24/05/17 No cambies.

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  De nada sirve leer si no retienes aunque sea un poco de la lectura, al terminar una hoja necesitamos leer mas y esto es señal de que tu espíritu esta adsorbiendo y aprendiendo con cada palabra que estas leyendo, leer nos hace viajar, leer nos hace mas propensos a enamorarnos, leer me hace sentir y a la vez me hace inmune al dolor ¿A ti no?

Dan tomó con sus manos el tónico y después de despedirse de Alternor se fueron a casa, al llegar a casa en la sala lo estaba esperando una entidad la cual fue la ultima que Dan ayudó ese día, luego de tomarse el tónico todo fue un silencio total y Dan dijo -Recuerdo que así se sentía-.

Al día siguiente los chicos fueron a la universidad, las horas fueron pasando muy lentas y estaban muy aburridos por lo que Dan le pidió a Clarck que le contara esa historia de la guerra de la cual el le había hablado pero que en ese tiempo no quiso contarle.

-Estoy aburrido, Clarck ¿Y si me hablas sobre la guerra que hubo hace tiempo?
-Mmm ¿Ahora? -Preguntó Clarck poniendo una cara de fastidio-.
-Si, ahora.
-Mejor te cuento una historia super interesante, la historia de la guerra no me gusta contarla mucho es que me recuerda cosas.
-La que quieras Clarck, lo que sea me esta matando el aburrimiento. -Dijo Dan un poco ansioso-.
-Hace más de mil años atrás en una aldea que nadie conoce había una familia que estaba conformada por papá, mamá y tres hermanas, pero esta familia no era como las otras familias de la aldea pues no dejaban que las tres niñas jugaran con las otras niñas de la aldea, un día una de las tres hermanas salió de la casa sin decirle a nadie ella abrió la puerta con mucho cuidado y fue libre por primera vez.
-¿Libre, acaso no la dejaban ni salir de la casa? -Preguntó Dan algo extrañado-.
-¿Sigo la historia o comenzaras hacer preguntas?
-Ya, ya sigue.
-Ok, seguimos, cuando la pequeña se alejaba de su casa su otra hermana sintió que estaba en peligro alguien de la familia y fue corriendo hasta sus padres los cuales dormían.
-Papá, mamá despierten. -Dijo la pequeña muy desesperada-.
-¿Que pasa? -Dijo su padre al despertar por los gritos de la pequeña-.
-Papá Ana no esta en la casa, se ha ido. -Dijo la pequeña mientras lloraba-.
Su padre se paró de la cama muy rápido y dejando a su esposa en la casa fue en busca de su hija pero el nunca la encontró ya era de noche así que regresó a casa para salir al día siguiente a buscar a su hija. Mientras estaban desayunando al día siguiente el padre de las pequeñas dijo.

-¿Alguna de ustedes sabe por qué Ana se ha ido?
-No. -Respondieron las dos pequeñas que estaban en la casa, ellas eran gemelas y casi siempre hablaban al mismo tiempo-.
-Yo estaba dormida. -Dijo la madre de las pequeñas-.
-Ana no esta bien, necesita a alguien para que la guié, mi hija no esta bien. -Dijo el padre de las pequeñas mientras golpeaba la mesa muy fuerte-.
-Ana no se hubiera ido si mamá no le hubiera hablado de ese mundo encantado. -Dijeron las pequeñas al mismo tiempo-.
-¿Que le dijiste a Ana? -Le preguntó el padre de las pequeñas a su esposa-.
-Solo le dije que había un mundo mejor que este, nuestro mundo Felix el mundo donde naciste tu donde nací yo, no pertenecemos a este mundo cruel que solo esta lleno de angustias. -Dijo la madre de las pequeñas un poco molesta-.

