Unas sirenas se escuchaban estridentemente en mi cabeza, alguien lloraba, todo estaba oscuro, no veía nada: ¿DÓNDE ESTÁS?, grité con mucha fuerza y luego silencio.
- Despierta dormilón.
Escuché esa frase muy cerca de mi oído, pero estaba muy cansado como para cerciorarme de quién era, sin embargo, obedecí y me levanté de la cama con mucha lentitud, para salir de la habitación y dirigirme al cuarto de baño.
- Báñate rápido, se te hizo tarde.
Cómo si hubiese sido mi madre quien dijera esas palabras, abrí los ojos, me quité las pantalonetas que cargaba como pijama y me metí a la ducha, hoy no iba a ser bueno, si llegaba tarde por tercera vez me suspenderían del colegio y no tendría posibilidades de jugar con el equipo de fútbol, esta semana eran las preliminares, no iba a fallarle a los chicos.
Salí del baño desnudo ya que no había alistado la toalla, menos mal Claire estaba en la Universidad de Ohio muy lejos de Albuquerque, Nuevo México y mi madre tenía doble turno en el hospital, no tendría que preocuparme, estaba solo en casa pero... ¿quién me ha despertado? Al entrar a mi cuarto fui directamente por la toalla que estaba en la repisa cuando lo noté.
- Creí que no te ibas a cubrir.
Salté hacia la pared y caí sobre mi trasero. ¿Qué estaba haciendo ese chico en mi casa?
- Lo lamento. Mi intención no era asustarte.
Levantó las manos como si estuviese hablando con la policía y luego se cubrió los ojos y con razón, sostenía la toalla en mis manos sin ocultar mis partes íntimas.
- ¿Quién eres y qué haces EN MÍ CASA?
Fui subiendo el tono con el que le habla de la misma manera en la que me puse en pie y me tapaba con la toalla, sin quitar la vista de él. Vestía de negro, botas, jeans y buzo manga larga, ¿quién era este tipo?
- No lo sé.
Pausa.
- Creí que tú lo sabrías.
- ¿A QUÉ TE REFIERES?
Seguía cubriendo sus ojos, pero esta vez no dijo nada se quedó ahí de pie, quieto. ¿Podría confiar en que se quedaría así hasta que me vistiera? Estaba desesperado, él estaba interrumpiendo mi privacidad y yo... tardé en notarlo ¿cómo era posible?
No dejé de verlo hasta que estuve totalmente vestido, ya más tranquilo le dije:
- Ya puedes ver.
Dudó un momento y quitó sus manos de su rostro.
- Lo lamento...
- Ya está, parece que no estás tan loco como pensé, pero debes decirme ¿qué haces aquí?
Nada. No dijo nada, solo bajó la vista y se sentó sobre mi cama. Entonces recordé lo que me había dicho hace unos minutos 'Creí que tú lo sabrías' ¿cómo podría hacerlo? Nunca antes había visto a este chico. Me acerqué a él pero me senté guardando distancia a su lado.
- Tú eres Jonathan Ambrosse ¿no?
- Eh, si... ese es... si, mi nombre.
- Eso es... lo único que sé.
- ¿Cómo?
- No lo sé, solo... te vi durmiendo, sonó tu despertador y al ver que no te levantabas decidí...
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BLACKBOI
Teen FictionMás de una cuestión te puede llevar hacia adelante, pero realmente como podemos marcar el trayecto es por las decisiones que tomamos. Jonathan Ambrosse está apunto de enfrentarse a uno de los mayores retos de su vida. ¿Los sentimientos y la razón se...