BLACKBOI

CAPITULO 5. EMERGENCY

- Cathe... Cathe... ¡CATHEEEE!

Había perdido la conciencia. Sus ojos estaban cerrados y más de un chico se nos acercó para sacarla del aula múltiple, me volteé para hacer señas al director de que Cathe no iba a poder estar presente, a lo qué el asintió, seguramente él también se dio cuenta del estado en el que se encontraba.

- Tenemos que llevarla a enfermería.

Dijo un chico robusto.

- No, lo que ella necesita es aire así que todos abran espacio para que respire.

Ese rubio, ¿era de primeros auxilios? Por supuesto, llevaba puesto el uniforme. Todos los que habían salido, incluso el grandote volvieron a entrar, yo me quedé para saber cómo seguiría Cathe. El uniformado empezó a contactar con alguien por el boqui toqui.

- Hey, ¿eres su amigo?

Me hablaba, tratando de sonar calmado.

- Sí, soy Jonathan.

- Vale Jonathan, soy Dereck, acabo de comprobar que respira y tiene pulso...

- Ok.

- Hey, préstame atención.

Había dirigido mi mirada a Cathe por unos segundos.

- Claro.

- Debemos ponerla boca abajo con la cabeza ligeramente hacia un lado, revisaré su boca... no tiene nada. Toma sus piernas, a la de 3 la giramos ¿listo?

- Listo.

- 1, 2, ¡3! Perfecto, no sueltes sus piernas y levántalas en forma de 'v', más o menos a 45 grados.

- ¿Para qué es todo esto?

- Ayudará a que recupere el conocimiento.

Hice todo lo que me dijo pero Cathe no se despertaba y entonces Los Tigres llegaron.

- ¿Qué hacen aquí?

- ¡Jack!

Ya iba a acercarme a explicarle la situación cuando el auxiliar me dijo:

- No la sueltes.

- ¿Qué están haciendo? ¿Esa es Cathe?

- Si... ella... se desmayó.

- Pero, ¿cómo...?

- Eres el capitán del equipo ¿cierto?

El rubio, llamado Dereck tomó las riendas. Jack asintió con la cabeza.

- Bueno, la paciente necesita aire y todos aquí están obstruyéndolo. ¿Podrían retirarse?

- Nuestra entrada es por este lado.

El maldito de Johnson fue el que dijo eso.

- Te callas, vago.

Le replicó Jack. Las puertas a mi espalda se abrieron y luego escuchamos:

- ¡TIGRES! Hagan una fila y no se empujen hasta que hayan cruzado esa puerta, si lo hacen antes... los pondré a hacer 100 vueltas a todo el colegio ¿entendieron?

Todos nos sorprendimos de la voz de mando del entrenador Farlan.

- Gracias entrenador.

Le dije una vez que estuvo a mi lado y aproveché para continuar con mi tarea.