CAPITULO 3. PLAYABOI

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- Jay, por favor.

- Gracias.

- Jonathan...

Le supliqué pero ya me había dado la espalda. Una vez más... fallé. Un intento más que no sirvió de mucho. Para ser líder del comité de estudiantes, no sabía mucho de cómo tratar compañeros con problemas, no problemáticos. ¿Debería dejar de entrometerme en la vida de ellos? Lo haría, de no ser porque en mí existe esta sensación, ese sentimiento de ayudar a otros, incluso después de que los he lastimado...

Reviso la hora.

- ¡Mierda!

Me giré rápido, tropezando fuertemente con alguien.

- Hey... Cathe Sprouse.

No hoy, no ahora. ¡POR FAVOR!

- Jack. Permiso.

Lo ignoré por completo.

- ¿No te disculpas?

Empezó a correr tras de mí.

- No es mi estilo.

- ¿Segura? Porque últimamente he estado escuchando todo lo contrario.

¿Hablaba en serio? Eso no me haría detenerme, tenía que salir de allí, tampoco era mi estilo no cumplir con mi palabra...

- Entonces, deberías creerlo, ya que tú y yo no tenemos nada de qué hablar.

- Deja de ser tan hostil, no te recuerdo de esa manera en verano.

Alguien podría escucharlo. Afortunadamente, el colegio estaba casi desocupado por lo que no me alteré como él deseaba.

- Sé a dónde vas, así que quieras o no iré contigo.

¡JODER! Nunca se cansa de ser rechazado.

- Haz lo que quieras.

Salimos por la parte trasera, ya que era más cerca por ese lugar llegar a mi destino.

- ¿Tú y Ambrosse?

No dije nada.

- Las porrista hablan demasiada mierda ¿sabes? Sólo quiero que me digas si es cierto o no.

¿Debería ceder? No podía creer que un rumor fuera la única manera que lo hiciera acercarse a hablarme.

- Cat... por favor.

Él era el único que me decía de esa manera, ni siquiera mi madre me trataba con tanto cariño cómo él...

- ¿Prefieres entonces creer lo que digan ellas?

- Si no me dices nada, no me dejas muchas opciones.

Hablaba mirando hacia el cielo que ya se había oscurecido

- Y sólo por un rumor vuelves a mí...

¿Qué acababa de decir? Él se río pero inmediatamente se calmó.

- Sabes muy bien que...

Llegamos a la casa.

- ¡CATHE! ¡CATHE! ¡CATHE!

- Sí, es ella... mira tú mochila.

Mi hermanita por poco sale corriendo sin sus útiles.

- ¡CATHE! ¡CATHE! ¡CATHE!

Me agaché para abrazarla.

- Ya, ya Millie soy yo... gracias señora Carter, disculpe la demora...

BLACKBOIWhere stories live. Discover now