experiencias en todos los rincones de este desesperante edificio.
Llegué a la puerta de la clase de Marian y vacilante toqué la puerta.
-Hola otra vez Wissal, pasa.- Entré a la clase y me di cuenta de que no estábamos solas, como la mayoría de las veces.
La cabellera rubia que vi en el pasillo se dio la vuelta al escucharme entrar, regalándome una sonrisa radiante. Y yo como soy una antisocial amargada, desvié la mirada con la cara roja como un tomate.
Me senté antes de que Marian nos lo dijera. Ya se me hacia costumbre sentarme en estos sillones viejos. Justin también se sentó. Sí, me acuerdo de su nombre, sí fue el chico que me tiró al suelo, pero se disculpo y eso se me hacía raro, porque mucha gente me tiraba al suelo pero a propósito.
-Bueno…- Empezó hablando Marian.- Lo primero, gracias por venir Justin.- El dio un movimiento de cabeza como asegurando que no pasaba nada.- No voy a presentaros porque no tengo tiempo, pero voy a explicaros porque estáis aquí, me jubilo.- Y… ¿Eso que tiene que ver conmigo?- Y os preguntareis también que tiene que ver con vosotros.- Vaya, es buena.- Sé que tú Justin, puedes venir a mis consultas porque no me voy tan lejos y a ti Wissal, te pondrán otra u otro sustituto y no pasará nada, pero… quiero hablaros de un proyecto que tengo en mente. Y este proyecto os incumbe a los dos.
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Hola, siento haberme demorado tanto de verdad que lo siento...
Es que entre tanta salidas y fiestas... bah a quien quiero engañar, me pongo a leer y me desconcentro de lo que estoy haciendo .-.
Lo siento de verdad, pero aquí esta.
Votad y comentar, porfavor, que no os cuesta nadita.
Eso me ayuda a seguir escribiendo ;).
Un beso y mucho amor ♥ bye
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Creyendo en lo oscuro
FanfictionNovela escrita por mi. Prohibido, copiar o adaptar. ATENCIÓN: Esta novela contiene un alto contenido violento. No me hago responsable de que personas sensibles lean.