Jade la madre de las pequeñas les había hablado la noche anterior sobre un mundo mágico de donde ella venia, un mundo donde no hay dolor ni necesidad y que era tan real como el aire que respiraban esa noche, las gemelas quedaron sorprendidas al oír la historia de su madre, Ana era un poco diferente a sus hermanas pues Ana era la noche y sus hermanas el día, Ana nunca se sorprendía de las historias de su madre pero esa noche en especifico si se sorprendió mucho cuando su madre dijo que en el mundo de donde ella venia las personas podían cambiar de forma y podían ser quienes quisieran que podían convertirse en animales, esto dejó a Ana con muchas ganas de ir a ese mundo porque ella quería cambiar lo que era, Ana era noche y nunca estuvo conforme con su cuerpo aunque su madre les advirtió sobre lo peligroso que era llegar a ese mundo a Ana no le importó, ella solo quería dejar de ser Ana y ser un animal u otra persona.

Ana nunca estuvo conforme con su apariencia y hasta llegó a tener celos de sus hermanas pues miraba como su madre les daba mas amor a ellas, Ana siempre imaginaba como seria su vida si fuera día o un animal, esa fue una de las razones por la cual Ana decidió cruzar el bosque para llegar a ese mundo donde podría cambiar quien era.

Mientras su padre salia al bosque las pequeñas se quedaron en casa con su madre, después de unas horas internado en el bosque Felix encuentra a su hija Ana que estaba sentada en una roca muy grande, Felix al verla salió corriendo para abrazarla pero cuando estuvo tan cerca como para tocarla se dio cuenta que su hija sangraba.

-Papá ayúdame. -Dijo Ana mientras lloraba-.
-¿Quien te hizo esto? -Dijo el padre de la pequeña mientras lloraba-.
-No puedo verte bien papá, me siento débil. -Dijo Ana mientras caía al piso-.
-No, Ana resiste. -Dijo Felix tomando a su hija y llevándola lejos del bosque-.
-Papá yo nunca quise irme de casa, yo solo quería cambiar quien soy pues ni tu ni mamá me quieren por ser así.
-No digas eso Ana, tu mamá y yo te queremos así como eres y tus hermanas también te quieres mucho ¿Porque piensas eso?
-Yo los escuche aquella noche, ustedes me iban a sacrificar cuando nací solo por ser noche. -Dijo Ana mientras se quejaba un poco por la herida-.
-Ana eso fue hace mucho tiempo y por eso nos mudamos a este lugar, Ana tus hermanas si se sorprenden con las historias de tu madre porque ellas nunca vivieron en ese mundo pero tu si, por eso nunca te sorprendes.
-¿Por mi culpa nos tuvimos que ir de ese país?
-Mamá te dijo que era un país pero la verdad es nuestro mundo al que tu también perteneces.
-¿Entonces por qué están aquí y yo estoy viva?
-Esa noche que nos escuchaste hablando estábamos planeando como salir de ese mundo e irnos lejos, era eso o sacrificarte por nacer noche. -Dijo Felix mientras sostenía a su hija en los brazos-.
-A mamá no le gusta aquí, creo que por eso me odia un poco. -Dijo Ana-.
-Tu madre te ama como eres Ana y yo también eso nunca lo dudes. -Dijo el padre de las pequeñas mientras llegaban a casa-.
-Ay por Dios ¿Que le pasó a Ana? -Dijo su madre al verla-.
-Al parecer un humano la hirió con una flecha.
-Bestias, bestias eso es lo que son. -Dijo Jade la madre de Ana y las gemelas-.

Sacando la flecha del pecho de Ana sus hermanas pusieron sus manos sobre la herida y así la herida de Ana fue cerrándose poco a poco, cuando la herida se cerró las gemelas abrazaron a Ana y de dijeron.

-Nunca mas nos dejes solas, no hay día sin noche te necesitamos mucho Ana. -Dijeron las gemelas al mismo tiempo-.
-Prometo no dejarlas nunca mas, entendí que si nací noche es porque el día me necesitaba ustedes mis hermanas me necesitaban para vivir y prometo cuidarlas por siempre. -Dijo Ana arrepentida de lo que había causado-.

Todo pasa por algo no trates de cambiar quien eres, tu esencia es necesaria en el mundo y de eso no hay duda todos aportamos algo sea bueno o malo, cambiar no es necesario encontrarte a ti mismo si.  

66 Días para que funcione.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora